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Las ventajas de contar con una amplia mayoría para conducir cambios estructurales

Fuentes: Rebelión

El primer año de labor de la Coalición Nueva Mayoría (NM) presenta resultados que pueden ser diversamente valorados. Sin embargo, es necesario reconocer que el ritmo de las realizaciones, la mayoría de las cuales están contenidas en el programa de gobierno, es particularmente elevado y sostenido. En efecto, muchos de los avances que se han […]

El primer año de labor de la Coalición Nueva Mayoría (NM) presenta resultados que pueden ser diversamente valorados. Sin embargo, es necesario reconocer que el ritmo de las realizaciones, la mayoría de las cuales están contenidas en el programa de gobierno, es particularmente elevado y sostenido. En efecto, muchos de los avances que se han plasmado en proyectos legislativos representan sentidas y antiguas aspiraciones de amplios sectores del quehacer nacional. Un balance somero puede incluir: las leyes relativas a la condición de la mujer (aborto, creación de un ministerio específico ) y la equidad de género, los avances en el plano del sistema educativo -incluyendo las demandas históricas del profesorado-, las medidas relativas al resguardo del medio ambiente, la promulgación de leyes sociales más favorables a los trabajadores (reforma de leyes laborales, ley relativa a los trabajadoras domésticas), el fin de modo de escrutinio binominal, el derecho a voto a chilenos del extranjero, la reforma tributaria, las futuras leyes para sancionar la corrupción, los proyectos relativos a los asuntos indígenas, a la cultura y la adopción de una nueva Constitución.

Salvo la derecha, que defiende a ultranza la globalidad del sistema neoliberal, los otros sectores de la sociedad valoran de manera diversa el contenido de los proyectos.

Sin embargo, a nuestro entender, la principal novedad y éxito de la labor de la NM es justamente el hecho de avanzar a ritmo constante en el cumplimiento de las promesas contenidas en el programa. Aunque no sean en su totalidad inmediatamente tangibles para la gente, las transformaciones en este lapso de tiempo son las más profundas y numerosas experimentadas desde el comienzo de la transición. Nos encontramos en la etapa indispensable de modificación «de las reglas de juego institucionales» según lo identifica M. Harnecker (1), que permiten el posicionamiento de bases para futuros progresos. El buen desempeño y funcionamiento de la NM es entonces el principal logro de la coalición en este aniversario.

La actitud agresiva de los EEUU y la ofensiva de las derechas locales contra diversos gobiernos en América Latina -incluso contra gobiernos medianamente progresistas como Honduras o Paraguay- (2), revela su disposición de recurrir a procedimientos extremos con el fin de deshacerse de gobiernos no completamente sumisos a sus dictados. El mejor antídoto contra el riesgo de aventuras golpistas nacionales (3) y/o inspiradas y financiadas por el imperio, ha sido y es, el desarrollo de la más amplia correlación de fuerzas en defensa de nuestras aún inciertas democracias. Incurriríamos en una grave falta política si no considerásemos en su justo valor que la salvaguardia de la democracia lograda -y a que precio !-, no debe ser la última de nuestras preocupaciones.

Los avances en la lucha contra el neoliberalismo y sus nefastas consecuencias, serán irreversibles solo si profundizamos la democracia y logramos crear una coalición ampliamente mayoritaria paralizando, al mismo tiempo, veleidades golpistas. La unidad política puede contribuir de manera decisiva a alcanzar este objetivo. Es una de las tareas de la NM.

Abundante es la documentación acerca del intervencionismo estadounidense en Chile desde los años 60. Sin embargo, las observaciones de ciertos analistas (4), que evidencian la innegable responsabilidad de los EEUU en la realización del golpe en1973, pueden inducir al sentimiento de que, en el ambiente de guerra fría de la época, la experiencia del gobierno de Allende estaba ineluctablemente destinada al fracaso.

Dicha visión determinista y metafísica, además de no dialéctica, les permite a estos autores eludir, de paso, responsabilidades en actitudes adoptadas, durante el gobierno de Allende, que no contribuyeron precisamente a la consolidación y ampliación de la base social (5), constituyéndose así, de hecho, en factores desestabilizantes del proceso.

Nosotros pensamos que si hay unidad y lucha, nada está decidido de antemano, por muy poderoso que sea el adversario. El informe de la estadounidense Oficina Nacional de Estimaciones, que en junio de 1973 estimaba, en su último envío a Washington, que la salida más probable de la crisis en Chile era «un punto muerto», constituye una evidencia que apoya nuestra afirmación (6).

Con nuestra experiencia del golpe del 73 a cuestas, resultaría lamentable caer hoy en los mismos errores de ayer.

La unidad social y política mayoritaria en una sociedad, lo podemos constatar hoy en algunos procesos en curso en AL, va forzosamente permear ciertos estamentos de la sociedad donde los sectores reaccionarios han constituido particulares bastiones para defender sus prebendas y privilegios (poder judicial, fuerzas armadas y policiales, etc.).

Sería deseable que ciertos sectores políticos, pudiesen finalmente aprender a apreciar los esfuerzos colectivos que se hallan acumulados detrás del más pequeño éxito por muy «reformista» que este pueda aparecer, más aún si estos avances son estructurales. La principal, sino única, fuerza de los movimientos sociales, es la unidad, que debería ser una aspiración prioritaria, por encima de la figuración individual, por ejemplo. La regresión de la incidencia del actual movimiento universitario es la mejor prueba de que la unión por sobre la imposición de un método de acción en particular, permite no tan solo obtener resultados tangibles en lo inmediato sino también perspectivas de desarrollo a largo plazo.

Igualmente se puede citar como regresión el intento de sectores minoritarios o ajenos a la colectividad, que quisieron hacerse, por medios no democráticos y violentos, de la dirección del Colegio de Profesores.

Una buena ilustración contraria lo constituye la directiva de unión, con una dirigente comunista al frente, que ha permitido al Colegio de Periodistas poner en discusión nacional el escándalo de la concentración de los medios de difusión en Chile. La unidad y la acción colectiva convoca la masividad y la audiencia. La «ausencia», «dispersión» o «desaparición» de una cierta izquierda a la que algunos analistas se refieren (7) puede tener, un poco, su explicación en esta actitud.

Las proyecciones de la coalición gobernante, la NM, en la profundización de la democracia de la sociedad chilena y la ampliación de su base social, son indiscutibles.

Esperemos que los responsables políticos de la NM sabrán sortear las dificultades y hacerse cargo de la responsabilidad histórica que les atañe para cumplir los cambios que el país requiere.

Notas:

(1) «Y si nuestro caminar es a través de esta vía [vía democrática hacia el socialismo], tenemos que empezar, como primer paso, por cambiar las reglas del juego institucional.»

http://www.carcaj.cl/2015/03/tenemos-que-aprovechar-todas-las-contradicciones-posibles-y-concentrar-la-mira-en-la-oligarquia-entrevista-a-marta-harnecker/

(2) Manifestaciones subversivas y antidemocráticas en Venezuela (violentas), Ecuador, Brasil, campañas judiciales y financieras contra Argentina, etc. Golpes de estado disfrazado en destituciones de presidentes en Honduras en 2009 y Paraguay en 2012.

(3) En dos ocasiones en un año, al menos, se ha blandido el espectro del terror y golpe de estado: primero el presidente de la Polar Cesar Barros, en relación a las reformas -amenazando con la resurgencia de Patria y Libertad-, y luego, con motivo de los atentados en el metro en Maipú el diario la Segunda afirmó que en el país el terror estaba de vuelta.

http://www.elclarin.cl/web/opinion/politica/11598-invocando-a-patria-y-libertad.html

http://www.theclinic.cl/2014/09/09/presidenta-del-colegio-de-periodistas-condena-la-portada-de-la-segunda-es-irresponsable-y-promueve-el-temor/

(4) «La izquierda reformista y la izquierda revolucionaria durante el gobierno de la Unidad Popular», Ricardo Parvex. Crónica Popular Suplemento Celac N°4 «Chile 40 años después».

(5) «Había muchos sectores de la izquierda que planteaban que lo que había que hacer era destruir el Estado burgués, y que la Unidad Popular no servía para nada; es decir, lo que había ahí era un poco la política del MIR, que no entendió que no había fuerzas para expropiar todas las empresas y se puso a expropiar pequeñas empresas, con lo cual la estrategia de Allende, que era mantener un amplio bloque de apoyo social donde también estaban los pequeños empresarios, etc., se rompió.»

http://www.carcaj.cl/2015/03/tenemos-que-aprovechar-todas-las-contradicciones-posibles-y-concentrar-la-mira-en-la-oligarquia-entrevista-a-marta-harnecker/

(6) «los analistas de la O/NE erraban medio a medio ―quizá por primera vez en el caso de Chile― en su último informe previo al golpe, del 14 de junio de 1973, en el cual aseguraban que la salida más probable a la crisis era «un punto muerto».

http://www.elmostrador.cl/pais/2013/08/02/las-operaciones-secretas-de-la-cia-en-chile-y-el-golpe-del-73/

(7)

¿Alguien ha visto a la Izquierda?

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=196748&titular=

Sobre Chile y los falsos socialistas

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=195731&titular=sobre-chile-y-los-falsos-socialistas-

Carlos Ruiz: «La izquierda chilena tiene que ser refundada radicalmente»

http://eldesconcierto.cl/carlos-ruiz-la-izquierda-chilena-tiene-que-ser-refundada-radicalmente/

La izquierda chilena, entre el oportunismo y la victimización

http://www.elmostrador.cl/opinion/2014/10/28/la-izquierda-chilena-entre-el-oportunismo-y-la-victimizacion/

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