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Huellas

Las tres de Heinz

Fuentes: Rebelión

A Celia Hart para que la rabia no llegue hasta su tumba.


 

Me sigo asombrando de las explicaciones científicas de Heinz. Al parecer lo que es verde para él es rojo para los latinoamericanos.

En el laboratorio científico del amigo Heinz parece que los elementos que se mezclan no son iguales a los que mezclamos. Las fórmulas aplicadas parecen que realmente no contienen los mismos componentes, y de toda evidencia sus lecturas de la historia es diferente a la que tenemos en la izquierda latinoamericana.

En un artículo aparecido en http://www3.rebelion.org/noticia.php?id=74822 empieza diciendo que la causa del »fracaso» del socialismo del siglo XX fueron tres, a las cuales me voy a referir pero antes me parece errada la insistencia de Heinz de clasificar el socialismo como de un siglo y de otro. Ya Celia, en sus magníficos y claros artículos había explicado con detalles sobre esa inútil división. Tomo un par de párrafos con su venia para ilustrar:

…»La posibilidad del tránsito al socialismo es un descubrimiento científico. No es un poema, ni una manera de hablar. La única forma que tenemos de acceder a él es a través de la lucha de clases. Así de sencillo. El socialismo del siglo XXI es tan sólo porque estamos en el siglo XXI. Es casi una obviedad decirlo. El descubrimiento del origen de la explotación capitalista es una verdad científica del mismo valor y de la misma objetividad que el movimiento de traslación de la Tierra en torno al Sol. No necesitamos a Einstein para que nos explique a través la Ley de la Relatividad General y las geodésicas la causa por la que pasamos del verano al otoño. Newton es más que suficiente. Los resultados son idénticos y las matemáticas infinitamente más sencillas. No necesitamos entender los huecos negros o las teorías de Hawking para colocar un satélite en órbita. Puede ser que las comunicaciones, la informática etc., hayan complicado un tanto la realidad del capitalismo moderno, pero la esencia, (el pollo del arroz con pollo) sigue siendo la misma que hace siglos atrás. No hacen falta los «economistas cuánticos» o la «matemática tensorial» para explicarnos el origen de la explotación y la depauperación del sistema capitalista en la actualidad.

El llamado socialismo del siglo XXI es equivalente a decir que debemos construir un avión del siglo XX . Pero ese avión deberá vencer la gravedad, como hizo el del siglo XX. En el siglo XXI tal cual desde hace unos cuantos miles de millones de años la constante G de Gravitación Universal sigue siendo la misma que calculó Newton. (G = 6,7 x 10-11m3/ Kg s2 ). Coincido que debemos fabricar aviones más cómodos, rápidos y seguros, pues las exigencias del siglo XXI difieren de las del siglo XX, pero la razón última de una pieza que deba vencer la gravedad es la misma. Haciendo un parangón pudiéramos decir que nuestro avión que trató de vencer la gravedad en 1917 tomó altura y se estrelló contra la superficie terrestre. Más nos vale buscar las causas antes de tanto discurso futurista, pues por mucho siglo XXI que haya, G sigue invariante. Del siglo XIX al XXI las razones primigenias de la explotación capitalistas son las mismas: La expropiación del trabajo. Entonces sólo hay una manera de transitar «del reino de la necesidad al reino de la libertad». Basta ya de caracolear, que cada instante de tiempo está en nuestra contra.

El avión se nos cayó y creemos ahora que por tener computadoras, celulares o INTERNET, éste podrá desafiar la gravedad sin tener en cuenta G ¡No señor! La gravedad seguirá siendo la misma hasta el que colapse el planeta. Más nos vale apurarnos, dejarnos de retórica y asumir de una buena vez que el enemigo sigue siendo el mismo. Tal vez más vulgar, guerrerista y peligroso, pero el mismo. Apurémonos, eso sí, en saber quiénes somos nosotros»… *

Pero yo particularmente creo que el socialismo de Cuba ocurrió en el siglo XX sigue hoy y no creo en lo absoluto que haya habido ninguna caída. Por el contrario, Cuba representa el ejemplo más claro de lo que significa una sociedad socialista, aunque haya tenido que ser construida bajo la guerra que ha mantenido por más de medio siglo. Si hoy en el siglo XXI existen movimientos que se plantean el socialismo como línea política, en la mayoría de caso, y específicamente en América latina, ello se debe a las fuertes influencias y/o colaboraciones de Cuba.

El socialismo que pretende aplicar Chávez (que no Baduel), está inspirado por Cuba, así como todos los demás movimientos. Esos que se empeñan en construir la Patria Grande.

Por otro lado no creo que la caída de la Unión Soviética tenga nada que ver con los puntos señalados por Heinz. Bien se sabe que desde el origen mismo, el proceso nació torcido por todas las triquiñuelas de Stalin a la muerte de Lenin y que harto conocemos. En segundo lugar, la absurda carrera competitiva en el campo de la aeronáutica descuidando la producción de bienes. Y en tercer lugar, la acriticidad de una burocracia que se instaló para corroer desde adentro lo poco que se avanzó. El que no crea que se avanzó en cierta medida, que compare la Rusia de hoy en materia de educación, salud y otros logros. Sin contar el ejército de niñas dedicadas a la prostitución y el alto nivel de desempleo que claro comprueban un enorme aumento de las libertades individuales.

Punto uno

Al fracaso que le atribuye Heinz sobre querer apoyarse en el »hombre nuevo», generalizando a la población las intenciones de una vanguardia. Es cierto que cuando esa vanguardia se cree el pueblo, y lo sustituye, es imposible que las ideas de colectividad primen sobre las ideas de individualismo (no individualidad). Es lo que ha pasado con parte del movimiento de izquierda, que al no estar formado por gente implicada en la producción de trabajo directamente, sino más bien de la pequeña burguesía, no hacen suyos con la misma energía y la misma combatividad de clase que aquellos que son explotados directamente.

Esa vanguardia en el caso cubano, se extendió al pueblo, y dejó de ser un grupito el que tomara la rienda de la dirección de la sociedad, para dejársela en sus propias manos a la gente. Esa es la dirección colectiva de la Asamblea Popular. Por eso todavía Heinz, a menos que sea una obstinación, no entiende el sentido del partido único, elemento principal en las contradicciones contra la política cubana. No puede haber varios partidos que dividan a un pueblo. No se trata de aplicar un socialismo a lo Miterrand, a lo Zapatero, o a lo alemán, compartiendo el espacio con empresas explotadoras que dominan la totalidad de la economía. Búsquenle otro nombre pero esa vaina no es socialismo. Ni del siglo ocho ni en del siglo mil.

El concepto de Hombre nuevo que se ha impulsado en Cuba, por ejemplo, dista mucho de ese »hombre nuevo» que nos expone Heinz. Se trata de educar a las nuevas generaciones con otra visión que la que se educa en el capitalismo, y eso se puede palpar directamente, ya como resultado, en la juventud cubana. No es una utopía. ¿Pero cuáles son esas características de hombre nuevo que pretende Cuba? No solamente es »obligando» a los niños a que sean como el Che ni que sean como Camilo. Si bien ellos son ejemplo del mismo. Es principalmente mediante la educación de valores humanos, esos que hace rato desaparecieron de cualquier sociedad »civilizada» si es que alguna vez hubo ciertos vestigios.

Se habla de ese hombre nuevo capaz de solidarizarse con otros seres humano vivan donde vivan, de ese hombre nuevo que por convicción, por educarse en valores humanos rechacen esa invasión de superficialidades que crea el capitalismo, en el 90 % innecesarias. Ese ser humano que puede ser capaz de hacer tantas cosas sin necesariamente verse estimulado por el dinero.

Y justamente porque no se entendió esto, es que si podría hablarse de un factor que influyó en la caída de eso que se instaló en la URSS como sistema.

Punto dos

Una cosa es el consumo básico y necesario y otro el consumismo. Como consumo básico no creemos que sea sólo comer, vestirse, educarse y curarse, tener vivienda propia, y medio de transporte seguro. Incluimos también la diversión y las comodidades propias de los descubrimientos de la tecnología. Como consumismo, entendemos a la creación artificial de necesidades en el ser humano. El capitalismo, que no le interesa para nada el bienestar del Homo sapiens, se empeña por su naturaleza misma, en inventarse miles de pendejadas para impulsar una producción de lo que sea, siempre que le deje beneficio. Por eso se explica que el homo sapiens beba coca-cola y no agua, por eso se tienen 15 pares de zapatos, por eso se tira a la basura cada verano, muebles con poco uso, aparatos de todo tipo, con el objetivo único de no seguir con el modelo »pasao de moda» de cualquier invento que te ofrecen en las tiendas.

Pero si, en el caso de Cuba, y es mi referencia obligada, el mismo consumo básico es precario, pero no ausente, y del consumismo ni hablar. Es que, y no es el pretexto, Cuba hace 50 años está en guerra, y cuando se está en guerra no hay tantas posibilidades. Esa guerra es precisamente para demostrarse que sí se puede construir una sociedad socialista, alternativa al capitalismo salvaje y destructor. Y esa batalla, Heinz parece obviarla en sus análisis científicos.

Los avances tecnológicos son importantes cuando se ponen al servicio del ser humano, no contra él, ni para que beneficie a un grupito de socios dueños de una marca de teléfonos celulares.

Pero admitamos que sí, que tener un celular es una ventaja, y que sería tan bueno que cada persona tuviese uno. Así podríamos llamar a quien quisiéramos para decir , …oye chico, estoy aquí en el parque, ahora mismo veo una vieja con una sombrilla negra….y tú, ¿qué haces?, …yo, viejo, aquí sentao desde hace una hora con un maldito estreñimiento del coñazo!!

¿Cómo hablar de celulares cuando no se tiene lápices, cuando hace falta material en las escuelas? Y de eso se trata la llamada sociedad socialista que se construye desde el siglo XX, de priorizar en función del colectivo. No se puede que todo el mundo tenga internet en Cuba, no tiene nada que ver con reprimir a nadie. ¡Compadre! con ochenta mil vainas que resolver no es el momento de preocuparse por internet!! !No obstante, ¡Ja ! Cualquier cubano puede ir a un centro de trabajo y usarlo. Lo que si no pueden es andar con una laptop a cuesta y un celular amarrao a una oreja, ni tampoco como los tres amigos alemanes que están en un bar. El primero con uno instalado en la mano, el otro en la nariz y la oreja y el tercero se tira un peo….recibiendo un fax.

Y es que el fracaso, si a la falta de abundancia así se le puede llamar, del socialismo del siglo XX en Cuba no ha sido por la aplicación de una política científica, ni errores de interpretación del Marxismo. Esas limitaciones se deben, y Heinz tiene que saberlo, a ese maldito bloqueo, a ese estado de asedio que ha mantenido EEUU y sus socios contra Cuba. Cuba es el mal ejemplo de América como lo fue el Haití de Louverture. Y eso es imperdonable. Hay que asfixiarla.

No es posible construir ningún socialismo, conduciendo a una población por el consumismo ciego, por un consumismo que beneficia a una maldita empresa privada que al final apoya por atrás todas las mafias y actividades que vayan en su contra.

Punto tres

Heinz considera válida la democracia burguesa y hasta complementaria. La democracia burguesa es una falacia, ¿o se quiere mejor prueba de lo que está ocurriendo ahora mismo con lo de Obama y McCain?

Los partidos únicos no sustituyeron más que esa formalidad irreal de elección a un representante de un supuesto partido. Sin haber ninguna acción democrática ni mucho menos tal elección cuando no participa ni el 50 % de la gente.

Se quiere confundir multiplicidad de partido, con democracia, y partido único con arbitrariedad e imposibilidad de elegir otro que el mismo partido. Nada más lejos. Con el partido único se puede verdaderamente ejercer el sentido de la democracia al poder presentarse cualquier ciudadano, incluyendo lo que no estén en el partido. En las 100 horas de Ramonet, Fidel lo explica demasiado claro.

Y como los tres mosqueteros, los tres puntos aquí son cuatro:

Punto cuatro

En realidad esa condición de expropiación o mejor estatización de las grandes empresas es propia del análisis científico de Marx. Dejar una serie de empresas que controlen parte importante de la economía, significa que esa sociedad no va a avanzar en el sentido social, pero una cosa sí es seguro, que los bolsillos de los propietarios van a aumentar, y mucho.

Todas las grandes decisiones en cuanto a bienestar social o no está regulada por los grandes propietarios de empresas los que dominan y controlan con el poder de »sus» ganancias todo lo que se mueve en la sociedad. Si el automóvil eléctrico, es un ejemplo, no es una realidad hoy día, todo se debe a la decisión de los grandes vendedores de autos. Si los trenes y tranvías como solución a l transporte colectivo en cualquier sociedad moderna fueron desmantelados, no se debió a lo obsoleto de nada, se debió a los intereses para que todo el mundo ande en su propio carro, que usted debe comprarles a ellos.

¿Cómo se puede eliminar la explotación del hombre y al mismo tiempo legitimizar los grandes consorcios privados? Me confieso ignorante, no entiendo esa lógica, que me imagino debe ser demasiado científica.

Mercader

26 octubre MMVIII

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* Artículo completo aqui: «Welcome»… Trotsky Celia Hart 26 de octubre 2005

http://marxists.architexturez.net/archive/celia-hart/2005/welcometrotsky.htm