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Los pliegos agrarios, la paz y la movilización social

Fuentes: Rebelión

En la medida en que se va agudizando la crisis económica y fiscal colombiana, apalancada en la actual coyuntura por el triunfo del No en Grecia contra las imposiciones leoninas de los pulpos neoliberales bancarios mundiales y europeos, pues el crédito internacional se encarecerá y será más elusivo; y en cuanto se materialice la parálisis […]

En la medida en que se va agudizando la crisis económica y fiscal colombiana, apalancada en la actual coyuntura por el triunfo del No en Grecia contra las imposiciones leoninas de los pulpos neoliberales bancarios mundiales y europeos, pues el crédito internacional se encarecerá y será más elusivo; y en cuanto se materialice la parálisis de la gobernanza santista por la espectacular caída de su legitimidad y aceptación ciudadana, crecerá la movilización social y la presión de los grupos populares y sus expresiones políticas y gremiales demandando solución a los más complejos problemas que lesionan las precarias condiciones de vida de millones de personas.

13 millones de campesinos sufren duramente la crisis, pues los golpea gravemente la restricción económica con la caída de los precios de las materias primas y la ineptitud de la burocracia feudal enquistada en los aparatos gubernamentales. Millones de personas sienten nuevamente los rigores de la prolongada guerra civil nacional, toda vez que Santos conserva la idea de un triunfo militar y una «liquidación tamil» de la resistencia campesina revolucionaria, organizada en largos años de cualificación política y estratégica con las miras puestas en acabar con un aparato de dominación oprobioso de la oligarquía agraria, bancaria, militar y burocrática.

Para las semanas siguientes están anunciadas importantes movilizaciones (como las del año 2013) de los pequeños y medianos caficultores y las organizaciones de los campesinos más pobres preparan acciones públicas con el fin de exigir las respuestas aplazadas por la demagogia santista.

1. Las demandas de los caficultores.

De continuar bajando el precio internacional de la libra del café y de proseguir la revaluación del peso, se hace prioritario reactivar el programa de Protección al Ingreso Cafetero, PIC, plantean los caficultores arruinados, agrupados en las dignidades agropecuarias, a los que el Ministro de Agricultura ha contestado que eso no ocurrirá porque esos recursos serán utilizados en los fondos de pensiones de los político y banqueros que se focalizaran en adelante por Vargas Lleras, para continuar con su demagogia de las dobles calzadas, túneles, puentes y aeropuertos que está previsto se construyan en los próximos 50 años (medio siglo), generando poco empleo, mucha corrupción y destruyendo nuestros recursos naturales estratégicos como el agua.

La tendencia -en el precio internacional- es a la baja. En los primeros cuatro meses del año cayó 30 centavos de dólar. Adicionalmente el peso tuvo una devaluación fuerte durante unos pocos días en los primeros tres meses del año pero al analizarse detenidamente se detalla como el 1o de enero el dólar registraba $2.392 pesos y el 1o de mayo $2.393, lo que significa que al día de hoy, prácticamente, no hay modificación en el valor del dólar con respecto al peso.

El precio interno cayó de $815.750 la carga -a eso estaba el 6 de enero- a $623.875 al que está hoy. Esto significa que los cafeteros perdieron, por la revaluación del peso y la caída del precio internacional, casi $200 mil pesos, el 25% del precio interno, en los cuatro primeros meses del año.

Los costos de producción de una arroba de café estaban entre $60 mil pesos y $70 mil dependiendo de varios factores propios de la actividad y, en esas condiciones, solicitan al gobierno comprenda la realidad que se vive y disponga de un mecanismo que como el PIC respalde -a los caficultores- si los precios siguen cayendo y se colocan por debajo del costo de producción.

Lo que puede suceder con el precio del café y con el ingreso de las más de 500 mil familias caficultores y los más de 300 municipios en los que, más del 50% del ingreso depende del café y, de otros 200, donde es muy importante para la economía local, es que la situación social se complique aun mas.

Por supuesto este grave panorama le importa un bledo al señor Iragorri, más interesado en conseguir los votos para la maquinaria electoral de sus familiares en el Cauca y el resto del país, mediante los podridos sistemas electorales que utilizan desde hace mas de 100 años.

Este escenario es el que lleva a las organizaciones sociales a planear e impulsar la movilización social cafetera con plantones, manifestaciones y, de ser necesario, un paro nacional, para lo cual se convoco una marcha en julio en la ciudad de Ibagué.

2. La lucha campesina.

Los campesinos más pobres llevan casi 14 meses negociando con los funcionarios de Santos, después de los grandes paros del año 2013 y los resultados han sido una burla, salvo por las prebendas recibidas por algunos pelechadores y sus familiares que se han alzado con regalos individuales para acumular pequeñas fortunas. Los ocho puntos del pliego siguen sin mayores avances y el equipo de negociación del gobierno no ha expresado voluntad política para cumplir los acuerdos, comportándose en las reuniones con una actitud dilatoria y de poco compromiso hacia las comunidades.

Los sindicatos y organizaciones agrarias planean sus acciones para el mes de agosto como consecuencia de los incumplimientos en los acuerdos pactados en temas fundamentales y de política social. No hay voluntad política en el gabinete de Santos para la solución del pliego histórico de los campesinos. La mamadera de gallo y la burla son la característica del santismo agrario incluido en el Plan de desarrollo, en la agenda legislativa de las Zidres, en el reconocimiento de los derechos humanos y de las victimas y en la falta de garantías políticas democráticas.

Para la gran población pobre del campo en los últimos meses se han agravado las violaciones de los derechos humanos. Mientras el modelo sigue actuando de manera agresiva, el número de violaciones de derechos humanos sigue creciendo en el país.

En un punto muerto permanecen los procesos de investigación por las 21 personas asesinadas durante las jornadas de paro del 2013 y no se esclarece aun el reguero de amenazas paramilitares y militares a las comunidades y a varios dirigentes sociales.

Santos no cumple el pacto para crear el Fondo de Fomento Agropecuario, instrumento que se acordó luego de las negociaciones del Paro Nacional Agrario del 2013, y menos con los 250 mil millones de su financiación para dar viabilidad y ejecución de los proyectos formulados por los procesos y organizaciones sociales, que no se han hecho realidad.

Las organizaciones agrarias colocan el mayor peso de su voluntad en la acción directa que debe manifestarse desde los primeros días del mes de agosto.

3. La paz.

Frente al agravamiento del conflicto armado interno, como consecuencia de los planes guerreristas/militaristas del gobierno, miles de organizaciones de la sociedad civil preparan diversas movilizaciones en las dos últimas semanas de julio. Es el camino adecuado para exigir avances en los diálogos de paz, estancados por las maniobras y juegos sucios del régimen que quiere imponer una paz neoliberal y sin reformas sociales, económicas y políticas significativas, mediante la sangrienta liquidación de la resistencia campesina revolucionaria.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.