El TLC o Tratado de Libre Comercio, en lo esencial, es dejar sin costos de entrada a los productos extranjeros para los países que lo suscriben, por ejemplo, el concentrado de cobre que BHP Billiton saca desde Escondida y Spencer, en Chile, o de Marcona y Combayo, en Perú, puede trasladarse de un país a […]
El TLC o Tratado de Libre Comercio, en lo esencial, es dejar sin costos de entrada a los productos extranjeros para los países que lo suscriben, por ejemplo, el concentrado de cobre que BHP Billiton saca desde Escondida y Spencer, en Chile, o de Marcona y Combayo, en Perú, puede trasladarse de un país a otro sin pagar derechos de aduanas u otro gravamen, es como si se moviera dentro del propio país. Por esto, la Concertación busca firmar un TLC con Alan García de Perú, acusado de genocida. Además, los recientes TLC firmados por el gobierno de la Concertación buscan ampliar este «beneficio» a Japón y China, luego será India, ¿Porqué?.
Porque Chile es un país de grandes recursos mineros, un pequeño territorio con una inmensa riqueza mineral, manejado por una casta corrupta que ha entregado esta riqueza al capital transnacional. En este negocio, Chile, o mejor dicho sus recursos naturales, cumplen con ser sólo una rica bodega. La actual casta, nietos y nietas de sus predecesores, sólo han aplicado con un verbalismo nuevo la vieja estrategia entreguista al capital foráneo. La Plata y el Salitre en el siglo XIX y ahora el Cobre.
Los TLC, Tratados de Libre Comercio, son sólo la expresión legal del saqueo que se ejecuta de los recursos naturales chilenos.
Camilo Escalona, en dichos recientes, acusó luego de 17 años de Concertación, de «chupasangre» a los capitalistas explotadores y se «dio cuenta», a través de la Ley de Subcontrataciones, que el Tribunal Constitucional (TC) de Pinochet tiene más autoridad que el Congreso. Hoy está en campaña pidiendo la disolución de Tribunal Constitucional.
¿Acaso Escalona vio la luz?, en cierto modo sí, el modelo económico neoliberal chileno muestra, entre otras cosas, amén de súper millonarias ganancias y concentración del capital transnacional, bajos índices de crecimiento, 4,9%, y bajos índices de inversión que no hacen, de Chile, un lugar atractivo para la gran explotación capitalista, por tanto, es necesario «reencantar» el negocio minero, el único que puede asegurar grandes volúmenes de inversiones y, por supuesto, «coimas». Y, ¡oh!, sorpresa, aquí aparece el TC, el enemigo de Escalona, y ¿por qué?. Porque el Tribunal Constitucional paró en el gobierno de Lagos, igual que ley de subcontratación, el Tratado Minero, aprobado por el Congreso, donde Chile pierde toda soberanía sobre la Cordillera de Los Andes, la «bodega minera» de América Latina.
El Tribunal Constitucional, al igual que la Ley del Cobre, que impide la venta de CODELCO, curiosamente, criaturas de Pinochet, estorban en las estrategias entreguistas de los recursos naturales chilenos al capital transnacional argumentada en el modelo neoliberal de la Concertación.
¡Por tanto, si no hay TC, es mejor el saqueo!.
1. CHILE PRIMER PRODUCTOR MUNDIAL DE CONCENTRADOS DE COBRE 3.7 millones de toneladas .
2. CHINA Y JAPON PRINCIPALES FUNDIDORES Y REFINADORES DE CONCENTRADOS DE COBRE DEL MUNDO que procesan el concentrado chileno.
3. CHINA, JAPON, INDIA Y EUROPA LOS MÁS GRANDES CONSUMIDORES DE COBRE EXTRAIDO DESDE CHILE.
4. Transnacionales de la minería, como BHP BILLITON, RIO TINTO, JECO, IFC DEL BANCO MUNDIAL, Phelps Dodge, Falconbridge y otros, son dueños del concentrado de cobre chileno que procesan en China y Japón y venden en China, Japón, India y Europa.
El concentrado de cobre se saca desde Chile GRATIS, las transnacionales no pagan un peso por cada libra de concentrado que extraen. Las transnacionales les pagan a los fundidores y refinadores chinos y japoneses 0,9 centavos la libra tratada. Chile dueño del recurso, por este saqueo, no lo dejan fundir ni refinar el material, por tanto, perdemos sus residuos tales como el oro, la plata, el molibdeno. Además, los chilenos, propietarios del recurso no tenemos control sobre la comercialización. Las transnacionales una vez refinado y fundido lo venden a más de 3 dólares la libra de algo que no les costo nada.