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Leía la pasada semana que…

Fuentes: Rebelión

1.- Juanjo Echeverría, exconcejal de Urbanismo de Iruña, de UPN, envió una carta de opinión a «Diario de Navarra» en la que utiliza las últimas agresiones sucedidas en Iruñea para atacar al nuevo Ayuntamiento. En ella, asegura que ha habido un «notable aumento» de ataques sexistas debido a «graves problemas de seguridad», que sin embargo […]

1.-

Juanjo Echeverría, exconcejal de Urbanismo de Iruña, de UPN, envió una carta de opinión a «Diario de Navarra» en la que utiliza las últimas agresiones sucedidas en Iruñea para atacar al nuevo Ayuntamiento. En ella, asegura que ha habido un «notable aumento» de ataques sexistas debido a «graves problemas de seguridad», que sin embargo no especifica. Además, sostiene que en un año ha habido una «proliferación de bandas» debido también a «la nueva casta de ineptócratas». A su juicio, tras el cambio «ganan los delincuentes, pierden los ciudadanos». Escribía esto porque la ciudadanía estaba un tanto alarmada ante los últimos ataques de violencia sexista, después de que en el barrio de Donibane se conocieran dos casos de agresión en menos de 15 días a inicios de mayo. Después se han conocido más casos en Alde Zaharra y otros que de abusos en el entorno familiar.

Y a propósito de este tema también la semana pasada leí en «Gara» un artículo escrito por mujeres, que resultaba un martillazo, un martillazo seco y sordo. Decía: «La izquierda quiere que mujeres y hombres tengan el mismo capital económico cultural y simbólico, sin que los hombres pierdan espacio, voz, puestos, proyectos y protagonismo. Es como pretender adelgazar, sin dejar de zampar. Quieren igualdad y que donde ahora hay cien hombres haya cincuenta mujeres. Pero nadie deja su sitio. Algunas voces dicen que necesitan pedagogía para aprender a callarse y estar en segundo plano. Pobres. Es que la pedagogía de nuestras bisabuelas, abuelas y madres feministas parece que no fue atendida. No supieron (ellas, por supuesto) convencerlos de que cuidar, limpiar y servir gratis mientras otros cobran es una gracia divina maravillosa. Pobres. Se les enseñó a ser protagonistas. Por eso el 84% de quienes piden reducción de jornada para criar, gratis, son mujeres. Así que, o casi todas las familias de este país son de derechas y católico-apostólicas o es que son patriarcales. Y no hace falta que nadie jure, que para eso están las cifras: en la Comunidad Autónoma Vasca un 30% del PIB viene del trabajo que las mujeres hacemos gratis. Lo que por pura probabilidad significa que en la mayoría de los hogares (los vuestros incluidos) no hay una relación entre iguales, sino entre sirvienta vs señorito. Por tanto, el hecho de que la mayoría de este país se defina sociológicamente de izquierdas sólo confirma que la mayoría de este país miente sin parar», así de prieto contenido escribía días atrás un grupo de mujeres, como digo, a martillazos, a martillazo limpio.

Denuncias de agresiones y violaciones en la ciudad: en calles, en cantones, en parques, de noche y de día. ¡Y si sólo fuera en las calles…! Es que, como denuncian las mujeres, se da también en las casas, en los hogares, en las cocinas, en las alcobas, en las Iglesias, en las fábricas, en el salario, en las faenas de la casa, en los hijos… Gafas moradas, un grupo de mujeres llama en Bilbao a concentración al día siguiente al que ha habido una muerte de mujer por un marido o amante despechado. Siempre a las 8 en punto de la tarde. Por desgracia la concentración se da casi todas las semanas, a veces varias en la misma semana.

El exconcejal de Urbanismo, Juanjo Echeverría, no deja de ser otro violador más con baba patriarcal entre los dientes, como muchos de nosotros.

2.-

Religión Digital es una revista on-line, que ofrece información sobre hechos, actuaciones, intervenciones, propuestas, discursos de eclesiásticos o relativas a la Iglesia católica. Muestra unas veces la fragancia y otras la pestilencia, que vierten sus entrañas, dando una visión de hacia donde se mueve esta institución, que siendo cavernaria, sigue siendo luz y esperanza para muchos en nuestros días. A lo propuesto uno puede dejar su comentario libremente, sin traba alguna, la mayoría anónimamente, muy raramente va firmada con nombre y apellido, y algunos como el cuco y sus huevos en el nido de otros, usurpando por la jeta y la desvergüenza la personalidad de otros, incurriendo en el grave delito de suplantación de identidad. Con mucha frecuencia los comentarios son más escupitajo que razonamiento, resultando escaparate de la baja calidad cristiana que pulula por el entorno.

Y me acordé de aquel artículo, que no hace mucho, leí en Die Zeit magazin de Harald Martenstein sobre los viejos: «Algunos pensadores y autores alemanes de los más destacados han manifestado que consideran insensata una política de fronteras abiertas con los refugiados, como por ejemplo Rüdiger Safranski y Peter Sloterdijk. Desde entonces no hay día en el que no se publique algún artículo difamatorio contra estos disidentes, por regla general adobado con ataques personales, provenientes de algún cajón de bajos fondos.

En el periódico «die Zeit» dos intelectuales alemanes de renombre, el filósofo David Precht y el diseñador de transformaciones Harald Welzer, han acusado a sus oponentes de viejos, de «descompasados con la época, de no ir con los tiempos, que debieran aprender de los jóvenes». Precht tiene 51 años y Welzer 57, es decir unos 10 años menos que Sloterdijk. ¿Y hasta ahora por qué nadie ha tenido el coraje de decir a Precht y Welzer que tampoco ellos son ya jóvenes? ¿Es que acaso en casa de Precht se esconden los espejos bajo cortinas, es que no se ve? Me encorajina, dice el autor, escuchar tales sandeces, el que un intelectual utilice la edad del rival como argumento de vituperación y descalificación ¿O sea que el viejo Freud, el viejo Fontane, Goethe, Voltaire, Ernst Bloch… en su fase otoñal fueron todos ellos parlanchines viejos idiotas? El pseudo-argumento: «viejo = a idiota» no sólo es demostrablemente falso sino que, dicho de modo elegante, es ruin y de baja categoría y nobleza. Con su edad una persona poco puede hacer, se hace viejo, igual que con el color de su piel, se le da, lo mismo que el sexo o su orientación sexual. Leo con frecuencia, dice Martenstein, cómo hombres viejos insultan a otros viejos por ser viejos. Hay gente tan ruin que para disimular su tara y esconder su complejo farda de ser lo contrario: viejos que para encubrir su edad van de jóvenes por la vida, pobres que se las dan de ricos, tontos de listos y malas personas que se las dan de buenas y honradas. ¡Qué odiotez!

3.-

Leí un bello artículo de Lidia Falcón en Kaosenlared, que se preguntaba: «¿Quién es ese hoy gran defensor de derechos humanos, Leopoldo López?» Y contaba un retazo de su vida: » Un personaje de la ultraderecha desde la juventud, que incitaba a acciones callejeras contra la presidencia de Chávez. López alcanzó el cénit en su vehemente actividad política cuando se produjo el golpe de Estado que pretendió derrocar al presidente Hugo Chávez en 2002. Leopoldo encabezó la marcha de la oposición hacia el Palacio de Miraflores, residencia oficial del presidente, que terminaría ocasionando la muerte de decenas de personas.

Cuando él y los conspiradores antichavistas creyeron que con el secuestro de Chávez la asonada había triunfado definitivamente, López participó en el intento de linchamiento del entonces ministro de Interior y Justicia, Ramón Rodríguez Chacín. La causa judicial que se abrió contra él por su violenta participación en la tentativa de acabar con la vida del ministro sería sobreseída posteriormente, gracias a una amnistía general promulgada en 2007 por el presidente Chávez».

Alberto Rivera de Ciudadanos en su visita a Venezuela ha visto miseria: denuncia un apocalipsis en ese país que anda mal, hay hambre, hay revueltas, faltan medicinas… Es cierto, en Venezuela, en USA, en Etiopía, en Siria, en Grecia, en Inglaterra, en Francia, en Colombia…, en el mundo hay hambre, son miles los niños que mueren famélicos, miles los ancianos abandonados, las mujeres y hombres víctimas de abusos y saqueos… de hambre, de enfermedad, de soledad. ¿Pero desde cuando se acusa al otro desde nuestra miseria? ¿Acaso se acusa allí para esconder aquí?

Porque en el estado español hay gente que pasa hambre, que es expulsada de sus casas, millones los que no tienen trabajo, los que no llegan a fin de mes, miles los que andan pidiendo por las calles, los que llenan el estómago en comedores públicos… Y la culpa no la tiene el gobierno de Venezuela ¡Porque miseria, lo que se dice miseria, mira que hay un cacho largo entre nosotros! ¡Bueno, y no hablemos de corrupción, del PP sobre todo, y también del PSOE! No hay en toda Europa un partido tan corrupto como el PP, ni tampoco país europeo alguno, que teniendo un partido tan corrupto, sea el partido más votado. ¡Pueden imaginar la calidad de sus votantes! Quien vota a un partido corrupto no es víctima, es colaborador.

Así que antes de hablar mal de otros no tapemos nuestros espejos de casa, porque tenemos miseria a raudales.

Cuenta Eduardo Galeano en Espejos: «Cuando ya la guerra había destripado a una multitud de iraquíes, en su mayoría mujeres y niños, Bush confesó que las armas de destrucción masiva no habían existido. Las armas más letales jamás inventadas habían sido inventadas por él. En las elecciones siguientes, el pueblo lo recompensó reeligiéndolo.

Allá, en la infancia, cuenta Galeano, mi mamá me había dicho que la mentira tiene patas cortas. Mi mamá estaba mal informada».

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.