Traducido del francés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
» ¡Cada uno en su casa! «, nos repite Le Pen desde lo alto de su desprecio por los árabes y los negros.
Por desgracia para él, las investigaciones de la paleontología (ciencia de la historia del hombre antiguo), nos enseñan que los primeros hombres vivían… en África. Sólo muy tardíamente emigraron a Europa, cuando ésta se vio libre de sus glaciares.
Así, los antepasados de Le Pen eran… ¡negros! Peor aún: de camino a Europa hicieron un largo alto en Oriente Medio. En una palabra, que nuestro racista también es » un poco árabe «. ¡Qué vergüenza!
Conclusión : si se hubieran prohibido las migraciones y se hubiera aplicado a sus antepasados el famoso » Cada uno en su casa «, Le Pen sería tan negro como Martin Luther King o Mandela.
¡A qué obedece, finalmente, el destino de un pequeño crápula racista!
Referencia : Herbert Thomas, L’Homme avant l’homme, p. 66-67 Découvertes Gallimard, n° 215.