¿Cuál es el mensaje que envía al Pueblo trabajador colombiano, la oligarquía militarista aliada del Imperialismo gringo, que toda Unida, acaba de aprobar contra viento y marea, en medio de un proceso de paz y de una resistencia comunitaria tan tenaz como la del Catatumbo, la rechazada ley feudal del Fuero Militar, en especial, el […]
¿Cuál es el mensaje que envía al Pueblo trabajador colombiano, la oligarquía militarista aliada del Imperialismo gringo, que toda Unida, acaba de aprobar contra viento y marea, en medio de un proceso de paz y de una resistencia comunitaria tan tenaz como la del Catatumbo, la rechazada ley feudal del Fuero Militar, en especial, el haber convertido a la población civil en «banco legítimo»?
La respuesta es obvia: Ganar la guerra contra el enemigo interno, como llaman verdaderamente a la población civil, o como Uribe Vélez lo gritaba: «a los guerrilleros vestidos de civil». Pero miremos algunos aspectos de su «contexto»:
1- La primera consideración que se debe hacer es que, históricamente, (desde fines del siglo XIX) Colombia adquirió para los intereses del Imperialismo Norteamericano en expansión ilimitada, un valor Geo-estratégico inusitado que lejos de haber disminuido ha ido aumentando en la medida que el desarrollo capitalista de su complejo militar- industrial-financiero y el neoliberalismo, han demandado nuevas materias primas de las cuales carecen y al contrario yacen abundantes en nuestras montañas y selvas. Pero además, en la lucha a muerte inter-imperialista por la Hegemonía y control de regiones enteras de Nuestramérica; Colombia se convirtió en una mega-base militar de altísima tecnología con varios anillos de bases satélites, desde la cual se dominó toda Centroamérica y el Caribe, y toda la región Andino-Amazónica hasta la Patagonia.
2- En este proceso, y a partir de la implementación del Plan Colombia (paralelo al proceso de paz del Caguán) el ejército colombiano, absorbiendo a la Policía Nacional como una división contrainsurgente más, se convirtió en una fuerza descomunal de medio millón de hombres armados que consumen el 6% del Producto Interno Bruto (PIB) colombiano, logrando generalizar por todo el territorio del país un cuerpo considerable de narco-para-militares y aglutinar con ellos (como burguesía lumpen o mafiosa) un bloque de clases dominante; que finalmente puso bajo su control todo el aparato del Estado y expandió el neoliberalismo mediante el terror del Estado y la militarización social por todo el territorio del país. Es la llamada por los economistas, «acumulación militarizada de capital mediante el despojo».
3- Proceso económico-militar de largo aliento que, en los últimos años fue acelerado por la crisis capitalista global, la cual exigió de la oligarquía colombiana en su conjunto, la aplicación a sangre y fuego del «extractivismo y la re-primarización económica» como ideología Dominante, y que fuera expresada trémulamente por JM Santos como «la locomotora del Desarrollo». .
Es pues un proceso de modernización y adecuación trasnacional del capitalismo colombiano que como lo estamos viendo por toda su geografía, ha generado cada vez más resistencias populares y comunitarias, necesarias de aplastar militarmente, y cuyos objetivos de fondo rebasan las fronteras colombianas e incluso van más allá de la mera guerra contra guerrillera. Para eso acaban de dar a sus heroicas Fuerzas Armadas la patente de corso que necesitan y puedan aplastar la resistencia popular y comunitaria disfrazada de civil.
4- Pero hay más. Santos eufórico porque consideró que la muerte de Alfonso Cano sumada a la de los otros miembros del secretariado muertos, y por sobre todo, engañado por sus generales quienes le venían asegurando desde la época de Padilla de León, «que las guerrillas estaban en el fin del fin», entró en un proceso de Paz con ella convencido de que era mamey: votos por fusiles yá. Pero la ira de su agente Humberto de la Calle en Oslo cuando en el discurso de inauguración del proceso el comandante Iván Márquez le mostró la realidad, quedaron al descubierto sus ilusiones.
5-Santos entrado en gastos y sobre todo habiendo generado expectativas internacionales, quienes también tienen grandes intereses en la LOCOMOTORA SANTISTA, echó mano del as que había guardado en su manga de «negociar en medio del conflicto» y apuró a sus generales para lograr una derrota militar (también yá) de las guerrillas; la que aún después de 6 meses de diálogos en la Habana no aparece visible. Entonces sin poder retirarse de la mesa, sin derrota militar de la guerrilla a la vista, y con una movilización popular creciente y consiente; no le ha quedado más remedio que jugar a la incertidumbre dándole juego mediático y tuitero a su ex socio-adversario Uribe Vélez, para que funja de «coco» (fantasma asustador de niños) del proceso de paz de la Habana, y, darle órdenes a su agente de la Calle para que convencido de que el asunto es simplemente votos por armas, se convierta en un verdadero y «satánico doctor NO».
6 – Y, si esta incertidumbre no funciona, pues quedan sus militares legalizados y debidamente protegidos con una ley de Fuero Militar para aplastar militarmente la creciente resistencia de los civiles, convertidos en «blancos legítimos» del heroico ejercito de Colombia