La expectativa por el inicio de los diálogos para finalizar el conflicto social armado de Colombia, pactado en la Habana entre el Estado colombiano y las FARC, pero desafortunadamente sin Tregua Bilateral, o como lo dijo el propio presidente JM Santos «en medio de la guerra», ha llevado al aparato de propaganda adicto al régimen, […]
La expectativa por el inicio de los diálogos para finalizar el conflicto social armado de Colombia, pactado en la Habana entre el Estado colombiano y las FARC, pero desafortunadamente sin Tregua Bilateral, o como lo dijo el propio presidente JM Santos «en medio de la guerra», ha llevado al aparato de propaganda adicto al régimen, a tratar de justificar este desacierto táctico y estratégico, de las más variadas maneras.
En el artículo central «Experiencias de Paz», publicado en del diario El Espectador (15.10.2012), se presenta con el «argumento de autoridad» cuatro testimonios, escritos por reconocidos participantes en anteriores procesos de negociación entre el Estado colombiano y diversos movimientos guerrilleros, desafortunadamente la mayoría, fallidos o frustrados. Fuera de las explicables loas al presidente y de los lugares comunes o verdades a medias conocidas; cada uno de los simpáticos entrevistados explica sus relativos y muy discutibles logros, sobre los cuales ha corrido tanta tinta como sangre. Pero lo que llama la atención, es el punto en común que une a los cuatro alegatos y, me voy a permitir presentar en sus propias palabras:
«Antonio Navarro: .. Los miembros de las guerrillas desmovilizadas lo hicimos y los procesos cesaron. Los funcionarios del Estado No, y ello llevó a que continuaran contra ellos, llevando a que hoy estén presos miembros de la Fuerza Pública, mientras los antiguos guerrilleros estamos libres.
Álvaro Villarraga:.. Faceta negativa de los procesos de paz exitosos ha sido la violencia ocurrida contra la población amnistiada, de manera que cerca de un millar fueron objeto de homicidio o desaparición forzada por parte de los actores armados que persisten en la confrontación.Víctor G Ricardo:.. En el Caguán, a veces se casaban posiciones radicales en las que no había posibilidad de acercamiento y a mí me tocaba irme a dormir dos, tres, cuatro noches en los campamentos de la guerrilla para dialogar con ellos, en la toma del mismo café a las madrugadas, para suavizar el cuento, que después formalizábamos en la mesa de negociación. Esa etapa de construcción previa creo que el actual gobierno la ha hecho muy bien, sin el desgaste que nos ocasionó a nosotros, porque el enfrentamiento continuó y los enemigos de la paz aprovecharon para disparar.
Horacio Serpa: .. En Caracas se aprendió que cuando se dialoga en medio del fuego hay que hacerlo sin que los hechos de guerra que ocurran en el país, ni sus resultados, por graves que sean, den lugar a la interrupción de las conversaciones. Ahora, cuando comienzan unas diligencias tan complejas, la gente tiene que estar preparada para cosas desagradables, porque la violencia no deja sino desgracias y sinsabores… »
En uno de esos viajes a Madrid, a exponer o mejor, reiterar mi planteamiento de 11 años sobre «la Solución Política al conflicto histórico, social y armado de Colombia»; me topé en la glorieta de Quevedo, un pequeño local de venta de reliquias y apologías del Franquismo. En un aire irrespirable por el moho encontré un pequeño libro rojo de 75 páginas, editado por Fuerza Nueva Editorial, titulado «Técnica de Lucha contra el Comunismo» y escrito por Horia Sima, el caudillo rumano del movimiento fascista «Guardia de Hierro», quien después de la segunda guerra mundial se refugió en España hasta su muerte en 1993, donde fue un destacado apoyo extranjero para el régimen de Franco, y organizó la cobertura a las actividades de numerosos activistas fascistas y ultramontanas de Europa, especialmente oriental, ayudándolos a eludir la justicia por sus numerosos crímenes de guerra cometidos en sus países durante la Segunda Guerra Mundial.
En la página 17 de tan enjundioso tratado; está el séptimo consejo así: …»No se preocupen con el Marxismo. Muchos intelectuales de derechas concentran sus esfuerzos en demostrar la falsedad de la doctrina marxista. Creen que dando el golpe de gracia al materialismo histórico derrumban también el comunismo. ¡Tiempo y energía perdidos! ¡El enemigo no está allí! Disparan contra un fantoche. ..El marxismo, como filosofía, es solamente una fachada, detrás de la cual operan otras fuerzas que representan el verdadero marxismo, su verdadero potencial ofensivo. Si nos preocupamos demasiado con la doctrina, nos arriesgamos a perder de vista el teatro principal de las operaciones que es de la conspiración y la lucha subterránea. No debemos olvidar que el mismo Marx fue al principio un conspirador, creó la Internacional comunista y organizó núcleos subversivos en toda Europa. Solo más tarde, después de haber puesto las bases del movimiento comunista, se ocupó de la doctrina y escribió sus libros…»
¿Qué une o relaciona esta cita, con los testimonios de los risueños negociadores de paz arriba anotados? ¡La muerte de innumerables guerrilleros durante y después de las negociaciones de paz! La más dramática e irreparable, el golpe de gracia, que exterminó a 5 mil cuadros de la Unión Patriótica, después de la negociación de paz con el responsable político (según su propia declaración) de la retoma del palacio de justicia de Bogotá en 1985 Belisario Betancur, quien en su juventud fue simpatizante activo de la Falange Franquista.
Los colombianos del común tienen una forma más grafica de explicarlo: «Primero se bate la leche y luego, cuando ha flotado, se quita la nata. Eso se llama descremar». Es decir, en Colombia se han realizado varios procesos de paz con los llamados subversivos, unos exitosos y otros no, pero en todos ellos, según los testimonios leídos, en medio de la guerra y la agitación mediática se ha hecho aflorar a la luz pública las estructuras clandestinas, o conspirativas, o subversivas, para que el Estado procediese fríamente a eliminarlas en absoluta impunidad.
Esta si es una verdadera experiencia no en cabeza ajena, sino propia. Y por esta razón si se desea crear una verdadera confianza entre las Partes, que han firmado un pacto para finalizar el conflicto histórico social y armado colombiano, y se logre ir más allá del inicio para avanzar positivamente en ese gran objetivo; se debe abandonar esta nefasta practica estatal del «descreme de la subversión en medio de la guerra», recomendada por el fascista rumano -español y que tanta sangre ha costado en Colombia, impidiendo hasta ahora la reconciliación de los colombianos. Eso se logra decretando una Tregua Bilateral ya, que genere un ambiente propicio a la paz y sosiegue las ansias cotidianas de la guerra que ya empiezan a presentarse en todo el territorio colombiano.
Mirando esta buena foto, uno tiene las ganas de preguntarles con Mario Benedetti: ¿De qué se ríen Sres. Ministros, de qué se ríen?
(*) Alberto Pinzón Sánchez es médico y antropólogo colombiano.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.