Aki Kaurismäki reflexiona en su última película sobre la inmigración y la solidaridad entre otros temas
Nuestro protagonista no es precisamente Carlos ni Groucho Marx, se trata de Marcel Marx, un personaje que arrastrará, no a las masas, sino a los pocos personajes que salen en su película a un Marxismo de barrio, a la lucha de clases y a la solidaridad con el más débil: un emigrante.
Película con una puesta en escena austera, con los personajes contados y una estética de los años 60. Sobre todo en los personajes que se suman a la solidaridad y colaboración para conseguir su fin. Los otros personajes, los «malos», ya visten y gastan teléfonos modernos.
Los personajes de ayer en lucha con la realidad actual, que es injusta, racista y estúpida. Un joven emigrante se escapa y lo primero que hace la policía es sacar su metralleta o superfusil para matar. La prensa da la noticia, como debe ser: «fugado un emigrante de un contenedor: armado y peligroso, ¿conexión con Al Qaeda?».
El pobre emigrante ya es un terrorista criminal, es un peligro social. Marx y su amigos se cuidaran de que al pobre muchacho no le falta de nada y consiga su objetivo, pasar el Canal de la Mancha y reencontrarse con su familia.
Marcel Marx, un bohemio de París que ha decidido ser limpiabotas en Le Havre para estar más cerca de la gente, hablar y convivir con ellos. Estar más cerca del Sermón de la Montaña, donde curiosamente se habla que no se puede servir a dos señores, a Dios y al dinero a la misma vez. Sermón que habría que recordar al Estado Vaticano y a sus embajadas las iglesias. Y también a los fervorosos creyentes neoliberales.
No es la única referencia a la iglesia, hay otra más buñuelesca y es un diálogo entre sacerdotes fumándose unos cigarrillos, sobre preferir el cielo dónde están las puertas abiertas para los inocentes, o la tierra, como prefirió venirse Jesús.
La frase que puede marcar el hilo de esta historia, es «soplan malos vientos fuera», en la calle, en nuestra sociedad, los vientos del neoliberalismo y el fascismo criminal. Pero esos malos vientos se estrellarán contra el bloque de la solidaridad y camaradería. Todos en nuestro barrio tendremos que levantar y construir nuestro El Havre. Nuestro comunismo local.
La película es un regalo para los amantes del cine político y de compromiso social y para terminar, Kaurismaki, nos regala un milagro, como premio a las ganas de vivir y compartir. También nos regala una banda musical única, con boleros, tangos y rock and roll francés.
Curiosamente hace un par de años se estrenaba en España otra película que se desarrollaba en la misma zona (Calais) y con la misma temática, la emigración y el castigo legal a los ciudadanos que ayuden o favorezcan alguna relación de ayuda y fraternidad, el delito de solidaridad: Welcome de Philppe Lioret, muy interesante pero no tan encantadora ni tan marxista.
TÍTULO ORIGINAL Le Havre
AÑO 2011
DURACIÓN 93 min.
País: Finlandia
DIRECTOR Aki Kaurismäki.
GUIÓN Aki Kaurismäki
FOTOGRAFÍA Timo Salminen
REPARTO André Wilms, Kati Outinen, Jean Pierre Darrousin, Jran Pierre Leaud PRODUCTORA Coproducción Finlandia-Francia-Alemania; Pandora Filmproduktion / Pyramide Productions / Sputnik.