«Creemos en la vigencia histórica del ejemplo de Guevara. No en su mera vigencia retórica. Creemos en la historia y en la experiencia histórica como escuela de los revolucionarios. No en los anhelos idealistas de una minoría pequeñoburguesa encaramada en la dirección de un partido obrero. Hemos aprendido de la historia. Hemos decidido seguir el […]
«Creemos en la vigencia histórica del ejemplo de Guevara. No en su mera vigencia retórica. Creemos en la historia y en la experiencia histórica como escuela de los revolucionarios. No en los anhelos idealistas de una minoría pequeñoburguesa encaramada en la dirección de un partido obrero. Hemos aprendido de la historia. Hemos decidido seguir el ejemplo de Lenin, Fidel y el Che»
Luciano Cruz- Santiago de Chile – 1969
Tras la transición pactada a la democracia burguesa, el bloque en el poder y los gobiernos de turno no sólo han mantenido el sistema de dominación y el régimen de explotación capitalista, sino que han profundizado y acrecentado las diferencias políticas, sociales e inclusive salariales que el día de hoy tiene a Chile como uno de los países con mayor desigualdad de la OCDE.
Frente a este complejo escenario, donde el «tejido social» se encuentra destruido y los movimientos de masas desarticulados e impotentes, aparece un pujante movimiento estudiantil el cual principalmente en los años 2006 y 2011 logra instalar determinadas reivindicaciones, alentar, movilizar y dinamizar a diversos sectores de la clase trabajadora e introducir cuestionamientos al modelo económico y político.
A pesar de esto y de que el gobierno de Michelle Bachelet prometiese Educación Gratuita y de Calidad el año 2014, cuando asumía nuevamente el ejecutivo la Concertación, ahora con el Partido Comunista como vagón de cola; sin duda el movimiento estudiantil ha tendido a alejarse de sus propias demandas, de hecho tan sólo hemos rozado algunos de los objetivos que tras fuertes movilizaciones instalaron los y las estudiantes de Chile durante la algidez de las protestas, con cientos de liceos, colegios y universidades tomadas.
No obstante lo anterior y de que algunos sectores del CONFECH señalan que el movimiento estudiantil ha ido perdiendo la confianza y legitimidad por parte del pueblo, la herida sigue y seguirá abierta, puesto que el problema educacional es una demanda latente, un conflicto que continuará vivo en la medida que nuestro pueblo deba endeudarse para estudiar y el dinero no alcance para vivir mes a mes.
UNIDAD EN LA LUCHA, CAMINO DE VICTORIA: LA COORDINADORA NACIONAL DE ESTUDIANTES REVOLUCIONARIOS
La lucha de clases en Chile, tal como señalamos, se encuentra en una situación donde la clase proletaria en su conjunto presenta escasos niveles de conciencia y organicidad, lo cual explica o posibilita la condición de que las fuerzas clasistas y revolucionarias se hallen dispersas y fragmentadas en términos políticos y orgánicos.
Ante dicha situación, consideramos que una de las formas correctas de avanzar es la constitución de una Coordinadora Nacional de las y los Estudiantes Revolucionarios, espacio donde las distintas organizaciones políticas de la izquierda clasista y revolucionaria converjan en función del trabajo político en conjunto y coordinado. A través de la genuina intención y voluntad de apostar por los intereses colectivos del espacio y del movimiento propiamente tal, y no así de obtener la conducción o el acaparamiento de «puestos» mediante de esta herramienta.
Este instrumento debe encargarse de proveer de contenido polític o al movimiento estudiantil, pensando en términos tácticos y estratégicos, generando un » programa educacional clasista» para el corto y largo plazo , dejando así de estar nuestras herramientas subyugadas a la coyuntura y a los tiempos, espacios y pautas políticas del gobierno. Este programa estará sustentado en base a líneas centrales y generales que permitan la articulación efectiva de las organizaciones que componen la coordinadora, evitando así su muerte prematura.
Suponemos y esperamos que aquello irá favoreciendo el desarrollo de un movimiento estudiantil solidario, en unidad estrecha con los movimientos de masas y las luchas de la clase trabajadora, aportando al desarrollo de éstas con posiciones claras y concretas.
Dichos elementos, sumados a un vuelco a la democracia interna de las herramientas federativas y de representación de bases , permitirá que los estudiantes de base se sientan representados por las posiciones del movimiento estudiantil, terminando así con el mito o vulgar análisis de los mismos se encuentran distanciados producto de las «manifestaciones violentas».
Finalmente, estos lineamientos nos facilitarán la necesaria disputa y conducción del movimiento estudiantil, arrebatándola de las mezquinas manos de las organizaciones reformistas y socialdemócratas que tan solo esperan canjear dirigentes estudiantiles por candidatos al parlamento y a los municipios a través de las federaciones estudiantiles y espacios como la CONES.
LA NECESIDAD DE LA COORDINACIÓN LOCAL
Efectivamente este proceso no es sencillo, está supeditado a una serie de condiciones propias de la situación actual y al mismo tiempo al movimiento continuo y el desarrollo desigual de las distintas fuerzas de nuestra clase. Por tanto, cuando nos referimos a una coordinadora de estas características, no lo hacemos a través de un carácter cortoplacista ni «por arriba», sino marcando un horizonte en conjunto para las organizaciones del sector revolucionario arraigadas en las luchas de las masas.
Cómo caminar de aquí para allá, es la pregunta. A nuestro parecer esto exclusivamente se generará a partir de la coordinación cotidiana, el análisis en conjunto, el esfuerzo permanente por ir estrechando lazos en un país donde las fuerzas revolucionarias están distribuidas por el territorio y se encuentran en alguno u otro espacio, en universidades, IP’s, CFT’s, colegios y liceos. Es en estos espacios precisamente donde debemos acercarnos y ser capaces de materializar nuestra política, fruto de la discusión fraterna, demostrar nuestras voluntades e ir gestando la unidad a la cual nos referimos , dejando atrás las posiciones sectarias de la izquierda (y particularmente de la izquierda radical).
PERSPECTIVAS FUTURAS
La Coordinadora entonces no surgirá de forma espontánea, serán los esfuerzos reales de los militantes los que generarán un proceso donde se desarrollen las orientaciones, líneas y acuerdos antes señalados, un proceso que no será de la noche a la mañana, sino que posiblemente tomará inclusive un buen tiempo alcanzar efectivamente los objetivos más complejos que tracemos en conjunto, como lograr desplazar las posiciones conciliadoras del movimiento estudiantil; claro que es un camino que deberá recorrerse si como sector clasista esperamos de verdad conquistar las demandas estudiantiles.
Por último, este no será el único fruto, sino que también se irá gestando a través del movimiento estudiantil, que es el sector donde la mayoría de las organizaciones se encuentran, el desarrollo político y orgánico de las fuerzas revolucionarias, acortando brechas y acercando horizontes en la perspectiva de una lucha por el poder político y el socialismo.
Dirección Nacional – Juventud Guevarista de Chile
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