Antes del terremoto según la Encuesta de Expectativas Macroeconómicas del Banco Central de febrero, el pronostico era que Chile tendría un crecimiento del PIB de Chile de 4.9% en 2010, pero que eso se hiciera realidad, revirtiendo el crecimiento negativo del año 2009, dependía en gran medida del contexto internacional, especialmente del crecimiento y demanda […]
Antes del terremoto según la Encuesta de Expectativas Macroeconómicas del Banco Central de febrero, el pronostico era que Chile tendría un crecimiento del PIB de Chile de 4.9% en 2010, pero que eso se hiciera realidad, revirtiendo el crecimiento negativo del año 2009, dependía en gran medida del contexto internacional, especialmente del crecimiento y demanda de cobre y otros minerales de la economía China, y de la capacidad de gasto fiscal del gobierno chileno. Los ingresos vinculados con el precio del cobre serán más importantes, si cabe, en la recaudación del fisco, porque al menos durante el periodo de reconstrucción de las empresas y la infraestructura dañada, es de suponer que la recaudación impositiva se verá afectada.
El gasto fiscal expansivo del año 2009, con la quiebra de la llamada regla del superávit fiscal, tuvo un incremento cercano al 20%, bastante por sobre el 14% anunciado inicialmente. Mientras que para el año 2010 el presupuesto contemplaba un aumento del gasto del 4.3%, y algunos economistas habían señalado que esta cifra significaría que hacia fin de año, lo más probable es que la economía chilena estaría nuevamente en recesión.
Tras el mega terremoto que afectó masivamente a la zona central de Chile, donde se concentra la industria, la agricultura y los servicios, junto con el grueso de la población del país, se han manejado cifras muy disímiles del costo que significará la reconstrucción de los daños en infraestructura y viviendas. De acuerdo con los números oficiales anunciado por Sebastián Piñera, son necesarias inversiones por $30.000 millones de dólares. Tal parece que el país cuenta con ahorros solamente por $11.000 millones de dólares, en lugar de los 25 o 35 mil millones de dólares que se suponía que existían. Que el precio del cobre se mantenga alto es decisivo a la hora de que el gobierno defina las fuentes de financiamiento adicional, que además del uso de los ahorros acumulados podrían contemplar el endeudamiento, el aumento de los impuestos, o el aumento del royalty minero.
El grueso de la producción cuprífera y en general minera chilena ya ha sido privatizada, pero Codelco conservaba el año 2008, un 27.56% de la explotación del cobre en Chile, y 60.93% de la producción chilena de molibdeno. Otros recursos de la industria extractiva minera provienen principalmente del royalty1 que pagan las empresas privadas.
A la hora de vislumbrar el futuro inmediato de Chile, lo que ocurra con la economía china es vital. Las perspectivas de la economía china, cuyo crecimiento ha sido la principal causa del alza del precio del cobre, otros minerales y commodities, tendrán un impacto global. China tiene una influencia creciente en países como Brazil, Venezuela, Perú y las perspectivas de la economía chilena, así como del impacto y las formas de financiamiento de la reconstrucción después del terremoto, están vinculadas con la evolución de los precios del cobre, en primer lugar. Si en China el crecimiento del «PIB persiste en torno a los dos dígitos y es probable que este año su producción industrial alcance el 9,5% del Producto.» Se puede pronosticar un precio de US$3,2 la libra de cobre.2
Los riesgos de la economía de China.
El año pasado el crecimiento chino alcanzó el 8.7 por ciento, para el año 2010 el Banco Mundial pronosticó que el crecimiento de China será del 9,5 por ciento y llamó a una política monetaria más restrictiva y a un tipo de cambio más fuerte, en línea con la política norteamericana.
Por su parte, el primer ministro chino, Wen Jiabao, fijó la semana pasada como objetivo el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en el 8 por ciento. Un crecimiento mínimo al que se aferra el gobierno chino que estima que las contradicciones y la creciente diferenciación social producto de la restauración del mercado capitalista en China, solo pueden continuar sin un estallido social si se mantiene esta alta tasa de crecimiento económico.
La burbuja inmobiliaria China
Todo apunta a que la gigantesca inyección de gasto fiscal y crédito barato con el que el gobierno consiguió relanzar el crecimiento el año pasado, ha provocado la emergencia de una ‘burbuja’ inmobiliaria.
Según datos del Banco Mundial, los precios de la vivienda se han disparado y los departamentos de las 36 principales ciudades chinas se dispararon un 32 por ciento, mientras que el precio de las propiedades aumentó un 10,7 por ciento en febrero respecto al mismo mes de 2009. Hay una gigantesca burbuja especulativa en China, que se manifiesta especialmente en el sector inmobiliario y en la bolsa. El gobierno intenta dominar este sobrecalentamiento aumentando el costo del crédito, y tratando de limitar las inversiones no productivas. Por la importancia que ha adquirido la economía del país asiático, la diferencia entre un aterrizaje suave y el estallido de la burbuja marcaría una diferencia para el conjunto del mundo. Estamos frente a la posibilidad de un relanzamiento de la recesión capitalista global.
Retorno de la inflación
En cuanto a la inflación, un documento, del economista Louis Kuijs, señala que «está en camino de ser significativa en 2010, después de ser negativa en 2009», pero todavía se espera que no alcance una tasa alta en 2010. En febrero (último dato hecho público), los precios en China se encarecieron un 2,7 por ciento anual y acumulan cuatro meses consecutivos al alza.3
Las exportaciones se redujeron en 2009 en su conjunto, respecto al año anterior, pero en los primeros meses de 2010 ya lograron superar los niveles previos a la crisis, subraya el informe del Banco Mundial.
Un paquete de estímulo estatal de medio billón de dólares y los préstamos de ‘dinero barato y fácil’ que concedieron los bancos controlados por el Gobierno chino permitieron alcanzar un crecimiento del 8,7 por ciento en 2009, lo que situó al país asiático a la cabeza de la recuperación mundial.
Presiones norteamericanas
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha estado presionando al gobierno chino para que aprecie el valor del Yuan, al que acusa de estar infravalorado, y que no sufre apenas cambios desde que se inició la crisis financiera para asegurar que las exportaciones no se encareciesen. En Estados Unidos culpan al valor del Yuan del deterioro de la balanza comercial, mientras China acumula superavit comercial. El presidente estadounidense llamó al país asiático a adoptar una tasa de cambio «orientada al mercado», para ayudar a equilibrar la economía global. Otros como, el FMI, el Banco Mundial y países como Brasil, también se sumaron a las presiones de Estados Unidos por la baja cotización del yuan.
Por su parte los funcionarios chinos, respondieron acusando a los EE.UU. de proteccionismo.4
El primer ministro Wen Jiabao criticó en la apertura de Asamblea Nacional Popular (ANP) la presión para que se aprecie el valor del yuan y resaltó que la divisa china no está infravalorada y que su cambio sería teniendo en cuenta «las condiciones económicas nacionales».5
Durante los años previos a la crisis capitalista global, entre los Estados Unidos y China se estableció una especie de ‘circulo virtuoso’, Estados Unidos era el principal mercado para las mercancías de origen chino, y también son empresas de capitales norteamericanos las más numerosas entre las extranjeras establecidas en China, el desequilibrio producto del creciente déficit comercial de los Estados Unidos, y su contraparte el superávit comercial chino, se cerraba con la adquisición masiva de bonos del tesoro norteamericano por parte de China. Esta parte del acuerdo tácito tenía un costo, no menor, para China producto de la depreciación de la divisa norteamericana. La crisis global del capitalismo agudizó las contradicciones, especialmente desde que China redujo significativamente la adquisición de bonos del tesoro, y los Estados Unidos comenzaron a adoptar algunas medidas proteccionistas todavía menores, que amenazan en convertirse en un choque comercial.
Evolución del deficit comercial anual de Estados Unidos con China | ||||
Año | Millones de dólares USA | |||
1989 | -6,234 | |||
1999 | -68,677 | |||
2009 | -226,826 | |||
Si China consigue mantener su alta tasa de crecimiento, interrumpida por la recesión solamente en 2008, se supone que este año 2010, podría desplazar a Japón como la segunda mayor economía del globo. Si por el contrario la recesión vuelve a cobrar fuerza, entonces es previsible un rápido contagio a los otros mercados en el mundo con los que esta relacionada íntimamente.