El proyecto itinerante que organiza Ensayo Cero para todo 2020 realizó su primer taller sobre feminismo, género e inclusión desde el arte y las leyes.
El Primer taller sobre feminismo, género e inclusión del proyecto itinerante Locas, Brujas, Raras y Lesbianas tuvo lugar [14 y 15 de marzo] en la Residencia Arthaus, un espacio cultural sin ánimo de lucro ubicado en el habanero municipio de Centro Habana.
Desde las artes y también desde las ciencias jurídicas, las y los participantes debatieron sobre la situación de la violencia de género que se vive en Cuba. Además, analizaron documentales y cortos que se preocupan por estos temas.
Este proyecto itinerante es organizado por Ensayo Cero para el año 2020, y consiste en varios talleres donde se invita a pensar sobre feminismo, género e inclusión. Todo se inicia desde las propuestas artísticas, conversatorios y procesos de creación colaborativa.
Locas, Brujas, Raras y Lesbianas fue concebido por Gabriela Román González, y para el taller de este fin de semana reunió en colaboración a la Residencia Arthaus, La Manada y Ediciones Sinsentido.
Esta última iniciativa, coordinada por la escritora y teatróloga Martha Luisa Hernández (Martica Minipunto), comenzó una producción de experiencia colectiva llamada Lo escribimos nosotras. La idea consiste en realizar una escritura a muchas manos sobre qué ley contra la violencia de género piden algunas personas en Cuba y para qué se necesita.
La creadora propuso que cada quien dejara sus hilos de conducción del texto en recortes de revistas, artículos periodísticos y reconocidos cuentos de la literatura universal, que funcionan como punto de partida e imaginario de la sociedad actual. “Con este collage se pretende conseguir un texto para publicar en la web o en cualquier soporte”, explicó Martica Minipunto.
Violencia verbal y por qué la nueva ola feminista
El corto documental Presa (2019), de la joven cubana Leysa Medina y el documentalista suizo Davide Tisato, levantó más de una opinión en quienes participaron en el taller.
El material audiovisual graba unos minutos de la rutina de una muchacha que camina por las calles de La Habana Vieja con una cámara. El video refleja las reacciones de los hombres hacia ella, y recoge las frases y tipos de acoso a los que se expone cualquier mujer en la cotidianidad cubana.
“Esta es solo una muestra de la violencia verbal machista que sufren las mujeres en las calles todos los días. Es importante que reflexionemos sobre estas realidades”, comentó Medina, quien insistió en que pocos hombres tienen la percepción real de todo a lo que se exponen ellas en los espacios públicos.
“Mi novio me preguntó si realmente me decían esas cosas”, confesó una de las participantes. “Y le conté que era real, que tenemos que pensar en cuál ropa es la menos “provocativa” para salir a la calle, y que aun así, ellos no tienen ni idea de todo lo que soportamos cada día”, compartió.
“Los hombres no podemos regañar a quienes nos rodean, porque entonces nos tildan de flojos”, argumentó un muchacho del público, quien insistió en que se trata de un problema cultural que debe transformarse desde la educación infantil.
Esa es la pregunta con la que provoca el documental de Netflix sobre el feminismo en España ¿Qué coño está pasando? (2019). La proyección de ese material de entrevistas a influencers ibéricas desató una fructífera ola de reflexión colectiva.
El audiovisual pone en la palestra cuestiones tan polémicas como la hipersexualización de las menores de edad, la consideración de la prostitución como un trabajo, la industria de la pornografía feminista, y el mito del amor romántico y todas las consecuencias negativas y represoras que trae consigo.
Debate jurídico
Como preámbulo del debate jurídico sobre la necesidad de una ley contra la violencia de género, el video se refiere a las diferencias entre ambos géneros en el acceso a oportunidades, la superación, los salarios y hasta la posibilidad de ascenso en sus espacios laborales.
Evidencia también cómo la escasa presencia de mujeres en las instancias jurídicas debilita la consecución de justicia en los casos de violencia de género y feminicidio.
Desde el 21 de noviembre de 2019, cuando 40 mujeres pidieron sin éxito al parlamento cubano una ley integral contra la violencia de género, la abogada Deyni Terry registra más de 11 mujeres asesinadas a causa de su género en el país y otras 20 presentaron casos de violencia.
Terry, con más de 19 años de ejercicio y una labor como activista social y feminista, condujo el debate guiada por la pregunta ¿Cuánto perdemos sin ley contra la violencia de género? Ella fue una de las 40 firmantes y es la coordinadora de Alianza Unidad Racial, un proyecto ciudadano para acompañar procesos judiciales en estos campos.
Entre los casos que llegan a ella cotidianamente por su función profesional y activista, Terry indicó que la impunidad y la poca fuerza de las normas existentes atemorizan a las mujeres a la hora de hacer denuncias de violencia. Como parte de su labor en la Plataforma de Apoyo a las Víctimas de Violencia de Género Yo sí te creo en Cuba, la jurista atiende diariamente a mujeres que enfrentan estas situaciones sin herramientas.
Presentó, entre otros, casos de mujeres violadas en espacios públicos sin la intervención de nadie por el viejo mito de que “entre marido y mujer nadie se mete” o de la violencia obstétrica que enfrentan en sus embarazos y partos, incluso por prejuicios religiosos y violaciones éticas; y hasta cuestiones esenciales como la falta de una legislación que establezca la confiscación de su vivienda a un asesino.
“Lo más preocupante”, aseveró Terry, “es que el Estado no tiene la percepción real de cuánto ha crecido en Cuba la violencia hacia las mujeres”.
Fuente: https://www.ipscuba.net/genero/locas-brujas-raras-y-lesbianas-feminismo-a-debate-en-cuba/