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Los cambios, ¿por qué vía?

Fuentes: Coce-ELN

Los 25 días de movilización de la sociedad colombiana por la justicia social y la paz, no logran abrir los oídos de las clases dominantes, aferradas a privilegios que defienden a sangre y fuego. Desde el Comité de Paro Nacional le pidieron al Gobierno retirar el Proyecto de Ley de la anti social Reforma Tributaria; […]

Los 25 días de movilización de la sociedad colombiana por la justicia social y la paz, no logran abrir los oídos de las clases dominantes, aferradas a privilegios que defienden a sangre y fuego.

Desde el Comité de Paro Nacional le pidieron al Gobierno retirar el Proyecto de Ley de la anti social Reforma Tributaria; luego, centenares de economistas y académicos le dijeron que era inaceptable conceder 9 billones de pesos en descuentos de impuestos a grandes empresas y mega inversiones.

Estos y otros reclamos por justicia social y equidad no los oye el jefe del régimen; hay que recordar lo dicho por la Ministra del Trabajo: «Duque es el Presidente, pero Uribe es el jefe».

Donde también se siente la mano del jefe, es para presentar un Proyecto de Ley que ofrece pagar menos del salario mínimo a los jóvenes; o para solamente destinar el 26 por ciento de lo pactado con los estudiantes, del presupuesto de 2019 para ciencia y tecnología.

El régimen ni se inmutó para regalarle a los súper ricos el 24 por ciento de todos los ingresos tributarios de 2018, representado en deducciones y exenciones de impuestos por un monto de 25,2 billones.

La alarma por estos descuentos de impuestos a los súper ricos la encendieron los economistas Garay y Espitia, con su investigación sobre «La dinámica de las desigualdades en Colombia», donde demuestran la altísima concentración de la riqueza en manos de unos pocos potentados, quienes cada año se benefician de astronómicas deducciones y exenciones de impuestos.

Contra este viejo orden hoy se levantan los jóvenes, los trabajadores y la clase media, asfixiados por míseros salarios, terribles impuestos e indignas pensiones; al tiempo que contemplan cómo la élite gobernante vende a menosprecio los bienes comunes.

La sociedad movilizada le exige al Gobierno sentarse a negociar y pactar unos cambios básicos urgentes, pero lo que recibe es un no rotundo y el recrudecimiento de la represión; porque al jefe y a los demás cabezas del régimen les cuesta superar la exclusión violenta y en su lugar desarrollar una cultura de la concertación.

J. F. Kennedy dijo en su momento que quienes se oponen a los cambios por vía pacífica, se hacen responsables de abrirle el paso a la revolución; es la élite dominante la que escoge la vía por la que se harán los cambios en Colombia.