El día 29 de octubre pasado, un grupo de diez médicos chilenos graduados en la Escuela Latinoamericana de Medicina, Cuba, concurrimos al Palacio de La Moneda con la intención de entregar una carta al Presidente Lagos, de una manera pacífica, vistiendo nuestras batas blancas. En esa carta le informábamos y fijábamos nuestra posición acerca de […]
El día 29 de octubre pasado, un grupo de diez médicos chilenos graduados en la Escuela Latinoamericana de Medicina, Cuba, concurrimos al Palacio de La Moneda con la intención de entregar una carta al Presidente Lagos, de una manera pacífica, vistiendo nuestras batas blancas. En esa carta le informábamos y fijábamos nuestra posición acerca de diversas materias relativas al proceso de revalidación del nuestro título, conforme a la legislación vigente. Acudimos con el propósito de acompañar a nuestros representantes hasta la fachada de la Casa de Gobierno; pero tuvimos un abrupto e indeseado choque frontal con la «democracia» chilena, toda vez que al llegar a la Plaza de la Constitución, fuimos rodeados por un grupo de carabineros, quienes nos impidieron el paso en forma prepotente. Infructuosamente les hicimos ver que estábamos en una vía pública, ejercitando un legítimo derecho, de una forma respetuosa y absolutamente pacífica, sin intención alguna de alterar el orden público. El oficial a cargo era el Comandante de Fuerzas Especiales Constanzo Melgarejo, y el que transmitió la orden de no avanzar era el Teniente Alberto Escobar. Asimismo, dos compañeras intentaron ingresar hacia el patio de La Moneda, el cual supuestamente es de libre acceso para cualquier transeúnte, pero una funcionaria de carabineros, Cabo Azúa Pacheco, luego de una minuciosa revisión de sus objetos personales, incluso al extremo de leer la correspondencia privada de una de nuestras compañeras, y por cierto sin haber encontrado nada que le indujera a pensar en un acto ilegal, les informó que carabineros tenía la potestad de decidir quién entraba y quién no, y ella decidía que no les permitiría entrar.
Nuestros representantes lograron entregar la carta al Presidente en la Oficina de Partes, quedando el resto de nosotros rodeados de carabineros en actitud amenazante, privados incluso de transitar por la calle.
Este atropello nos causó sorpresa, molestia e indignación, pero sobretodo tristeza, puesto que pasamos seis años en un país que, sin tener ninguna responsabilidad hacia nosotros, nos recibió con puertas y brazos abiertos, y nos brindó no sólo la formación profesional que hoy ostentamos, sino la calidez y solidaridad de todo un pueblo.
En estos momentos, en que hemos regresado al país con la firme intención de trabajar por los más necesitados, de fortalecer la salud pública y mejorar las condiciones de salud de las comunidades en que trabajemos a futuro, nos resulta particularmente penoso el vejatorio trato recibido. No sabemos desde cuándo los médicos son entes peligrosos, y nos preguntamos por qué en este país, que dice haber avanzado mucho en materia de democracia, se vulneraron nuestros derechos de transitar libremente por la calle, la libertad de reunión, el derecho a petición y la privacidad de la correspondencia, consignados en la Constitución.
Ciertamente, un trato como el que recibimos de parte de Carabineros, no lo recibimos nunca en los seis años que permanecimos en Cuba, y consideramos lamentable que sea esta la recepción que nos brinda nuestra Patria.
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CARTA ENTREGADA EN LA MONEDA, EL JUEVES 28 DE OCTUBRE, AL PRESIDENTE LAGOS.
Excelentísimo Sr. Ricardo Lagos Escobar Presidente de la República de Chile. Presente La Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) fue concebida por el Presidente Fidel Castro Ruz en el año 1998, como acto de solidaridad, en ocasión de los desastres naturales ocurridos en la región de Centroamérica y el Caribe a causa del azote de los fuertes huracanes George y Mitch. Esta escuela amplió las fronteras, permitiendo becar en los estudios de medicina, no sólo a jóvenes provenientes de Centroamérica, sino que también a Caribeños, Sudamericanos y Norteamericanos. En 1999, gracias a becas otorgadas por el gobierno cubano, un grupo heterogéneo de jóvenes chilenos, de diferentes regiones de nuestro país, de bajos ingresos económicos partimos a Cuba con el objetivo de realizar lo estudios de medicina en dicha escuela, en condición de becados, lo cual significó que todo lo correspondiente a nuestra educación y residencia durante los 6 años en la isla fuera absolutamente gratuito, además de recibir mensualmente una ayuda económica por parte del Ministerio de Salud cubano. En agosto del 2005, luego de culminar nuestros estudios satisfactoriamente, además de tener el privilegio de ser la primera promoción de graduados de la ELAM, regresamos a Chile los primeros 43 médicos, con la misión de ejercer nuestra profesión en el Sistema Público de Salud (SPS), ya que en ello deriva nuestro compromiso social con el Chile que nos acoge. Estamos convencidos de que la oportunidad que este proyecto brinda al país es de una importancia estratégica enorme conforme a apoyar la Atención Primaria de Salud (APS), entendiendo a ésta como el eslabón principal de todo SPS, en aras de mejorar cada vez más la accesibilidad y la atención médica de la población, sobre todo la de bajos recursos, aquella que no logra acceso al sistema privado de salud. Es nuestra concepción social de la medicina la que expresa que para nuestro pueblo debe valer más el capital humano que el financiero, prueba de ello somos nosotros, jóvenes médicos dispuestos a llevar la medicina a aquellos lugares mas apartados o donde sea necesario acudir al auxilio de un enfermo. En Cuba aun continúan estudios en la ELAM más de 300 futuros médicos chilenos, que en el transcurso de los próximos años se irán insertando en nuestro sistema de salud, lo que significara un incremento del capital humano hacia el SPS en función de una mejor calidad de vida para nuestro pueblo. Actualmente nos encontramos inmersos en el proceso de revalidación de título de médico cirujano, que se nos exige por haber cursado nuestros estudios en el extranjero. El costo de dicho proceso de revalidación, asciende a 20 UTM, por persona. Cabe destacar que se nos ha permitido por parte de la Universidad de Chile, comenzar el proceso sin tener la suma de dinero, la cual necesitaremos para saber los resultados en los próximos días, por lo que quisiéramos recalcar que la principal dificultad que enfrentamos con respecto a nuestra revalidación, es el tema económico. Creemos importante recalcar que el Estado de Chile no invirtió dinero en nuestra formación profesional, calculando que cada médico formado le cuesta al Estado miles de dólares. No dejamos de recordar que tiempo atrás, al acercarnos a diferentes personalidades, y planteándoles nuestras problemáticas, nos decían que la menor de ellos sería el dinero, entre ellos la Dra. Michelle Bachelet, cuando era Ministra de Salud en una visita oficial a Cuba, el Presidente del Colegio Médico Dr.Accorsi en el año 2002, o el ex -Subsecretario de Salud, señor Infante en el año 2004. Considerando la situación en que nos encontramos recurrimos a usted para solicitarle una entrevista y así profundizar en el tema, con el fin de lograr una solución a esta problemática. Esperando que nuestra carta tenga buena acogida se despiden de Usted los médicos nominados.
contacto: [email protected]