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La política vista por un joven de 14 años

Lecciones para adultos

Fuentes: Punto Final

Tiene 14 años y opina que los políticos institucionalizados se han alejado de las personas, que tienen malas prácticas y que sus proyectos no representan los intereses del pueblo. Se declara, por el contrario, ferviente partidario de una nueva forma de hacer política, que respete la opinión de la ciudadanía. Piensa que el abuso infantil […]

Tiene 14 años y opina que los políticos institucionalizados se han alejado de las personas, que tienen malas prácticas y que sus proyectos no representan los intereses del pueblo. Se declara, por el contrario, ferviente partidario de una nueva forma de hacer política, que respete la opinión de la ciudadanía. Piensa que el abuso infantil debe ser enfrentado desde la derecha hasta la Izquierda como un «tema país». Defiende con pasión el proyecto de alcaldía ciudadana iniciado por Jorge Sharp en Valparaíso y explica los motivos que lo llevaron a escribir un poema a Fidel Castro.

Tadeo Villanueva Villagrán nació en Ciudad de México el 9 de julio de 2002, de padre mexicano y madre chilena. Vino a Chile en 2010 con su madre, vive en Valparaíso y en Santiago mantiene estrecha relación con su abuelo, que fue militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). El joven Tadeo se hizo conocido masivamente a través de un video «viralizado» por las redes sociales. Ha participado como invitado en el programa «Modo Termómetro» de Chilevisión que anima el periodista Iván Núñez. Tadeo estudia en el liceo Eduardo de la Barra de Valparaíso, el mismo en que estudió Salvador Allende. Luego quiere estudiar filosofía.

¿Cómo ha vivido este periodo de efervescencia política?

«Cuando llegué a Chile, participé en marchas por la educación y contra Hidroaysén. Me impactó su masividad, su diversidad y el deseo de participar de quienes marchaban. Había no solo estudiantes, también padres, madres, profesores o familias completas. Me sentí atraído por este movimiento tan humano y diverso; con batucadas, representaciones teatrales y caceroleos en los barrios.

Esta experiencia fue decisiva en mi toma de conciencia sobre la necesidad de ayudar a resolver la injusticia social en Chile, dónde hay una desigualdad que me causa rechazo. A partir de 2015 hemos conocido además casos de corrupción y de financiamiento ilegal de la política por grandes empresarios privados que han reafirmado mis convicciones».

Hoy la política está muy alejada de las personas. ¿Eso se puede remediar?

«Los políticos institucionalizados están lejos de las personas y sus intereses. En su concepción de la democracia, la única opinión de un ciudadano es el voto. En Chile no existe la discusión política ni proyectos que emerjan desde el sentir de las personas. La Nueva Mayoría y la Alianza pueden proponer soluciones parches sobre nuestros problemas e incluso levantar algunas de las banderas de los movimientos sociales, pero no actúan desde el diálogo y la inclusión. Esa realidad ha llevado a una desconexión profunda entre la casta política y la ciudadanía».

 

LUCHA POLITICA

¿Participa en algún movimiento político?

«Cuando ingresé a Revolución Democrática en 2015, la política se convirtió en un tema constante de conversación en mi familia, principalmente con mi abuelo. Necesitaba un espacio de participación y mi mamá me contó de un movimiento político al que el Servicio Electoral no le había permitido inscribirse por tener en su nombre la palabra revolución. Leí sobre sus principios y descubrí su relación con el diputado Giorgio Jackson, al que me siento cercano. Fui a su congreso estudiantil el verano de 2016 y terminé renunciando a mediados de mayo de 2016. Actualmente no milito.

Lo que más me gusta de RD es su invocación a hacer política desde las bases, algo diametralmente contrario a los proyectos de la Nueva Mayoría y la Alianza. Hoy las personas ven la política como algo malo, porque los cargos de administración burocrática o representación popular son ejercidos por personajes que tienen malas prácticas y sus proyectos emergen de intereses ajenos al pueblo.

Estoy interesado también en el Congreso Construyendo Alternativa, que convocan el Movimiento Autonomista y Convergencia de Izquierdas. Es una propuesta que no solo incluye a quienes militan en esas organizaciones, sino a todos quienes se sienten cercanos a la construcción de un proyecto político renovador, inclusivo y participativo».

Usted se hizo conocido por explicar las propuestas estudiantiles en los trolebuses de Valparaíso.

«Fue una idea que tuvimos con mi compañero Carlos Zepeda; estábamos un poco desmoralizados por la pérdida de credibilidad del movimiento estudiantil, y porque sus demandas han sido criminalizadas por los medios de comunicación. Nos subimos a los troles, para explicar los fundamentos del movimiento estudiantil y cómo funcionaba la toma de nuestro colegio; que era pacífica, abierta e inclusiva, sin sillas en las rejas de acceso y con actividades diarias abiertas a la comunidad porteña».

Después fue invitado a la televisión…

«Ha sido una experiencia que me abrió muchas puertas, pero no quiero ser otro personaje de la televisión. Las mías solo son opiniones sobre la contingencia, que no me convierten en un referente. Cercanos me han aconsejado evitar que los humos se me vayan a la cabeza, porque si eso sucede uno pierde en todos los planos de la vida y eso no lo quiero.

La gente me echa tallas en la calle y mis vínculos con el entorno siguen siendo normales. Lo más decepcionante ha sido mi relación con algunos colectivos políticos, que por el solo hecho de salir en televisión han querido acercarme a sus orgánicas. Otros, desde la extrema izquierda hasta la derecha, critican mi maneta de pensar. Esta situación me ha traído problemas emocionales, por algunos comentarios ofensivos vertidos en mi contra en redes sociales. Es fácil escudarse detrás de la pantalla de un computador para decir lo primero que se le ocurra sobre otras personas. Cuando esos comentarios hirientes empezaron a afectarme, dejé simplemente de leerlos.

Mientras aparezca en televisión, he decidido mantenerme sin militancia; para no comprometer con mis opiniones a algún colectivo y no recibir pautas sobre lo que tengo que decir».

 

POEMA A FIDEL

¿Cuál es el contenido de esas críticas?

«He opinado que debe existir una cultura de paz y apoyo a quienes carecen de un cobijo sentimental donde refugiarse. El principal motivo de la violencia en la conducta de muchos jóvenes hoy es el despojo emocional que sufren. Me refiero a la imposibilidad de relacionarse sanamente con sus pares, de expresar libremente sus emociones, de tener un refugio afectivo en las personas encargadas de su cuidado. Son jóvenes que viven en un entorno de violencia y mala crianza, que les ha impedido acceder a una educación que cumpla con mínimos estándares de calidad. Se ven impulsados a buscar salidas por el camino de la violencia y en última instancia de la delincuencia. No podemos seguir atacando solo las consecuencias de estos actos, hay que enfrentar también las causas de estos problemas para impedir que la criminalidad se siga extendiendo.

Algunos grupos de izquierda radical están en contra de la vía democrática para solucionar los problemas que existen en Chile y creen que es hipócrita criticar a los medios de comunicación masiva y al mismo tiempo participar en ellos. Dicen que no represento al pueblo y que soy un monigote de la tele.

Otras personas de derecha, como Sebastián Izquierdo, me contradicen afirmando que el crimen no puede desaparecer de nuestra sociedad; porque es algo propio de la sociopatía de algunos individuos. Que esas conductas van a ocurrir siempre, con independencia de las condiciones de vida que afecten a esos sujetos. Pero la mayoría de los delincuentes no son sociópatas y casi siempre son las circunstancias en que se criaron las que los impulsan a delinquir.

Con el poema que le hice a Fidel, la situación fue distinta. Muchos lo consideraron algo vergonzoso, patético y aberrante, y los entiendo en parte; porque si Pérez de Arce hubiera leído un poema a Pinochet, probablemente yo hubiera reaccionado de manera parecida. El poema a Fidel sacó ronchas, porque escribir un poema a alguien tan polémico indudablemente nos hace polémicos. Lo que tuve en mente fue la figura de Fidel, más allá del proyecto cubano, respecto al cual tengo diferencias. Pensé en el Fidel joven, en el revolucionario, en el que estuvo en la Sierra Maestra con el Che y Camilo Cienfuegos; muy distinto al Fidel que gobernó Cuba durante 56 años. Fue un reconocimiento al protagonista de una epopeya».

 

DERECHOS HUMANOS EN CHILE

¿Qué visión tiene de los medios de comunicación y su lugar en la sociedad?

«Critico a los medios porque deforman la realidad al no difundir ciertas noticias. Su enfoque tampoco me gusta, porque se criminaliza o descalifica la demanda social y están influidos por intereses empresariales.

En la tele todo es muy frenético y hay mucha presión. La dinámica de la televisión va al ritmo del rating . Hay que ir muy rápido cuando el rating está bajo y muy lento cuando está alto. Es una dinámica que no me gusta. Una vez fui a la radio Bío Bío y fue fascinante ver a los periodistas tan relajados, tomando café entre comerciales, sin preocuparse tanto de cuanta gente los estaba escuchando.

Las redes sociales son también un importante espacio para compartir información y ayudan a quedar informado; aunque los comentarios que se emiten no siempre aportan buena información. Hay algunos poco serios o mal intencionados que contribuyen a crear más confusión».

¿Se violan en Chile los derechos humanos?

«Tengo el testimonio de un amigo que estuvo en un hogar del Servicio Nacional de Menores (Sename) y me explicó cómo se vive adentro. Creo que allí se atenta constantemente contra la dignidad y el bienestar de los niños y niñas; desde la convivencia cotidiana entre pares, hasta en su relación con los adultos que los supervisan.

Desde la derecha hasta la Izquierda, el abuso infantil debe ser asumido como un tema país, y la discusión debe ir más allá de si Sename debe crecer o si los servicios de apoyo a los niños y jóvenes tienen que ser administrados por privados. En este sentido me siento plenamente interpretado por lo que ha dicho Gabriel Boric, que mandó ‘a la cresta’ al ministro de Justicia por su indolencia ante el abuso infantil.

Que una mujer mapuche tenga su guagua en la cárcel y engrillada y que todavía no se despenalice el aborto, son situaciones, como muchas otras, que atentan contra la dignidad y la libertad humana, con independencia de la posición política o del estrato social de la víctima. Creo que en Chile se atenta diariamente contra los derechos humanos.

Me gustaría erradicar también las prácticas machistas que cometemos en la casa, el colegio o con amistades. Para mí es difícil renunciar a los privilegios que tengo como hombre y a la cultura que me entrega esas preferencias frente a las mujeres. Me siento identificado con muchas de las banderas del movimiento feminista, pero lejano de un feminismo radical. Por fortuna hoy está emergiendo un sentir diferente en la sociedad sobre las prácticas machistas o la violencia de género».

 

ALCALDIA DE VALPARAISO

¿Qué opina de Jorge Sharp como alcalde de Valparaíso?

«Representa a un movimiento ciudadano y un proyecto político y social opuesto al duopolio Nueva Mayoría-Chile Vamos. El movimiento que lo llevó a la alcaldía ha sido muy transparente e inclusivo, organizado en un comando ciudadano que emergió desde el desencanto, la indignación y el deseo de cambio de la sociedad porteña. En su papel como alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp ha desarrollado un excelente trabajo hasta ahora, reduciendo costos. Esto es importante porque el municipio tiene una deuda de 50 mil millones de pesos. Redujo a 11 millones de pesos la licitación de las luces navideñas de Plaza Victoria, que inicialmente habían sido contratadas por su antecesor por 273 millones, y eliminó un cóctel privado reservado para algunos personajes de Valparaíso. También fue una gran señal que haya desayunado con los trabajadores del aseo el 1º de enero.

No hay que ver la política solamente como la disputa de un cargo, sino como un instrumento para una nueva praxis. Vamos por buen camino, pero hay que tener cuidado con que la conquista de alcaldías, concejalías o cargos parlamentarios se vuelvan un fin en sí mismo. La acción política será siempre un medio para realizar los cambios sociales que busquemos en conjunto con la ciudadanía, y por ese motivo esta alcaldía ciudadana es una herramienta que está a disposición de las personas. No queremos usar a los electores como instrumento para nuestros fines, sino convertir la municipalidad en una herramienta a su servicio.

El apoyo a Jorge Sharp se origina en comandos ciudadanos que demuestran que una democracia social es posible. El rol de los dirigentes es escuchar a la ciudadanía y dar vida a una conexión nacida desde el diálogo. La posibilidad de que esta nueva forma de hacer política se sostenga dependerá de que los dirigentes no olviden que su responsabilidad es ser representante de un proyecto político cuyo poder proviene de la sociedad»

 

Publicado en «Punto Final», edición Nº 869, 20 de enero 2017.

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