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Los códigos emergentes en la política nacional

Fuentes: Rebelión

Como lo señalaba el periodista chileno Fernando Paulsen avecindado en el País del Norte, hay que buscar los signos que serán noticia, y los signos, aparentemente incompresibles, determinan que se prepara una gran unión para la alternancia (interna) en el poder político conformando por un mayúsculo conglomerado político, (muy parecido a lo que fue el […]

Como lo señalaba el periodista chileno Fernando Paulsen avecindado en el País del Norte, hay que buscar los signos que serán noticia, y los signos, aparentemente incompresibles, determinan que se prepara una gran unión para la alternancia (interna) en el poder político conformando por un mayúsculo conglomerado político, (muy parecido a lo que fue el PRI de México), donde la ideología neoliberal y las empresas sustentadoras, creando una seudo democracia participativa en los ciudadanos, mantenga los privilegios adquiridos bajo la Dictadura y consolidados durante los Gobiernos de la Concertación.

Se destinan recursos adicionales para: promover diagnósticos participativos en las comunas, capacitaciones para liderazgo en la dirigencia local, promoción de estructuras sociales inclusivas, mesas público-privadas de decisión, empoderamiento de la sociedad civil,  etc.etc. Ya se están aplicando presupuestos participativos a nivel municipal. Todas acciones democratizadoras objetivamente irrefutables.

Generar la sensación y el encanto de que el pueblo tiene algún nivel de decisión, pero en la realidad nada determinante, basta ver quienes financian a la corporación destinada por el Gobierno Chileno para lograr este objetivo a nivel de base, «participa.cl», aparte algunas instituciones de nuestro Estado, el 98% de los fondos aportados están ligados directa o indirectamente a EE.UU. e Inglaterra, y no es posible deducir que lo hacen por filantropía, todos sabemos que una participación verdaderamente democrática del pueblo (como era en la década del 60 y puesto que son mayoría), termina reconociéndose en un poder político alternativo y revolucionario al tomar conciencia de los roles que les corresponde jugar en la producción y su destino (1970-1973), tampoco es posible creer que EE.UU. sea precisamente quién los promueva para este fin.

Es mas, igual como lo han hecho con la acción del lenguaje,  van cambiando los roles y su significado para que nada cambie. Hoy dicen: «índice de inflación negativa», cuando en todas partes del mundo eso es deflación, también hay deudores en UF que les rematan sus casas cuando en ninguna parte del orbe se puede ejecutar a un deudor por un compromiso de pago expresado en un índice de corrección monetaria que al suscribir el contrato no sabe cuanto dinero es el débito a la fecha de pago. La UF , creada como instrumento de fomento productivo desde el Estado, hoy es moneda dura de intercambio para crédito comercial de consumo, un pequeño cambio en el propósito, operador y destino del beneficio.

Se acusa de terrorista cualquier acción agresiva al grupo gobernante, cuando por definición el único terrorismo que puede existir es el Terrorismo de Estado, todo lo demás es subversión u otra cosa. La palabra terrorismo está definida desde su génesis como «dominación a través del terror», en consecuencia para un país, quién no gobierna no domina, y quién no domina no puede ser terrorista, pero USA y nuestra legislación dicen otra cosa y ahí estamos…

La democracia representativa, que nació para contener intenciones de mayorías y minorías, no escapa a este travestismo inducido representando unilateralmente a una minoría determinante en la conducción del país, ahora corresponde impulsar, encantar, guiar y (des) virtuar la acción de «la participación popular».

Corolario Nº 1: – «Vamos construir el futuro de Chile descentralizando la acción política con una masiva (y encantada) participación de los ciudadanos desde  los gobiernos comunales hacia el Ejecutivo para así mantener concertados (y concentrados) los logros (privilegios) empresariales, imprescindibles para Chile en el concierto comercial del mundo globalizado tan necesario y saludable para mantener los equilibrios macroeconómicos del país y que confluyan hacia  una sana competencia motivadora para la racionalización y eficiencia en la productividad de bienes y servicios que la sociedad chilena tanto necesita, obviamente el insumo laboral, entiéndase trabajador, estará (des) protegido por la oferta y demanda en el mercado laboral flexibilizado, con del  potencial crecimiento de la economía.

Corolario Nº 2  – Los recursos del Estado llevado a su más mínima expresión productiva, serán utilizados en la asistencia social donde no es negocio hacerlo a través de una privatización y/o terceriarización de eficiencia comprobada (¿?), y también para socializar pérdidas ante razones de estabilidad macroeconómica.

Gastará recursos para una (re) forma educacional que haga mas eficientes a los trabajadores para las empresas y así les permita competir ventajosamente en el mercado,…también en el «in-cesante mercadeo» laboral.

Asi mismo corresponderá al Estado impulsar y sostener a las siempre decaídas Pymes como proveedor-asumidor de estabilidad-descontento por la ineluctable y solapada transferencia de la mayor plusvalía obrera a las grandes empresas comercializadoras de sus partes, productos y/o servicios.

Corolario Nº 3  – Para convertir esto en realidad se hace necesaria la convergencia de todos los partidos políticos en una unidad pactada que asegure la estabilidad en el gobierno, gobernabilidad y una sana alternancia (interna) para evitar la corrupción en la casta política gubernamental, legislativa y administrativa del Estado.

Corolario Nº 4  – Si no fuera así no habrían acotado el período presidencial a 4 años y Lavín, Longeira, Flores, Schaulson, sumados ahora Piñera y tantos otros no estarían en lo que están: evaluando y consensuando bacheletismo aliancista, (¿?) inexplicable de otro modo.

Corolario Nº 5  – Con este propósito la Concertación se descompone, y casi todos sus integrantes, con participación de militantes de todos los tintes políticos e ideológicos  forman un solo gran «PARTIDO DEMOCRÁTICO ESTRUCTURAL» ( o PARTICIPATIVO?) fusionado a una cautivada-cautivadora Alianza de la cual solo se restarán personajes públicos cuyo idealismo democrático liberal no les deja ver el utilitarismo empresarial, o que su acentuado utilitarismo personal ponga en peligro este maquiavélico pacto de gobernabilidad.

Partido cuyo único fin será proteger y mantener el modelo económico que tan buenos dividendos ha dado, induciendo la mayor sensación de participación posible en los ciudadanos pero que no vayan a generar poder político popular alternativo ni cambios al modelo utilitarista-económico-participativo ni a la «GRAN DEMOCRACIA ESTRUCTURAL QUE ESTAMOS CONSTRUYENDO»…, binominal mediante y de paso mantener y reencantar en el ejercicio político a la mayor parte de la desacreditada casta política legislativa-gubernamental adscrita a la doctrina del utilitarismo filosófico moderno y sus tecnócraticos apóstoles de la economía neo capitalista centrada en el sofístico pragmatísmo mercadista para las soluciones sociales.

Esto no es política ficción, es el resultado de interpretar los signos y códigos presentes en la política nacional que, con algunas diferencias comprensibles, verán en el futuro mediato, ¡ah! y en este contexto ver la producción documental canadiense «La corporación» hay que lograr las 3 partes, si Goore resultó ser un «terrorista» ecológico con su película «Una verdad incomoda», » La Corporación » produce la angustia propia de un determinismo fatalista frente al poder psicopático de los conglomerados económicos dominantes enraizados en su razón de existir.