En Colombia no hay garantías para el ejercicio de los derechos básicos. No las habrá si el gobierno sigue sin combatir al paramilitarismo, y sin reconocer el carácter sistemático de los ataques contra la dirigencia social. En los últimos nueve años han matado 498 líderes defensores de Derechos Humanos. (la cuarta parte en los últimos […]
En Colombia no hay garantías para el ejercicio de los derechos básicos. No las habrá si el gobierno sigue sin combatir al paramilitarismo, y sin reconocer el carácter sistemático de los ataques contra la dirigencia social.
En los últimos nueve años han matado 498 líderes defensores de Derechos Humanos. (la cuarta parte en los últimos dos años en medio del actual plan de exterminio, mientras se habla de pos-conflicto.)
La cifra es del diario El Tiempo. En un reportaje de hoy Gustavo Pedraza trae a la memoria a su hermano Carlos Alberto asesinado hace dos años, crimen que continúa, como los demás, en la absoluta impunidad.
Gustavo asumió la denuncia y la exigencia de justicia, pero fue hostigado, perseguido por la policía. Estuvo acogido por el Programa Asturiano de Derechos Humanos en el 2015. Llegó a Gijón cuatro meses después del asesinato de su hermano.
A pesar del exterminio las comunidades y organizaciones incrementan la movilización por paz y justicia social.
De primera mano tendremos el testimonio de la situación colombiana a través de tres dirigentes sociales que llegarán dentro de una semana acogidos por el Programa Asturiano.