Pobreza extrema, contaminación ambiental producto de la industria forestal y hostigamiento policial permanente constataron los líderes de la principal plataforma estudiantil chilena tras visitar zonas de conflicto territorial en Wallmapu. La gira fue posible gracias a gestiones de la Federación Mapuche de Estudiantes. El País Mapuche concentra las tasas más altas de indigencia y […]
Pobreza extrema, contaminación ambiental producto de la industria forestal y hostigamiento policial permanente constataron los líderes de la principal plataforma estudiantil chilena tras visitar zonas de conflicto territorial en Wallmapu. La gira fue posible gracias a gestiones de la Federación Mapuche de Estudiantes.
El País Mapuche concentra las tasas más altas de indigencia y pobreza de Chile: una de cada cuatro personas vive bajo la línea de la pobreza. Esta situación es especialmente aguda en las comunidades. La ausencia de luz, agua y alcantarillado son la tónica frecuente en muchas de ellas. Luego de ser reducidos y, en muchos casos, trasladados de sus territorios, las comunidades mapuches se ven rodeadas por terrenos de empresas forestales que han ido adquiriendo progresivamente sus espacios y sus aguas de riego.
Así, durante la semana pasada, Noam Titelman presidente de la FEUC, Gabriel Boric, presidente de la FECH y representantes de la Federación Mapuche de Estudiantes (FEMAE), visitaron estas comunidades, duramente reprimidas por sus demandas territoriales no resueltas. Esto luego de que una serie de organizaciones de derechos humanos, como la Comisión de Ética contra la tortura, hicieran un llamado de atención sobre la situación preocupante que se está viviendo en esta zona.
Junto a la pobreza radical, causada por la pérdida de territorios, un conflicto que tomaba verdaderas características de conflicto armado de baja intensidad, hacía imposible la vida de centenares de familias. El motivo de estas visita era doble. Por un lado, empezar a establecer vínculos para futuros trabajos de invierno. Por otro lado, era urgente informar a toda la ciudadanía de lo que estaba sucediendo para que se pudiera conocer, también, las versiones de los allanados y se hicieran públicos los vejámenes a los que eran expuestos.
Como lo describió Lorena Fries, directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos: «El accionar de Carabineros en los contextos de allanamiento con orden o bajo la persecución de personas, se está afectando a una población que es más amplia que quienes son sospechosos de la comisión de un delito, eso da cuenta de un actuar indiscriminado que genera un ambiente complejo». Los integrantes de la Comisión de Ética relataban historias de abuso y maltrato a mujeres, niños y ancianos. Más allá del conflicto en torno a las demandas propias del pueblo mapuche, lo que se veía en la zona serían atropellos a derechos humanos básicos.
En la zona roja
El día jueves 19 de enero, la FEUC junto a la FEMAE visitó dos de las comunidades de la llamada «zona roja» (en las vecindades de Ercilla). La generosidad y hospitalidad de los habitantes contrastaba con su aguda pobreza y desprotección. Además, era notoria la presencia policial constante, incluido un retén permanente. La comitiva fue recibida por dirigentes locales, voceros e incluso una machi, además de los niños y mujeres que se sumaban con gran interés en contar sus experiencias. Una escena particularmente abrumadora fue la que describió la machi de la comunidad José Guiñon quien fuera amarrada en un allanamiento frente a su propio hijo.
En la comunidad José Guiñón los dirigentes estudiantiles pudieron conocer de boca de las propias familias la realidad que viven éstas cada vez que se producen allanamientos por parte de la policía. Tras eso, se trasladaron hasta el sector de Pailahueque, también en la comuna de Ercilla, para entrevistarse con familias de Loloko que mantienen tomado un predio que consideran ancestral. José Ancalao, dirigente mapuche que, a la vez, integra la CONFECH, indicó que las conversaciones se centraron en la Ley Antiterrorista y en los abusos que las familias indígenas sufren cada vez que se realizan operativos policiales al interior de sus comunidades.
En este primer encuentro entre dirigentes universitarios y mapuches el objetivo fue posibilitar un acercamiento y conocer las realidades del pueblo mapuche, además de crear un vínculo de trabajo futuro, según dio cuenta el propio Ancalao. Tras sostener estas reuniones, los representes de la CONFECH se comprometieron a usar sus plataformas comunicacionales para difundir las problemáticas indígenas en el País Mapuche.
El sábado 21 se realizó la asamblea de la CONFECh en Temuco, organizada por la FEMAE y la FEUFRO. En esta ocasión la FEUC expuso, junto a un comunero, la situación de las comunidades e instaron a los dirigentes a conocer la situación de primera fuente. La comitiva regresó a la zona de conflicto el domingo, esta vez con varios dirigentes de la CONFECh, esta vez junto al presidente de la FECH, Gabriel Boric. «Les hemos entregado un reconocimiento a las legítimas demandas que ellos han planteado y solidarizamos ante los hechos de los que han sido víctimas», declaró el lider de la FECH.
A juicio de Boric, aun queda mucho por avanzar para reconocer la diversidad indígena de Chile. «Cuando puse en mi cuenta de twitter que íbamos a visitar esas comunidades, en varias respuestas algunos me preguntaban por qué íbamos a ver a terroristas, a esos indios flojos. Aquí hay mucho prejuicio y falta de comprensión. Por eso nuestra visita ha sido buena, porque así podemos comenzar a socializar la realidad del pueblo mapuche».
«Aunque es imposible comprender la cosmovisión mapuche en apenas un par de horas, sí nos pudimos interiorizar de las reivindicaciones más urgentes», agregó Boric. «Estuvimos en una comunidad que ha sido allanada como quince veces en los últimos años. Vimos mujeres que han sido golpeadas en esas operaciones. Tirados en el campo, había cartuchos de bala. Esto nos permite estar conscientes de que el Estado tiene que hacer un reconocimiento de esta realidad. Las comunidades enfrentan una gran pobreza material, pero no espiritual», subrayó.
Cabe destacar que luego de la visita de los dirigentes, la Comunidad José Guiñon fue allanada dos veces. La Machi, quien ya había sufrido maltratos en los allanamientos anteriores, en esta ocasión terminó con parálisis y se encuentra hospitalizada en estos momentos. La defensa de los derechos humanos no es patrimonio de ninguna organización. Tampoco es propiedad de izquierdas ni derechas. La defensa de los derechos que nos hacen humanos es obligación de todos, concluyeron los delegados de la Confech.