Esta semana fue aprobado por el Senado de la República el nuevo Código de Policía en el primero de cuatro debates por los que debe pasar la iniciativa legislativa. El proyecto de ley ha generado polémica y preocupación ya que se vislumbra como base normativa para abusos de autoridad policial. El pasado martes 16 de […]
Esta semana fue aprobado por el Senado de la República el nuevo Código de Policía en el primero de cuatro debates por los que debe pasar la iniciativa legislativa. El proyecto de ley ha generado polémica y preocupación ya que se vislumbra como base normativa para abusos de autoridad policial.
El pasado martes 16 de junio fue aprobada en el primero de cuatro debates la propuesta de nuevo Código de Policía que está siendo defendida por el senador Germán Varón Cotrino y la cual cuenta con el apoyo de los ministros del Interior y de Defensa. Dicha iniciativa ha generado debate, inquietud e inconformismo en diferentes sectores sociales y populares ya que le otorga a los uniformados una serie de facultades que atentan contra la libertad, los derechos humanos (como el derecho a la protesta), la privacidad, entre otros.
Uno de los primeros puntos de controversia es la posibilidad que se plantea en el nuevo Código de que la Policía pueda ingresar a los domicilios sin necesidad de contar con una orden judicial en caso de «alteración de la conciencia por sustancias alcohólicas o psicoactivas, que se presenten riñas, para preservar la seguridad, en persecución de una persona o cuando se altere la convivencia». Medida similar a la contenida en el Estatuto Antiterrorista del gobierno de Álvaro Uribe Vélez y que fue declarado inconstitucional en su momento.
De igual manera, otro artículo estipula el «traslado por protección» que podrán hacer agentes de la Policía a cualquier ciudadano que ellos consideren que presente «alteración de la conciencia» o «cuando presente comportamientos agresivos o temerarios, realice actividades peligrosas o de riesgo que pongan en peligro su vida o integridad o la de terceros». Así mismo, el proyecto de ley da vía libre al uso de armas como las pistolas eléctricas, lo cual potencia la probabilidad de violentar los derechos humanos, pone barreras burocráticas para que las personas puedan ejercer el derecho a la protesta, e incluso propende por la impunidad en casos de abuso de autoridad policial al limitar el tiempo de denuncia a cinco días después de que se haya dado la agresión.
Ante esta situación, diferentes organizaciones defensoras de derechos humanos han manifestado su preocupación y oposición rotunda frente a la inminente posibilidad de aprobación del nuevo Código. Por su parte, el senador del Polo Democrático Alexander López Maya manifestó ante los medios que «desafortunadamente en Colombia se tiene una cultura donde prácticamente se presume que los ciudadanos no son inocentes sino culpables, y bajo esa premisa se van a cometer muchos atropellos con este nuevo Código (…) Con estas facultades a la Policía, se van a aumentar los abusos por parte de la fuerza pública y justamente eso es lo que queremos evitar».
Es importante resaltar que en Colombia se presentan cotidianamente casos de abuso de autoridad por parte de la Policía Nacional, los cuales van desde agresiones verbales hasta asesinatos, desapariciones y torturas; acciones que han sido perpetradas sin ningún tipo de distinción, atacando niños, mujeres, campesinos, estudiantes, indígenas, entre otros. No es de extrañar entonces que se tema porque este nuevo Código termine siendo nada más que la carta magna para el abuso de la autoridad, escenario incongruente e inconsecuente para un país que se está pensando la construcción de la paz.
Fuente original: http://prensarural.org/spip/spip.php?article17120