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Décimo aniversario de la muerte de Marcelino Camacho

Los hombres pasan, las causas de los pueblos quedan

Fuentes: InfoLibre

Sentado al borde de la fría piedra de granito, a los diez años, vengo a contaros lo que nos pasa.

“Pasa que nos dio duro el neoliberalismo y hoy a tus nietos, con estudios superiores les cuesta ser poco más que mileuristas y alguno en la emigración. No se lo digas a mamá aunque ya siento que se revuelve”.

“Pasa que la salud no está garantizada y no hemos hecho más que retroceder, hasta que este virus se llevó por delante a nuestros mayores. Nuestros sanitarios están cansados ya de tanta lucha contra la enfermedad y contra los recortes. Gente sin alma prefiere el beneficio económico a la vida”.

“Pasa que las empresas han destruído los convenios y las reformas laborales se llevaron por delante los derechos. No veo las huelgas ni por mejor salario. Ahora tan contentos les mandan a trabajar en la casa. La tecnología está al servicio de la explotación”.

“Pasa que aquella corrupción del PP desfiló por los tribunales y poco o nada ha cambiado. Ya pasean por las calles los mismos de siempre. Ahí tienes a Rato, a su padre lo viste por la cárcel Carabanchel, también por llevarse los dineros de otros. Eso sí, comiendo como en un hotel, incluso con mayordomo. Pues hoy, lo mismo”.

“En vuestro barrio de Puerta Bonita confinan a los vecinos de Carabanchel, a los que para ir a trabajar no tienen otra que el metro y el autobús. Luego, con mascarilla incluída, se llevan el virus a casa. Lo llaman pandemia, pero mata más a los de siempre”.

“La derecha cobarde se ha quedado en el PP y la otra se fue a Vox. El franquismo está de nuevo en el Parlamento, se llamen como quieran. Ya no necesitan ir a venerar a Franco, que ahora está en el Pardo, les basta con sus amenazas desde sus escaños, como cuando Blas Piñar fue diputado”.

“La libertad ha retrocedido y algunos jueces, esos que se creen por encima del bien y del mal, sentencian por poco más que alzar la voz. Ha vuelto el miedo para silenciar la cultura”.

“Los que vivimos por debajo de los Pirineos, eso que conformó España y que reunió –¡que remedio!– a muchos pueblos, son acosados por esos neofranquistas. Han abierto nuevas heridas en Cataluña. Quieren llevarlos de nuevo a las catacumbas. Hay presos por razones políticas y no quieren llamarlos presos políticos, recuerdas, eso decía Franco. No entiendo cómo el neofranquismo ha podido llegar hasta ahí”.

“La monarquía ha vuelto a hacer de las suyas. Esta vez Juan Carlos se llevó los dineros y los regaló a su querida. El príncipe, ya rey, descolocado, gira como una peonza entre la unidad de España y la corrupción familiar. Está claro que en el fondo son republicanos”.

“No veo el espacio común cuando la desigualdad crece. Hay muchos más pobres y los ricos son más ricos. Solo nos faltaría que asomara un salvapatrias iluminado y violento”.

“Por primera vez en un Gobierno democrático desde el 78 hay ministros comunistas: el PSOE con Unidas Podemos. Es lo único realmente nuevo. Las hordas franquistas están que trinan. Os lo digo al final por daros una alegría. Esta crisis, de momento, los trabajadores la pueden capear mejor. Pero sin muchas alegrías. Veremos si nadie pierde el norte, porque este Gobierno está con alfileres”.

“Los neofranquistas atacan sedes y acosan a diputados de la izquierda como cuando pregonaban cruzadas antimasones y judeomarxistas. Qué pena que tanto joven no hubiera conocido el odio de Franco en la Plaza de Oriente, ni aquellos calabozos en Puerta del Sol, cuando de madrugada nos sacaban a los interrogatorios a niños de poco más de 16 años. Nosotros sí sabemos lo que es el fascismo y todas sus caras. Ahora extienden de forma silenciosa el miedo a perder lo poco que se tiene”.

“Todos tus papeles los hemos llevado al Archivo de la Memoria Histórica a Salamanca. Va despacio. Hicimos una película, Lo Posible y Lo Necesario; la reponen esta noche en TVE 2, a las doce de la noche… ya sabes, os quieren… pero no muy cerca… Así estamos, después de diez años… ”

Me alejo de la fría piedra a la que no suelo venir… siempre duele.

Me queda esa sensación… esa sonrisa… de los dos… al salir del cementerio civil…

Al fondo les oigo…

“Nada nos regalaron, todo lo tuvimos que conquistar… y luego defenderlo.”

Marcel Camacho Samper es hijo de Marcelino Camacho y Josefa Samper.

Fuente: https://www.infolibre.es/noticias/opinion/plaza_publica/2020/10/29/los_hombres_pasan_las_causas_los_pueblos_quedan_112514_2003.html