El pueblo de Chile, con su unidad y su lucha, obtuvo un gran triunfo, el más importante desde el término de la dictadura, en las elecciones municipales del 31 de octubre.Ha emergido una nueva fuerza, que hace renacer la esperanza y abre una perspectiva para la realización de los sueños compartidos por millones de chilenos.Los […]
El pueblo de Chile, con su unidad y su lucha, obtuvo un gran triunfo, el más importante desde el término de la dictadura, en las elecciones municipales del 31 de octubre.
Ha emergido una nueva fuerza, que hace renacer la esperanza y abre una perspectiva para la realización de los sueños compartidos por millones de chilenos.
Los sectores excluidos por la institucionalidad heredada de la dictadura, que la Concertación no ha tenido la voluntad política de cambiar, se han puesto de pie en la búsqueda de la justicia social y la dignidad.
El poderoso avance de las fuerzas que se agruparon en la lista Juntos Podemos expresa las luchas de los trabajadores, de los desocupados, de los jóvenes, las mujeres, de los pueblos originarios, de los defensores de los Derechos Humanos, de organizaciones de la tercera edad, de creyentes, de la diversidad sexual, de defensores del medio ambiente y ecologistas, de los intelectuales y artistas, de los que luchan por la paz, de todos los desencantados por un sistema político y económico que pone por sobre el interés del pueblo y el país el egoísmo, la inhumanidad de un pensamiento ideológico neoliberal que sólo beneficia a unos pocos y hace tabla rasa de los derechos de una inmensa mayoría.
Son también expresión del rechazo a este sistema inhumano, los millones de personas que no se inscriben para participar en procesos electorales vacíos de contenido, los cientos de miles que anularon sus votos y muchos de los que votaron en blanco, que hoy tienen la posibilidad de expresarse como parte de esta nueva fuerza.
Se ha creado una nueva situación política en Chile.
Son millones los que concluyen que los problemas del país no se solucionarán en los marcos del esquema político económico imperante, sino en un nuevo sistema de desarrollo nacional, que debe construirse mediante una alianza estratégica de movimientos políticos y sociales capaz de generar la unidad de las fuerzas necesarias para cumplir con ese objetivo.
Esta victoria ha sido posible por la existencia del Movimiento Poder Democrático y Social, PODEMOS, fuerza que tiene la posibilidad y la gran responsabilidad de hacer una contribución sustantiva a la convocatoria de todas las fuerzas y expresiones antineoliberales, para construir, en conjunto, un proyecto nacional democrático y alternativo al dominio neoliberal que la derecha y Concertación administran.
Hoy es el tiempo de concordar una plataforma realista y viable, para abrir paso a un gobierno democrático y nacional, que represente las esperanzas y aborde las necesidades de las grandes mayorías, en primer lugar de los trabajadores.
Es posible, sobre la base de esta plataforma, concordar en una persona que asuma la candidatura presidencial única de todas las fuerzas antineoliberales.
Al mismo tiempo, debemos avanzar en la conformación de una lista parlamentaria unitaria de todos los que nos comprometemos con este proyecto nacional y democrático.
Los comunistas estamos por fortalecer el Movimiento por un Poder Democrático y Social, PODEMOS, su unidad y su desarrollo por la base. Y tenemos la disposición de buscar y encontrar entendimientos, con todos aquellos, fuerzas políticas, sociales, personalidades y dirigentes, que manteniendo sus identidades y autonomías, crean como nosotros en la necesidad de construir un espacio común para impulsar las transformaciones sociales, económicas y políticas que superen el neoliberalismo en Chile.
Nuestro llamado contiene un sentido de urgencia, ante el deterioro de las condiciones de vida de millones de chilenos, ante las agudas y brutales desigualdades que impone el neoliberalismo, ante el desprecio de las autoridades hacia los trabajadores, ante la represión que se descarga sobre las distintas expresiones de movilización social.
Es la hora de la esperanza, de sentirnos parte del creciente torrente popular y antiimperialista que recorre América Latina. Este es un tiempo de generosidad que nos interpela a todos.
El desencanto que proviene de un sistema de vida administrado por la Concertación y la derecha, busca una nueva alternativa.
Debemos construirla en conjunto.
Comité Central
Partido Comunista de Chile