El Instituto Nacional y el Liceo de Aplicación, dos liceos emblemáticos de la capital chilena, amanecieron ayer tomados por algunos de sus alumnos, quienes demandan una profundización de los cambios en educación.Ambos establecimientos de enseñanza secundaria lideraron la llamada ‘revolución pingüina’ de junio de 2006, mediante la cual los estudiantes chilenos protestaron contra la mala […]
El Instituto Nacional y el Liceo de Aplicación, dos liceos emblemáticos de la capital chilena, amanecieron ayer tomados por algunos de sus alumnos, quienes demandan una profundización de los cambios en educación.
Ambos establecimientos de enseñanza secundaria lideraron la llamada ‘revolución pingüina’ de junio de 2006, mediante la cual los estudiantes chilenos protestaron contra la mala calidad de la educación pública local. Si embargo, en el caso del Instituto Nacional, la ocupación ha sido protagonizada por un grupo de estudiantes que se apartaron de la decisión que adoptó la mayor parte del alumnado, contraria a esta forma de presión.
El presidente del centro de alumnos, Víctor Díaz, explicó que quienes ocuparon el recinto se adhieren a la Asamblea Nacional de Estudiantes Secundarios (Anes), de la cual se separó el Instituto para formar otro organismo coordinador.
Díaz afirmó que la asamblea decidía la forma en que se plegarían a la movilización ante temas que los mantienen disconformes pero que se había desechado la ocupación mediante una votación democrática.
‘Todavía no sé exactamente cuantos alumnos entraron al recinto, no fueron muchos’, indicó Díaz, quien informó que en la consulta a los estudiantes 1.518 se pronunciaron en favor de la toma y 1.740 la rechazaron.
En tanto, la asamblea interna del Liceo de Aplicación decidió la toma del establecimiento, en concordancia con la movilización que desde la semana pasada comenzó con la ocupación de otro recinto capitalino, el Liceo ‘Manuel Barros Borgoño’.
De acuerdo con el presidente del centro de alumnos, Roberto Rojas, la medida se adoptó porque consideran que las medidas propuestas por el gobierno el año pasado no fueron más que ‘dulces’ y se requiere de otros cambios de fondo.
‘Creemos que se nos mintió el año pasado, se nos dieron puros dulces, puros parches. Es por eso que nos volvemos a movilizar, aunque nos vengan a reprimir, el Liceo de Aplicación está en la lucha, está siguiendo con las movilizaciones porque queremos la derogación total de la (Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza)’, dijo.