Cada delegación de paz contará con un máximo de treinta delegados, así lo anunciaron desde Caracas (Venezuela) representantes del Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) que este miércoles presentaron oficialmente la agenda de paz. La instalación formal de los diálogos de paz entre el ELN y el Gobierno se da luego de […]
Cada delegación de paz contará con un máximo de treinta delegados, así lo anunciaron desde Caracas (Venezuela) representantes del Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) que este miércoles presentaron oficialmente la agenda de paz.
La instalación formal de los diálogos de paz entre el ELN y el Gobierno se da luego de más de dos años de reuniones exploratorias que iniciaron en enero de 2014. La mesa de conversaciones iniciará en Ecuador , pero también sesionará en Venezuela, Chile, Brasil y Cuba, en compañía de países garantes como Noruega.
El anuncio fue hecho por Frank Pearl del Gobierno Nacional y Antonio García del ELN, quienes hicieron público el » Acuerdo de diálogos para la paz de Colombia entre el gobierno nacional y el Ejército de Liberación Nacional», el cual contempla seis puntos: 1. Participación de la sociedad en la construcción de la paz; 2. Democracia para la paz; 3. Transformación para la paz; 4. Víctimas; 5. Fin del conflicto armado; 6. Implementación.
Frente a la participación de la sociedad en los diálogos (primer punto), la agenda plantea el involucramiento ciudadano a través de «un ejercicio dinámico y activo, incluyente y pluralista, que permita construir una visión común de paz que propicie las transformaciones para la nación y las regiones», que estaría en consonancia con la pedagogía para la paz contemplada en la «Fase Pública» donde advierte la necesidad de forjar «una cultura de paz».
La agenda guarda similitudes con la del Gobierno y las FARC; en el quinto punto (Fin del conflicto armado), por ejemplo, el documento aborda el tema del paramilitarismo, indicando que es necesario esclarecer este fenómeno para evitar su repetición.
Como dato inquietante, con respecto a la implementación de los acuerdos (sexto punto), la agenda no establece un mecanismo refrendatorio, algo que en el proceso de paz entre el Gobierno y las FARC es tema de discusión: mientras el presidente Santos propone un plebiscito, la insurgencia opta por la realización de una Asamblea Nacional Constituyente como mecanismo de refrendación, en tanto que ésta, afirman, poseería los alcances jurídicos necesarios y garantizaría la discusión y participación amplia de la sociedad.
Dentro de la agenda del ELN y el Gobierno, al parecer, la refrendación estaría en manos de la participación ciudadana para lo que han denominado el «Plan General de Ejecución de acuerdos» que «incluirá mecanismos de control, seguimiento y verificación, que contarán con la participación de la sociedad, la comunidad internacional, el Gobierno y el ELN».
La agenda también contempla coordinar avances y puntos coincidentes con el proceso de paz de La Habana que se desarrolla con la guerrilla de las FARC: «Una vez hecho público este proceso, se establecerán mecanismos con la Mesa de La Habana para identificar temas en que se requiera coordinación y sincronía» , indica el documento.