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Lenin, hombre de partido y de centralismo, diferente a Marx

Fuentes: Rebelión

  1. En este año se cumple el 90 aniversario de dos revoluciones registradas en 1917 en Rusia: una en febrero, que derrocó al gobierno zarista, y otra en octubre, que obligó al gobierno de la burguesía a renunciar en beneficio del partido bolchevique encabezado por Lenin. Pero hay que señalar que esas revoluciones han […]

 

1. En este año se cumple el 90 aniversario de dos revoluciones registradas en 1917 en Rusia: una en febrero, que derrocó al gobierno zarista, y otra en octubre, que obligó al gobierno de la burguesía a renunciar en beneficio del partido bolchevique encabezado por Lenin. Pero hay que señalar que esas revoluciones han sido interpretadas de distinta manera. Desde el punto de vista oficial se ha explicado en buena cantidad de manuales y de propaganda que la primera fue una revolución burguesa y la segunda una revolución socialista. Sin embargo, además de que una docena de corrientes, también marxistas, cuestionaron la toma del poder por el bolchevismo, años después otras más (incluyendo a los mismos Lenin y Trotski) advirtieron sobre la «inmadurez» de la sociedad rusa y el terrible atraso de su economía. ¿Qué fue la confrontación contra los Kulaks, la NEP, el desarrollo de la burocracia y el mismo trotskismo, sino varios ejemplos de ello?

 

2. Sin embargo, aunque han transcurrido nueve décadas y, a pesar de que aquellas dos revoluciones han desaparecido, las experiencias aportadas por Lenin siguen muy vigentes, sobre todo en lo que se refiere a la teoría del partido que quizá no ha tenido paralelo hasta hoy. Lenin vivió en Rusia y en el exilio por y para el partido. Quizá nunca asistió a reunión alguna de su partido sin presentar por escrito algún documento de análisis y de propuestas. En el interior del partido nunca dejó de luchar por el triunfo de sus posiciones y cuando alguna vez fue derrotado logró imponer sus puntos de vista en otra votación. Él pensaba que todo dentro del partido y nada fuera de él. Su libro el ¿Qué hacer?, escrito en 1902, es esencial para entender por qué el partido debe centralizar todas las actividades. Por eso muchos críticos de Stalin señalan que el despotismo de éste tiene sus raíces y fundamentos en Lenin y la realidad rusa.

 

3. Lenin encabezó un partido obrero y una revolución «socialista» en un país esencialmente campesino, precapitalista y con escaso número de obreros. Un país dominado por la aristocracia zarista donde la democracia burguesa apenas llevaba unos meses y el absolutismo impedía las libertades. Eso explica que el partido de Lenin tuviera que ser centralizado, de cuadros «obrerizados», no de obreros; también que el partido fuera clandestino y no pudiera estar abierto a los simpatizantes sino sólo a los militantes. Por eso muchos marxistas de entonces, partidarios de la línea de masas y partidos abiertos como Rosa Luxemburgo, Plejanov y el mismo Trotski, calificaron a Lenin como dictador desde 1903. Sin embargo Lenin sólo se adecuaba a la realidad Rusa demostrando que no se podía ser democrático en aquellas condiciones. Por eso Lenin tuvo que aprovechar la Primera Guerra para hacer la Revolución.

 

4. ¿Hasta qué grado esas condiciones del «atraso ruso» y la decisión de Lenin (del «ahora o nunca») para tomar por asalto el poder en octubre de 1917, fueron determinantes en la imposición de una dictadura «haciendo de la necesidad virtud» (como dijera Luxemburgo) para defenderse de los «enemigos que salían o se veían en todas partes? No puede haber ninguna justificación pero sí una explicación de los hechos. Al parecer, todo lo que seguirá a partir de 1917: el centralismo del partido, la represión contra los sindicatos y marinos de Kronstand, la implantación de la Nueva Política Económica, la eliminación de la oposición de izquierda, la dictadura de Stalin, la degeneración del sistema, etcétera, son resultado de esas condiciones materiales y la dictadura del partido que siempre se justificó como «necesaria». Sin duda allí están las raíces de la caída que sufre la URSS y el «Bloque oriental» en 1989.

 

5. Muchos estudiosos han señalado que Lenin (1870/1924) no fue marxista, aunque siempre haya usado a Marx (1818/81) para argumentar sus ideas. Otros han dicho que adecuó la teoría marxista a la semifeudal Rusia de fines del siglo XIX y principios del XX. La realidad es que Marx vivió siempre en Europa y Lenin en Rusia asiática, aunque haya vivido un tiempo corto, como exiliado, en Suiza. Sin embargo, lo fundamental, es que Marx hizo teoría para analizar con profundidad el sistema de explotación capitalista y para demostrar que el proletariado es la clase revolucionaria que enterraría ese sistema, mientras Lenin hizo toda su teoría en función de la construcción de un partido de clase como instrumento de la toma del gobierno y la instauración de una sociedad socialista. En tanto Marx busca libremente, Lenin construye y domina un partido, encabeza una revolución y busca construir una nueva sociedad.

 

6. La teoría leninista de partido se impuso como modelo en todos los partidos de izquierda del mundo. La Tercera Internacional leninista se encargó de difundir la obra del dirigente de la «primera revolución socialista». Aunque Lenin murió en 1924 y durante más de dos años estuvo enfermo, casi fuera de circulación, reconoció que Rusia no era un país socialista o quizá sólo un estado obrero burocratizado. A su muerte se impuso una dictadura stalinista de 30 años que convirtió el llamado socialismo en una caricatura y a los partidos comunistas en simples seguidores de las consignas de la Internacional Comunista. El modelo de partido leninista centralizado y jerárquico de comité central, cuadros medios y bases que obedecen, de «centralismo democrático» y de políticas de alianzas, se impuso. En la historia de los partidos comunistas en cada país se pueden ver las causas que llevaron a la casi desaparición de esas instituciones.

 

7. Lenin, como Marx, tiene obra filosófica (Materialismo y empiriocriticismo y varios resúmenes y artículos condensados en sus Cuadernos filosóficos) Escribió en 1899 un estudio económico de unas 600 páginas conocido como El desarrollo del capitalismo en Rusia y por lo menos un centenar de ensayos sobre estrategia política. Lo importante es subrayar que Lenin sólo escribió en función del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso y desde 2002 del Partido Bolchevique. Los trabajos filosóficos de Marx, contra los filósofos Hegel, Bauer, Feuerbach por ejemplo, o los económicos contra las escuelas predominantes en su tiempo, buscaban destruir un pensamiento o una visión general del mundo. (Ver mi artículo en Rebelión, sección Opinión del 28/IV/07) Lenin, por el contrario, tanto en filosofía, economía o política su objetivo fue siempre la lucha por la construcción del partido revolucionario y derrotar todas aquellas interpretaciones que perjudicaban esa «única» tarea

 

8. En tanto Marx seguirá presente con sus teorías e interpretaciones sobre economía, filosofía, historia y política, Lenin seguirá recordándosele por haber encabezado la revolución rusa. Sin embargo, en cuanto a la organización del partido y su papel como dirigente, parece que desde los años sesenta comenzó a no ser relevante. Mucho más si se trata de un partido o de una organización centralizada y jerárquica. Se ha demostrado que el partido es el germen del Estado y del gobierno autoritario y represor. A partir de los años sesenta se demostró que la familia, la escuela, la iglesia, la fábrica, el partido, el gobierno, el Estado en su conjunto, son instituciones autoritarias y represivas que castran en vez de liberar. Si acaso todavía puede ser útil un partido tiene que ser de «nuevo tipo», es decir, sin jerarquías, con estructura horizontal, derechos igualitarios y que prohiba cualquier negociación sin consulta de bases.

 

9. En México vivimos toda esa rica historia que viene del marxismo, el leninismo, el maoísmo, el trotskismo, el espartaquismo y el anarquismo. El Partido Comunista Mexicano vivió con Dionisio Encinas 20 años de dictadura stalinista. A partir de 1960 se inició lo que seria el jruchovismo con el arribo de Martínez Verdugo en la dirección del PCM. En estos mismos años aparecen grupos maoístas, trotskistas y espartaquistas que se desarrollaban paralelamente al PCM buscando construir el partido de la clase obrera. Sin embargo a partir de 1977, con la llamada reforma política instrumentada por el gobierno burgués, todo aquello se vino abajo para que el 80 por ciento de aquellos partidos y organizaciones ingresaran a los procesos electorales y a los cargos ofrecidos. Por eso los ideales anarquistas o libertarios, sobre todo entre los jóvenes, se fortalecieron. La teoría del partido leninista casi ha desaparecido.

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