Hace un clima agradable en Buenaventura, el sol en el puerto aún no se ha asoma, ni acosa, solo se siente una atmosfera húmeda con un ligero olor a salinidad que dejan entrever un ambiente tranquilo donde nos hallamos. Las mujeres convocadas van llegando una en una donde se agrupan en el salón. Entre un […]
Hace un clima agradable en Buenaventura, el sol en el puerto aún no se ha asoma, ni acosa, solo se siente una atmosfera húmeda con un ligero olor a salinidad que dejan entrever un ambiente tranquilo donde nos hallamos.
Las mujeres convocadas van llegando una en una donde se agrupan en el salón. Entre un tiempo y otro, los minutos pasan hasta que aparece Leonila Murillo, representante de las madres comunitarias perteneciente al sindicato de Sintracihobi. Su figura fina, delgada se impone bajo un paso lento, avanzando con firmeza, ella tranquila y de manera rítmica llega al recinto, allí con su carisma reposado, invita bajo su voz apiñada por los años un saludo que con gran fuerza invita a mirarla, de manera discreta se sienta en la parte de atrás del grupo. Las mujeres a su alrededor se fijan en ella, la saludan dejando ver un agrado, una admiración por su presencia en el lugar. Todas allí están reunidas con un gran gesto, con sentido que colma el trabajo y el amor colectivo.
En el trasegar y hacia el final del día hablo con ella nuevamente, ella amablemente me concede una pequeña entrevista- se sienta a mi lado- y ligeramente se sonríe, le expreso:
MF- Dígame sobre usted…
Con un gesto amable, me reposa su brazo sobre mí espalda se sonríe y agrega:
Soy Leonila Murillo – madre comunitaria, se ríe con gran amplitud como mujer chocoana- dice- tengo 80 años…soy del Chocó, del río San Juan, hace más de 60 años vivo en Buenaventura. Nunca nos vinimos por cosas de violencia, sino porque quisimos.
MF- ¿Hace cuánto es madre comunitaria?
Leonila – Soy madre comunitaria hace 27 años, tengo 3 hijos.
MF- ¿Qué es lo más mejor de ser madre comunitaria?
Leonila- Es la relación con los niños.
MF- ¿Cuál ha sido su lucha al interior de la organización de las madres comunitarias?
Leonila – El enfrentamiento con el Instituto de Bienestar Familiar -ICBF, por los derechos de nuestros trabajos, por el derecho laboral. Lo vengo haciendo desde 1999.
MF – ¿Cómo se llama el sindicato y cuantas mujeres comunitarias lo integran?
Leonila – Se llama Sintracihobi, somos 1.200 integrantes de los ríos y las veredas de Buenaventura.
MF – ¿Qué es lo más bello de ser sindicalista?
Leonila – es tener poder para reclamar los derechos como madre comunitarias
MF – ¿Cuáles son los avances sobre la reivindicación y el reconocimiento de los derechos de las madres comunitarias ante el gobierno?
Leonila- La aceptación del trabajo como madre comunitaria, el reconocimiento de un salario mínimo, contratar a las madres comunitarias actualmente vinculadas, un proyecto de pensión para las madres comunitarias y aún una pelea para que se reconozca a las madres comunitarias antiguas, sin los términos que se debe ser «profesional» para contratar o reconocer nuestros derechos, nosotros empezamos a trabajar con mínimas condiciones y somos madres. Esperamos que el ICBF cumpla lo pactado.
MF -¿Cuál ha sido la mayor dificultad que atravesado el sindicato estos últimos tiempos?
Leonila : el enfrentamiento con el Instituto de Bienestar Familiar- ICBF
MF – ¿Qué le diría a las nuevas generaciones?
Leonila- para enfrentar la vida hay que tener bien el corazón y no tener miedo. Invito a muchas madres comunitarias que se unan al trabajo de lucha. La unión hace la fuerza.
MF -…en la lucha..?
Leonila- Si, cuando se inicia hay que llevarla en el corazón y con fuerza de trabajar, unirnos y no desfallecer.
Debemos detener la entrevista ya es tarde y ella debe regresar. No despedimos, no sin antes agregarme…» que algunos políticos como Dilian Francisca -gobernadora del Valle ahora quiere abanderarse del tema de las madres comunitarias cuando realmente, los logros son de las madres comunitarias bajo una lucha sindical, pero no por la intervención de políticos ya que muchos se quieren apropiar de la causa..». Mientras la escucho viene a mi pensamiento como el ex-presidente Alvaro Uribe Vélez, implicado en graves violaciones de derechos humanos, hoy senador del partido de extrema derecha Centro democrático , se ha tomado la causa de las madres comunitarias, él habilidosamente el día 11 del mes de mayo-2016 radicó un proyecto de ley que busca formalización laboral de madres comunitarias( 173-2016). Sigo atenta y la escucho.
Leonila – dice, seguiré luchando como sindicalista hasta el final de mis días, pues el derecho laboral es inalienable, se debe seguir luchando por los derechos de las mujeres- asegura ninguna mujer debe tener miedo y siempre estar en pie de lucha. Ella finaliza allí, se para de la silla, se despide con un gran abrazo fraternal. La veo silenciosamente como avanza hacia la puerta donde nos encontramos…
María Fernanda Q. Alzate, Geógrafa e Investigadora social : Memoria-Territorio y Derechos Humanos