«Tenía la ilusión» de que el proyecto de ley de cuotas enviado hace un año al parlamento hubiese sido aprobado antes de las elecciones municipales de este domingo, dijo a IPS la ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), Laura Albornoz. Pero la iniciativa ni siquiera ha sido debatida. Para agilizar la tramitación, Albornoz […]
«Tenía la ilusión» de que el proyecto de ley de cuotas enviado hace un año al parlamento hubiese sido aprobado antes de las elecciones municipales de este domingo, dijo a IPS la ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), Laura Albornoz. Pero la iniciativa ni siquiera ha sido debatida.
Para agilizar la tramitación, Albornoz anunció este lunes, en conferencia de prensa con corresponsales extranjeros, que la próxima semana el gobierno dotará del mandato de urgencia a este proyecto de ley «que establece participación política equilibrada de hombres y mujeres», pensando ya en las elecciones parlamentarias de 2009.
«Lo que nos interesa es que se ponga en el debate. Yo no puedo asegurar un resultado» positivo, puesto que hay posturas divergentes hasta en la propia Concertación de Partidos por la Democracia, la coalición centroizquierdista en el gobierno desde la recuperación de la democracia en 1990, declaró.
La iniciativa en cuestión obliga a los partidos políticos a presentar listas con por lo menos 30 por ciento de candidatas mujeres, además de entregar un mayor aporte fiscal tanto a las postulantes que resulten elegidas como a las colectividades que superen el porcentaje de candidaturas femeninas establecido por la ley.
«Se trata de un proyecto de ley bastante inofensivo. Además del piso mínimo de 30 por ciento, le da más dinero a los partidos que opten por las mujeres. Lo hicimos así esperando derribar todas las barreras que existían, pero no ha sido fácil», comentó a IPS Albornoz.
La necesidad de contar con un instrumento de este tipo se hace patente al revisar las cifras: 90,3 por ciento de los candidatos a cargos de elección popular de todos los partidos políticos entre 1989 y 2005 fueron hombres, según cifras aportadas por la ministra.
Para las elecciones de este domingo, las estadísticas apenas mejoraron: sólo 20 por ciento de todos los candidatos a alcaldes y concejales son mujeres. Para las 345 alcaldías compiten 1.015 hombres y 216 mujeres y para los 2.146 puestos de concejales 7.057 varones y 2.429 mujeres.
Peor es el caso de los parlamentarios: cinco por ciento de los 38 senadores son mujeres, así como 12 por ciento de los 120 diputados.
Para Albornoz, el estancamiento del proyecto de ley de cuotas se suma al fracaso de otras iniciativas que buscan ampliar la participación política en el país, como el que permite el voto de los chilenos en el exterior y la reforma al sistema electoral binominal, que rige para los comicios parlamentarios y que excluye tanto a los partidos políticos minoritarios como a las candidatas mujeres.
A su juicio, «esto demuestra que todavía hay mucha gente interesada en mantener igual el (restringido) sistema político» chileno, aunque también «responde a una cultura machista».
La ministra del Sernam se postula a la presidencia por dos años de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), perteneciente a la Organización de Estados Americanos (OEA).
Precisamente, Santiago será sede de la XXXIV Asamblea de ministras delegadas de la CIM y de la III Reunión de ministras o altas autoridades de la mujer de los países miembros (REMIN), entre el 10 y 13 de noviembre.
En materia de participación política, «Chile tiene mucho que aprender de países hermanos, como Argentina, Colombia y Costa Rica», apuntó.
Según Albornoz, el único cambio palpable en la antesala de estas elecciones municipales en Chile es la mejor percepción ciudadana hacia las candidatas. «La gente ya no teme votar por mujeres», aseveró.
También cree que cada vez se abre más el abanico social de postulantes a cargos de representación popular. «Ya no sólo ingresan mujeres de una elite», añadió.
Lorena Fries, presidenta de la gubernamental Corporación Humanas, coincide con la ministra.
«Nuestro estudio titulado ‘De la demanda de clase a la demanda de género’, que analiza estadísticamente las elecciones municipales desde 1990 hasta 2004, concluye que las mujeres son buenas candidatas, puesto que reciben las preferencias tanto de hombres como de mujeres, y que hay una tendencia creciente a una solidaridad entre mujeres», dijo a IPS Fries.
Esto significa que «muchas mujeres optan por votar por otras mujeres porque creen que cumplen mejor con la labor para la que están postulando», explicó.
La elección como presidenta de Chile de Michelle Bachelet, en enero de 2006, fue una muestra de ello. «El diferencial que la hizo ganar provino de las mujeres que históricamente habían votado menos por la (gobernante) Concertación que los hombres», aseguró Fries.
La última encuesta de Corporación Humanas, difundida en septiembre y donde se entrevistó a 1.038 mujeres con derecho a voto, también da cuenta de la importancia que tiene para las chilenas la equidad de género en la política.
Sesenta y seis por ciento de las encuestadas consideró que las mujeres son discriminadas en política, aunque 51 por ciento sostuvo que la participación de las mujeres en altos cargos de decisión pública «ha mejorado».
En ello seguramente influyó el hecho de que el primer gabinete de Bachelet fue paritario, variando hasta los actuales 13 ministros y 9 ministras, y que la mandataria ocupó el mismo principio para designar a los subsecretarios, intendentes y gobernadores.
Para 70 por ciento de las consultadas, garantizar la paridad de género en todas las reparticiones del Estado es una necesidad «urgente», mientras que 67 por ciento no votaría por un candidato al parlamento que rechace una iniciativa legal en este sentido.
Para Fries, el estancamiento en el parlamento del proyecto de participación política equilibrada «es una vergüenza, puesto que la mayoría de los países de la región, que se supone tienen niveles de desarrollo más bajos que el de Chile, cuentan con leyes de cuota para los cargos de elección popular».
La abogada no es optimista respecto de su tramitación, puesto «que los mismos que se verían afectados por la ley son los que deben debatirla».
Finalmente, la encuesta de Corporación Humanas reveló que 63 por ciento de las entrevistadas votaría nuevamente por una mujer para presidente de la República.