El historiador británico Paul Preston distingue entre dos tipos de crímenes: raciales y políticos. En los primeros encaja Hitler, que arrasó con judíos, gitanos y eslavos, mientras que el instinto vengativo de Franco se concentró en exterminar al adversario político. Visto así, «los crímenes políticos que cometió Franco fueron muy superiores a los cometidos por […]
El historiador británico Paul Preston distingue entre dos tipos de crímenes: raciales y políticos. En los primeros encaja Hitler, que arrasó con judíos, gitanos y eslavos, mientras que el instinto vengativo de Franco se concentró en exterminar al adversario político. Visto así, «los crímenes políticos que cometió Franco fueron muy superiores a los cometidos por Hitler», comentó ayer Preston en los cursos de verano de la Universidad Complutense, cuando se cumplen 65 años del fin de la Guerra Civil.
El hispanista, ante una sala abarrotada de público, trazó en su conferencia Franco, la venganza del justiciero un retrato mordaz del dictador que se creyó un justiciero salomónico que distribuía justicia, cuando no hizo sino distribuir la «venganza ciega».
En la conferencia de prensa que tuvo lugar por la mañana, a la pregunta «¿no le parece un poco comercial llamar holocausto a los crímenes cometidos en España?», en referencia al título del próximo libro de Preston, El holocausto español, cuya salida está prevista en otoño de 2005, el historiador respondió: «Con ese título he querido llamar la atención sobre la escala de violencia y matanzas que hubo entre ambos bandos durante y después de la Guerra Civil. Existe la matanza de seis millones de judíos realizada por Hitler, pero, de no haber pasado eso, lo ocurrido en España hubiese parecido espantosísimo». A pesar de que el recuento de los muertos en España es complicado, añadió, los cientos de miles encarcelados, más los cientos de miles exiliados y los miles de deportados a campos de concentración suman un holocausto.
Después se manifestó sobre una polémica de hoy. El derecho de las familias a conocer a sus muertos enterrados en fosas comunes. «La gran diferencia entre las familias de vencedores y vencidos es que las atrocidades cometidas en la zona republicana tuvieron lugar como consecuencia de que, tras un golpe de Estado, se desmoronan todas las estructuras de orden público. Por el contrario, las atrocidades en zona nacional son un instrumento deliberado del Estado, practicadas por el Ejército, la Falange y justificadas por la Iglesia católica. Y de esta forma, los muertos que fueron consecuencia de los desmanes republicanos sí se pudieron llorar y oficialmente se les trata como héroes y mártires. Esto es lo que se merecen ahora las familias de los fallecidos republicanos».
Sobre el tema del Archivo de la Guerra Civil de Salamanca, Preston afirmó que recurrir a su unidad «no es una versión completa». «Ahora la Generalitat reclama sus papeles, y no tiene inconveniente en que se haga una copia, de tal forma que así no se rompe nada. Estoy, por lo tanto, a favor de que se devuelvan esos papeles que reclama Cataluña».