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Las recientes medidas para perfeccionar la economía y la sociedad cubana

Fuentes: Rebelión

Los más de cien años transcurridos desde la aparición de países de economía socialista han puesto en evidencia que para que ese modo de producción sea estable y duradero es necesario mantener un elevado ritmo de inversiones y de crecimiento de la producción que permita incrementar constantemente el nivel de vida de los ciudadanos, sostener los altos niveles de gastos sociales que le son inherentes y por otra parte, garantizar la distribución más equitativa posible de la riqueza.

Mientras se va alcanzando una mayor justicia social, es necesario ir transformando la conciencia de los ciudadanos, inculcándoles valores humanistas que los aparten de las actitudes individualistas y egoístas heredadas del capitalismo, haciéndoles partícipes individual y colectivamente de la creación de una nueva sociedad.

Las reformas económicas iniciadas hace 40 años en China posibilitaron la llegada de una cuantiosa inversión extranjera atraída por la existencia de abundante mano de obra barata, la poco exigente legislación laboral y ambiental y el establecimiento de reglas de funcionamiento propias de una economía de mercado, lo que resultó decisivo para alcanzar un sostenido incremento anual del PIB, eliminar la pobreza absoluta para 800 millones de personas y convertir el país en la segunda potencia económica mundial.

No obstante las facilidades otorgadas para los negocios privados, China mantuvo una elevada presencia del sector público y una fuerte incidencia gubernamental en la economía. Pero junto con la apertura al capital privado aparecieron en su sociedad los millonarios, el consumismo, la frivolidad, los sueños y costumbres burguesas que atentan contra el ideal socialista, por eso, en un intento por detener dichas tendencias alejadas del ideal socialista, el Partido y el gobierno chino en los últimos años han ido tomando medidas. ¨Lo evidente es que hay una nueva política en marcha, y a pasos acelerados, y que esa política está circunscribiendo el capitalismo chino, tal y como lo conocemos, y poniendo muy nerviosos a los centros capitalistas globales asentados en Occidente¨1.

En Cuba, desde los años iniciales de la Revolución, junto a la nacionalización de los centros de enseñanza, de salud, el sistema de pensiones, la televisión y la radio, se estableció la prestación, regulación y control de dichos servicios exclusivamente por entidades del Estado. Sin embargo, en materia de comunicación social no se ha podido impedir la difusión por televisión e internet de ideas ajenas al ideal socialista a través de películas, videos, seriales, conciertos y noticias procedentes del extranjero, asunto que debe atender el recién creado Instituto de Información y Comunicación Social, como organismo que tiene la misión de conducir y controlar la Política de la Comunicación Social del Estado y el Gobierno cubano.

Por otra parte, se aprobó recientemente un decreto que establece prohibiciones y sanciones a aquellos usuarios de los servicios públicos de telecomunicaciones que los utilicen para transmitir informes o noticias falsas; que realicen acciones dirigidas a ocasionar afectaciones o perjuicios a terceros y como medio para cometer actos ilícitos, que transmitan información ofensiva o le­siva a la dignidad humana, contenidos sexuales, discriminatorios, que generen acoso, que afecten la intimidad personal y familiar, la identidad, integridad y el honor de las personas; que afecten la seguridad colectiva, el bienestar general, la moralidad pública y el respeto al orden público.

La economía cubana se ha ido moviendo de una estatización y centralización extrema a una apertura a la inversión extranjera, a la expansión de la propiedad cooperativa y privada con posteridad al desmembramiento de la URSS, con la que mantenía el grueso de los créditos y del comercio exterior, en condiciones ventajosas. Los acuerdos del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba efectuado en 2011 y del VII Congreso celebrado en 2016 iniciaron y posteriormente ampliaron dicha apertura, pero su implantación en los diez años siguientes fue lenta, cautelosa y contradictoria, temiendo dar pasos sin retorno y con apego al modelo soviético sobre la construcción del socialismo.

Con la anunciada finalidad de destruir el socialismo en Cuba, el gobierno del presidente Donald Trump aprobó más de 240 medidas coercitivas: varios cientos de entidades cubanas fueron sometidas a restricciones adicionales a las sufridas por el bloqueo estadounidense impuesto desde 1960; decretó el cierre del envío de remesas desde Estados Unidos a Cuba; prohibió a los estadounidenses viajar a la isla; canceló los vuelos desde ese país a otras ciudades cubanas excepto la capital; estableció una feroz persecución financiera a las navieras para impedir la importación de combustibles e insumos y una campaña diplomática y mediática contra la cooperación médica internacional cubana; activó el Título III de la Ley Helms-Burton que amenaza con litigios y sanciones a la inversión extranjera asentada en propiedades nacionalizadas; incluyó a Cuba en la lista estadounidense de países patrocinadores del terrorismo. Todas estas medidas crearon serias limitaciones a las transacciones financieras y a la estabilidad económica del país, redujeron las importaciones, el ritmo de construcción de viviendas e inversiones y produjeron la postergación de los mantenimientos a las centrales termoeléctricas, cuyas frecuentes averías han provocado desde mediados de 2021 la reducción de la generación de electricidad y frecuentes apagones.

Desde marzo de 2020, unido a las medidas de bloqueo, la pandemia de COVID-19 ha afectado severamente el turismo, la producción industrial y los servicios, las exportaciones y ha provocado la ejecución de gastos superlativos del Presupuesto del Estado para la asistencia médica a enfermos y sospechosos de contraer la enfermedad y el pago de salarios o subsidios a muchos trabajadores que quedaron inactivos. La disminución de los ingresos en divisas trajo consigo una sensible reducción de las disponibilidades de insumos, de ofertas de productos en tiendas y mercados y el consiguiente deterioro de las condiciones de vida de los ciudadanos, situación que de forma oportunista fue aprovechada por el gobierno estadounidense para lanzar una persistente campaña mediática de odio, desinformación y mentiras contra los revolucionarios cubanos, pretendiendo responsabilizar al gobierno de las escaseces y penurias y argumentar la inviabilidad del socialismo cubano.

Como resultado de dicha campaña algunos grupos de personas realizaron protestas callejeras en varias ciudades cubanas el 11 de julio pasado, a las que se incorporaron delincuentes y marginales que asaltaron y destruyeron tiendas de venta en divisas, agredieron a agentes y vehículos de la policía y a ciudadanos que se les enfrentaron. Los medios de comunicación anticubanos en la Florida inflaron la situación epidemiológica y de escaseces del país presentándola como un caos infernal sin control gubernamental y llamaron a realizar una ¨intervención humanitaria¨, que aunque tuvo repercusión mundial, no culminó en la intervención militar que algunos descerebrados reclamaron. Por el contrario, con posterioridad a esos hechos:

  • Se generó una campaña mundial de solidaridad gracias a la cual, gobiernos de varios países, organizaciones políticas y religiosas, amigos de Cuba y cubanos que radican en el extranjero han estado enviando donaciones de equipos e insumos médicos, medios de protección y alimentos al país.
  • Familiares y amigos de cubanos residentes en el país les remiten desde el extranjero paquetes con provisiones y alimentos.
  • El gobierno cubano apoyado por investigadores, jóvenes universitarios y factores locales ha potenciado la transformación de los barrios y comunidades más desfavorecidos: investigan y buscan solución a los problemas económicos y de condiciones de vida de las familias, de las mujeres con situaciones críticas, hacen ofertas de trabajo y estudio a los jóvenes no ocupados y empresas estatales se encargan de la reparación y embellecimiento de viviendas, escuelas, consultorios médicos, parques, edificaciones sociales, calles y caminos, líneas de abasto de agua, alcantarillado y drenaje.

La actualización del modelo económico cubano

La Constitución de la República aprobada en 2019 por la amplia mayoría de la población reafirmó que ¨en Cuba rige un sistema de economía socialista basado en la propiedad de todo el pueblo sobre los medios fundamentales de producción como la forma de propiedad principal, y la dirección planificada de la economía, que tiene en cuenta, regula y controla el mercado en función de los intereses de la sociedad… El Estado regula mediante leyes el ejercicio y alcance de las formas de propiedad y la concentración de la propiedad en personas naturales o jurídicas no estatales para garantizar una cada vez más justa redistribución de la riqueza y preservar los límites compatibles con los valores socialistas de equidad y justicia social¨2.

El ordenamiento monetario iniciado en enero de 2021 eliminó el peso convertible cubano (CUC) vigente desde la crisis de los 90, estableció una tasa de cambio única del peso con respecto a la divisa extranjera, equiparando a los actores económicos privados y estatales en la valoración de sus operaciones. Eliminó la mayoría de los subsidios a los productos de la canasta básica; realizó la reforma salarial, de las pensiones y prestaciones de la seguridad social, triplicando los salarios y pensiones y estableció la premisa de que las personas de menores ingresos que resultaran perjudicadas por el incremento de los precios podían recibir prestaciones de la asistencia social.

En mayo de 2021 se pusieron en vigor nuevas normas sobre el funcionamiento de la empresa estatal que amplían sus facultades en las esferas productiva, organizativa, laboral, financiera, crediticia, inversiones y precios y permiten la creación de empresas filiales.

En el caso de la agricultura se diversificaron las formas de comercialización, se establecieron precios más justos a los servicios e insumos y se descentralizó a los municipios el establecimiento de la mayoría de los precios de los productos. Se estableció la concesión de créditos con bajas tasas de interés y mayores plazos de amortización a los productores agropecuarios. A partir de esas decisiones, se han ido incrementado las áreas agrícolas en producción y la llegada de suministros a los mercados, aunque como las ofertas están lejos de cubrir la demanda y la masa de dinero inyectada a la circulación creció con los nuevos salarios y pensiones, los precios de muchos productos agropecuarios resultan muy altos para las personas de menores ingresos.

En agosto de ese año se emitieron nuevas regulaciones sobre el funcionamiento del trabajo por cuenta propia, las cooperativas no agropecuarias (CNA) y se autorizó la creación de micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) privadas y estatales. Para preservar en manos del sector estatal actividades productivas y de servicios que se consideran estratégicas y de obligado servicio público, se puso en vigor una larga lista de actividades económicas que no se permiten realizar a las personas naturales o jurídicas del sector no estatal. Para limitar la concentración de la propiedad privada en pocas manos se estableció que una misma persona natural no puede ser socio de más de una MIPYME y se limitó la cantidad de sus trabajadores a un máximo de 100, incluyendo los socios.

Al examinar dicha legislación se puede constatar que una parte importante de la producción y los servicios continuará dependiendo de los resultados productivos y la eficiencia que alcancen las entidades de propiedad estatal o mixta. No obstante, el sector cooperativo y privado tiene un amplio marco de actividades en las que operar: construcción y producción de materiales de construcción, pesca y acuicultura, industria alimenticia y ligera, industria mecánica y de componentes y equipos electrónicos, gastronomía, alquiler de habitaciones y espacios, alquiler y reparación de maquinarias, equipos y vehículos, recogida de desechos no peligrosos y recuperación de materiales, instalaciones eléctricas y mecánicas, ventas minoristas de artículos de producción nacional, transporte terrestre de pasajeros y carga, etc.

La creación y producción de varias vacunas contra la COVID-19 por nuestra industria biotecnológica y su aplicación masiva a la población, incluyendo los niños, adolescentes y convalecientes de esa enfermedad, permite predecir que para mediados de noviembre se reducirán sensiblemente los contagios y fallecimientos por el coronavirus, creándose condiciones favorables para reestablecer la llegada de turistas y visitantes al país, abrir las instalaciones comerciales y de gastronomía, los espectáculos, el transporte público, el curso escolar y que el país vuelva a la normalidad. Además, la exportación de vacunas contribuirá a combatir dicha enfermedad en otros países y producirá nuevos ingresos en divisas.

Después de aplicadas las medidas gubernamentales antes referidas y reducidos al mínimo los efectos nocivos de la pandemia, los principales obstáculos que enfrentará el país para incrementar su desarrollo y el bienestar de los ciudadanos son:

  • La persistencia del bloqueo y de las medidas anticubanas tomadas por el gobierno de Donald Trump.
  • El exceso de estructuras de dirección por encima de las empresas estatales y la persistencia del empleo por estas de métodos administrativos y controles burocráticos que entorpecen su labor.
  • La actitud aún pasiva de algunos dirigentes de empresas estatales para hacer uso de las facultades que les han sido cedidas, acostumbrados a esperar orientaciones y que les asignen todos los recursos desde arriba.
  • La necesidad de estabilizar la generación de electricidad para garantizar el paso del país a la normalidad.

Bibliografía consultada y referencias

  • Alzugaray Carlos. El 11 J en Cuba: contextos, circunstancias y escenarios. www.rebelión.org. 31/7/2021.
  • 2 Constitución de la República de Cuba. Gaceta Oficial de Cuba extraordinaria Nro. 5. 10/4/2019.
  • 1 Cruz Alberto. ¿Está dando China un giro anticapitalista? www.observatoriocrisis.com. 4/9/2021.
  • Decreto 35 de la comercialización de productos agropecuarios. 4/5/2021.
  • Decreto-Ley 34 del sistema empresarial estatal cubano. 7/5/2021.
  • Decreto Ley 35 de las telecomunicaciones, las tecnologías de la información y la comunicación y el uso del espectro radioeléctrico. 17/8/2021.
  • Decreto- Ley 41 de la creación del Instituto de Información y Comunicación Social. 24/8/2021.
  • Decreto-Ley 44/2021 sobre el ejercicio del trabajo por cuenta propia. 19/8/2021.
  • Decreto-Ley 46/2021 sobre las MIPYMES. 19/8/2021.
  • Decreto-Ley 47/2021 de las cooperativas no agropecuarias. 19/8/2021.
  • Decreto 49/2021 de las actividades a realizar por las MIPYMES, CNA y TCP. 19/8/2021.
  • Editorial La Tizza. Tendremos que volver al futuro. www.rebelión.org. 19/7/2021.