A finales de abril se recuerda a Cervantes y a Shakespeare en la semana más librera del año. Es una buena ocasión para conocer las novedades editoriales y también para la solidaridad con quienes no tienen fácil acceso a la cultura.«Si me falta un día la lectura es como si no hubiese comido, por eso […]
A finales de abril se recuerda a Cervantes y a Shakespeare en la semana más librera del año. Es una buena ocasión para conocer las novedades editoriales y también para la solidaridad con quienes no tienen fácil acceso a la cultura.
«Si me falta un día la lectura es como si no hubiese comido, por eso me ofrecí para colaborar en la creación de bibliotecas». Esa es la experiencia de Clara, voluntaria del Programa Libro Solidario. Desde 1998 la ONG Solidarios ha enviado más de 500.000 libros de literatura universal, juvenil e infantil y de divulgación a centros escolares y de enseñanza superior para la creación de 300 bibliotecas.
La idea surgió al comprobar que muchas Escuelas Normales y Facultades latinoamericanas, de donde salen los futuros educadores, carecían de los grandes títulos de la literatura, de los libros de consulta, diccionarios, etc. Y todos sabemos la importancia de conocer los clásicos y las fuentes para poder compartir el saber.
La lectura amplía y enriquece el lenguaje, potencia la imaginación y nos permite familiarizarnos con personajes, temas y estilos diversos. También nos hace transitar por sentimientos y situaciones que nunca hemos vivido. Es una forma de conocer más la vida. Mientras la televisión y el cine nos ofrecen las imágenes ya elaboradas con su mensaje, los libros nos permiten pensar, imaginar, hacernos preguntas. Todo libro encierra un misterio y las bibliotecas son ese territorio que nos comunica con un mundo casi ilimitado.
Muchos países han hecho grandes esfuerzos para alfabetizar a sus poblaciones. No obstante, aún existen más de 40 millones de analfabetos en América del Sur. Sobre todo entre los mayores de 24 años, comunidades indígenas y núcleos marginales urbanos y rurales. La lectura y la escritura son instrumentos de inclusión social y de desarrollo de las comunidades.
Los costes de producción de los libros han bajado, pero siguen siendo un bien escaso en amplias zonas del mundo. En muchas regiones, la escasez de libros y los elevados precios hacen que los ciudadanos se vean incapacitados para acceder a ellos, ni siquiera a libros comunitarios en bibliotecas públicas. Es el caso de la mayoría de países latinoamericanos, con poblaciones enteras formadas, pero impotentes ante la imposibilidad de acceder a las herramientas culturales.
Ésta es la experiencia de organizaciones que, como Solidarios, llevan a cabo proyectos educativos en América del Sur y Centroamérica.
Con el programa Libro Solidario se realizan campañas de recogida de libros en universidades, colegios, editoriales y librerías, etc. En especial resultan valiosas aquellas donaciones de personas particulares, cuando una vez leídas aquellas novelas o libros que les sirvieron en su momento, saben desprenderse de ellos para que otros los puedan disfrutar.
Los voluntarios van tres horas a la semana para clasificar los libros de acuerdo a un amplio tipo de biblioteca fundamental y a las necesidades concretas de cada petición. Se elabora una base de datos con las características de la biblioteca que se envía a cada centro para que puedan gestionar esos fondos, se preparan las cajas con sus listados y por último se envían por barco.
Las campañas de este año llevan su eslogan «Trae un libro y un euro», pues de esta forma simbólica, quien dona sus textos, también participa en el coste del envío. Se crea así un hermoso puente de cultura: desde las estanterías repletas de los países ricos hasta las casi vacías o inexistentes bibliotecas de los países empobrecidos.
En el mundo, hay más de 880 millones de personas analfabetas. Y sabemos que no existe verdadera educación sin la lectura adecuada. Por eso es tan importante el acceso a los libros para lograr un desarrollo humano de los pueblos. El libro es la herramienta más importante en la instrucción de las personas y en la comunicación de los conocimientos.
Federico Mayor Zaragoza, ex Director General de la UNESCO, afirmaba que «la cultura da forma a nuestra visión del mundo. Puede dar lugar a los cambios de actitud necesarios para garantizar la paz y el desarrollo sostenible». Por eso, donar libros es dar paso a la vida.
http://www.ucm.es/info/solidarios/ccs/articulos/educacion/libros_para_la_vida.htm