Aproximándose peligrosamente la recta final de las inscripciones electorales después de la última curva y pendiente del accidentado camino del rally de votos municipales de este año, surgen como por encanto grupos y grupúsculos intentando levantarse como referentes políticos que consigan trascender al oportunismo electoral del Partido Comunista que negocia alianzas con el bloque en […]
Por una parte un grupo de referentes pequeños se ha agrupado levantando la figura del cura Lagos de Cerro Navia, articulando entre otros al apéndice del PC llamado Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, y por la otra, nuevamente vuelven a la carga la Surda con la Fuerza Social -que calientan el cuerpo dando saltitos junto a la banca de reserva mientras los titulares del PC permanecen en la cancha- y otras agrupaciones de nombres rimbombantes, tales como Ciudadanos Chilenos por una Asamblea Constituyente, se unifican para constituir el gran partido gran de los burócratas.
Los primeros me invitaron a formar parte de la Red de Candidatos Independientes y les hice llegar un correo electrónico del que destaco lo siguiente:
«hoy día no creo que sea la izquierda la que pueda ofrecer alternativas de superación de los modelos capitalista y socialista. Tal vez pueda apoyar, lo que sería siempre muy bienvenido.
Creo sinceramente que hoy día las soluciones vendrán de la población organizada por si misma mediante mecanismo de democracia barrial, democracia cotidiana, y modos de autogestión económica de articulación territorial local de los factores humanos, materiales, naturales y espirituales de la propia gente que coexistan y compitan con las redes comerciales y estatales. Un modo de vida comunitaria instalado en los espacios de la cotidianeidad que rescate plenamente la soberanía popular y la devuelva a sus legítimos poseedores, los ciudadanos de a pie, quienes con eso en sus manos podrán reordenar su entorno más general.
Para ello no bastan las ideologías, teorías, paradigmas y demás, y menos la vieja militancia izquierdista, que sólo reproduce las estructuras verticales y autoritarias generales del estado, del patriarcado y del capital, aunque es perfectamente entendible en algunos de vosotros, puesto que vuestro objetivo no va más allá que el capitalismo de estado.
Mi propuesta para pensar juntos la posibilidad de hacer algo en común es la siguiente:
Los candidatos populares no deben llamar al voto, sino a la autoorganización de la población en cuadras, calles y barrios.
Los candidatos populares deben criticar a todos los candidatos, aún a sus propias candidaturas, proponiendo como nueva manera de entender la democracia el mandar obedeciendo, donde el representante electo sólo puede votar dentro de las instituciones una vez que se haya reunido previamente con las bases territoriales y se haya decidido en asambleas democráticas locales de la ciudadanía.
Los candidatos populares deben hablar del fin de la economía capitalista y del fin de la economía socialista, proponiendo una economía asentada en la articulación de tres factores: el primero es la economía de la propiedad privada y el mercado oficial, el segundo es la economía estatal y el tercero es la nueva economía asentada en redes de economía alternativa que articulen los esfuerzos y recursos de cada localidad absorbiendo la mano de obra que no puede asimilar el capitalismo, mediante emprendimientos autogestionarios, formación de redes barriales de comprando juntos, orientación de fondos estatales a dichos emprendimientos en los barrios y otras, en especial una nueva reforma agraria basada en la organización de comunidades campesinas.
Por último, los candidatos populares deben convocar a la población a prepararse para que las formas de autoorganización social, emprendimientos autogestionarios, bibliotecas populares, radios alternativas, redes de economía alternativa, centros culturales y otras organizaciones barriales, se articulen en la forma de municipios autónomos donde se pueda demostrar que las propuestas alternativas son posibles y necesarias para la población, que nosotros mismos cerremos el paso a los discursos y promesas de que con nosotros será mejor, sino que empecemos ahora mismo a construir la sociedad democrática alternativa que sueñan los que sueñan con la libertad».
Fin del texto citado. La respuesta de ellos fue el más bullicioso silencio.
Con relación al otro bloque electoral, tal vez el número 300 y algo de la izquierda muribunda, la Surda, la Fuerza Social y demás burócratas, algunos dicen ser autonomistas, un nuevo paradigma ideológico como cualquier otro, esto es, una manera de identificarse unos con otros a partir de una afinidad conceptual que determina lo que van a hacer y como lo van a hacer. Sostienen que desean una nueva izquierda, sin entender que no es la vieja izquierda la que ha fallado, sino la izquierda en general, así como también lo ha hecho la derecha y el centro. Dicen que salen al paso desde la ciudadanía a las maniobras políticas cupulares, como que la ciudadanía fuese izquierdista o los hubiese seleccionado para tal fin, cuando ni saben lo que la ciudadanía quiere ni la ciudadanía sabe lo que quieren ellos. Dicen que respetan la autonomía de las organizaciones sociales después de ganar las elecciones internas de esas organizaciones y pavonearse de que son «dirigentes sociales» de ellas. Dicen que son oposición e invitan una fuerte cantidad de senadores y diputados del gobierno a la creación de su nuevo partido. Dicen ser independientes mientras están preparando sus candidatos a alcalde y concejales que postularán en forma independiente o en alguna lista amiga en distintas comunas del país. Veremos lo que entienden por «lista amiga», si la del Podemos, con lo que sólo regresarían al redil, o la de la Concertación, con lo que se suman al apoyo al gobierno. Quien sabe si de repente también conversan con la Alianza. A ese paso, digo yo.
Pero bueno, siempre sus propuestas han estado llenas de contradicciones y en Valparaíso se les conoce a la legua aunque esconden los cachos y la cola para que no se les vea la cara de diablo.
Jaime Yovanovic Prieto (Profesor J)
Pre candidato independiente a la alcaldía de Valparaíso