La ola de suicidios, accidentes y protestas de conscriptos dentro del ejército chileno genera preocupación e inquietud en el país, afirman representantes de la Red Chilena de Objeción de Conciencia (ROC).La organización, opuesta al Servicio Militar Obligatorio (SMO), demandó que estos casos sean tratados por la justicia ordinaria y no por tribunales militares para garantizar […]
La ola de suicidios, accidentes y protestas de conscriptos dentro del ejército chileno genera preocupación e inquietud en el país, afirman representantes de la Red Chilena de Objeción de Conciencia (ROC).
La organización, opuesta al Servicio Militar Obligatorio (SMO), demandó que estos casos sean tratados por la justicia ordinaria y no por tribunales militares para garantizar limpieza e imparcialidad en los procesos investigativos.
Pese a los esfuerzos de los altos mandos militares y autoridades del gobierno por cerrar el capítulo de la denominada tragedia de Antuco, que en mayo pasado estremeció al país con la muerte de 45 reclutas, el tema sigue martillando la conciencia nacional.
La liberación reciente del mayor Patricio Cereceda, principal responsable de la tragedia, y declaraciones de la Fiscalía militar, adelantaron que los implicados podrían recibir condenas remitidas (que no tienen que cumplir) generó una fuerte protesta.
El jefe de la Fiscalía militar, Sergio Cea, indicó que si bien se cometieron errores al ordenar una marcha en las heladas laderas del volcán Antuco en medio de una tormenta de nieve y viento, «no hubo dolo», y por tanto, las condenas que se impongan no se harán efectivas.
A la repercusión de este proceso, se unieron en los últimos días la muerte de otros dos conscriptos en Copiapó y las lesiones de once uniformados del Regimiento Reforzado Huamachuco, tras volcarse ayer un camión en la Primera Región.
La ROC exigió que se esclarezca la verdad respecto de las muertes de los conscriptos que realizaban el SMO en Copiapó y se sumó a la protesta de los familiares de las víctimas de Antuco tras la liberación del mayor Cereceda.
El joven Sebastián Gutiérrez (18) falleció el miércoles pasado por un disparo que recibió en el interior del Regimiento Nº 23 Copiapó, y la versión oficial señala que fue un suicidio.
La ROC recordó, sin embargo, que en casos anteriores, (Pedro Soto Tapia, Orlando Morales Pinto, Raúl Aedo Campos) se esgrimió la misma causa de muerte, pero aún no se aclaran las circunstancias en que ocurrieron.
Gutiérrez era padre de un niña de un año y dos meses y su pareja, Carolina, expresó su convicción de que «otra persona le disparó».
Ese mismo día volcó un camión de la Compañía Antiblindaje, accidente que causó la muerte al recluta Guillermo Arturo Bastías y dejó herido al soldado Manuel Alejandro Rodríguez.
Ayer, un desperfecto mecánico produjo el volcamiento de otro camión en los alrededores de Parinacota y dejó un saldo de 11 uniformados heridos de diversa consideración.