Cada hecho nuevo sucedido en el complejo mundo de las relaciones bilaterales entre Venezuela y Colombia, refulge bajo su sombra, con fuerza, los diferentes intereses políticos, ideológicos, económicos tanto desde fuera del área binacional como dentro del marco estricto de ambas naciones. Las perturbaciones enmarcadas dentro de la dinámica de la crisis capitalista global tienen […]
Cada hecho nuevo sucedido en el complejo mundo de las relaciones bilaterales entre Venezuela y Colombia, refulge bajo su sombra, con fuerza, los diferentes intereses políticos, ideológicos, económicos tanto desde fuera del área binacional como dentro del marco estricto de ambas naciones. Las perturbaciones enmarcadas dentro de la dinámica de la crisis capitalista global tienen en los andes latinoamericanos un epicentro dinámico de la política mundial.
Ambas naciones son una unidad dialéctica en la cual su polaridad esta contenida en procesos con fines profundamente opuestos. La contradicción fundamental contrasta dos proyectos filosóficos de idea de nación completamente antagónicos. Del lado Colombiano se construye un proyecto de elites, negativo, sostenido sobre la fuerza, el vasallaje, el miedo, la mentira y entrega de la dignidad nacional a la voracidad capitalista de elites nacionales y transnacionales versus en Venezuela se construye un proyecto basado en la razón, la existencia del otro, la inclusión social, soberanía y liberación nacional, justicia social, dignidad nacional de esencia popular.
En cada país son protuberantes las contradicciones particulares propias de un capitalismo feudal y marginal que ha envilecido la condición humana. En el caso Venezolano, la idea de universalizar la educación y la salud gratuitas para la consolidación del proceso emancipador y libertario contrasta con la falsimedia, concentración de la riqueza, monopolios, estructura del campo terrateniente y feudalismo cultural de elites pro imperialistas. Esta unidad particular contradictoria entra a su vez en contradicción con la contradicción Colombiana entre el totalitarismo fascista alienador proimperialista y criminal del establecimiento Colombiano y el Gobierno de Alvaro Uribe Velez, contra un movimiento popular que a pesar de los crímenes de sus dirigentes de base, no se amilana, desenmascara al régimen, construye unidades amplias populares antifascistas, que avizora en sus permanentes luchas el natalicio del Proyecto Bolivariano Colombiano en coordinación con el mo
vimiento insurgente, un aliado estratégico que producirá el salto cualitativo que tendrá lugar en mediano plazo y que valientemente responde al plan Colombia, al plan «patriota» abortando la destrucción de la unidad andina y latinoamericana.
Dentro de las particulares contradicciones de los dos países que jalonan procesos internos profundamente polarizados y movilizados a velocidades dignas de una carrera de 100 metros, en los cuales, la verdad revolucionaria Bolivariana avanza y consolida alguna baza, supone la feroz arremetida del fascismo Colombiano de los últimos meses, usando todo su prontuario delictivo aplicado por siempre contra el pueblo. Sus elites Temen el derrumbamiento interno de su proyecto político que hoy por hoy genera niveles de tensión insoportable para millones de empobrecidos compatriotas.
En esta macro concepción del problema en la patria de Bolívar, se concibe los grandes intereses que están en juego y que hoy aparecen con claridad, teniendo en cuenta que el proyecto Bolivariano se fortalece con la verdad y responde con dignidad a las provocaciones de los EEUU y a sus áulicos y genuflexos funcionarios del departamento de Colonias del monstruo en Colombia. Dirigidas a determinar el nivel de respuesta del Movimiento Bolivariano en Venezuela para intentar torpedearlo y destruirlo con mayores niveles de agresión.
Es por lo tanto peligrosa la situación actual especialmente para el gobierno del presidente Hugo Chavez. Frías. Hay que entender con claridad que el caso del secuestro de Rodrigo Granda es solo un eufemismo coyuntural dirigido a convulsionar las relaciones entre los dos países para distraer las energías de la Revolución Bolivariana de profundizar su proceso en términos de confrontación real contra los detentores del poder económico venezolano.
La redistribución del ingreso es el colchón determinante en la consolidación del proceso Venezolano. Por un afectado de las elites en el ingreso existen 10 beneficiarios del pueblo que defienden el proceso. Hacer justicia social es construir soberanía nacional. La reforma agraria dentro de las cuarenta leyes habilitantes no propiamente revolucionarias, que por ser tenue o poco radical, no significa que no sea trascendental, en ella esta la esencia de la filosofía Bolivariana, porque procura sentar bases estructurales distintas en la construcción de la quinta república, con la idea de profundizarlas mas adelante.
Pero sin duda estas escaramuzas Colombo Americanas intentan ir al corazón del proyecto Revolucionario: Impedir, dilatar, trastocar, interferir, desnaturalizar, quitarle fuerza y recursos para la consolidación de las misiones, es en ellas donde nacen las fortalezas y los nuevos bríos de la revolución Bolivariana. El imperialismo y sus amanuenses lacayos lo saben.
La carrera contra el tiempo del imperialismo vía fascismo Colombiano es impedir que la revolución se vuelva irreversible, como los es hoy la Cubana. Las misiones para fortalecer y universalizar la educación y la salud son las que cualifican el proceso. Con ellas el pueblo ha pasado de inexistente a ser sujeto histórico de derechos, y por ende a construir proyecto de país y de nación, lo que implica que los individuos con derechos, pasan de ser sujetos pasivos a sujetos activos, por lo tanto con los derechos son empoderados los deberes y el primer deber del hombre empoderado es defender ser sujeto con derechos. Por lo tanto y consecuentemente defenderán a muerte si es necesario la revolución Bolivariana. Su única oportunidad de justicia, libertad en igualdad, por lo tanto de dignidad.
La revolución Necesita tiempo en tranquilidad, para que el proyecto educativo venezolano incorpore masivamente al pueblo en la construcción de su verdadera independencia en términos de cultura política y dignidad Humana. Naturalmente el proyecto educativo trascenderá fronteras y jalonara procesos de identificación con él en forma masiva y necesariamente hará que el pueblo Colombiano lo vea como suyo, – así como ya ven al comandante-, siendo el deseo de millones de Colombianos estudiar Gratuitamente en Venezuela generando a su vez una tensión interna en Colombia sin precedentes, ¿si allá se puede porque acá no?. Ese es el gran fantasma de la oligarquía Colombiana, por ello se arropa debajo de las naguas del imperio tratando de impedir su consolidación.
De otro lado resulta difícil de asimilar para las elites Colombianas, que la soberanía Venezolana no la defienda el ejercito coptado y comprado como ocurre en las democracias burguesas, donde los aparatos militares desligados de los intereses del pueblo defienden bajo pago o mercenarismo los intereses de las elites, sino que el nuevo ejercito venezolano sea la expresión de una simbiosis entre el viejo aparato militar y el pueblo. Este encuentro fraternal que se ha ido consolidando permitió rescatar de las elites a su comandante en jefe en el fallido golpe de estado, y depurar a decenas de traidores que han sido remplazados por sangre Bolivariana. Esta labor afortunada sin precedentes y sui generis en América Latina tiene un sello inequívoco en el comandante Chavez. El salto en calidad de ejercito de aparato a ejercito del pueblo que se profundizara mediante el proceso educativo y avance en la distribución del ingreso y el bienestar del pueblo, garantizara la profundiza
ción de la revolución.
Es entendible que en Colombia un ejercito de estirpe popular en su vecino, produce escalofrío a las elites, por ello están intentando sobornar a quien sea para en ultimas intentar el magnicidio del presidente. Consideran que seria la única forma de detener la revolución Bolivariana en la gran patria Andina. A eso le están apuntando ya que el referendo revocatorio se les convirtió en un plebiscito afirmatorio que jamas imaginaron.
La idea de desgastar el proceso vía sabotaje y asesinato se convierte en el nuevo caballo de batalla, instrumento político imperialista a partir del sharon de América. En Colombia ni un solo día lo han dejado de usar, en los pocos días el mes de enero van diversos asesinatos de militantes de base del polo democrático, fuerza política que ni siquiera es antisistema. Todo apunta a presumir que detrás de los nuevos hechos se configuran acciones desesperadas que intentaran provocar incluso una invasión relámpago para deshacerse del presidente Hugo Chavez.
La respuesta de suspender las relaciones comerciales y los acuerdos gubernamentales, era imprescindible, y les ha movido el piso a la oligarquía colombiana, que lo único que les interesa son los negocios y mantener su visa USA. Naturalmente la macartizacion de que Venezuela es un santuario para los rebeldes de Colombia será el instrumento mediático en su criminal lucha contra el «terrorismo». Si se inventaron monstruosas mentiras para invadir a Irak, Si ya han asesinado a mas de 1500000 personas, para quedarse con los fabulosos recursos energéticos irakies, seria ingenuo y desastroso, no percibir que lo pueden hacer contra el nuevo «monstruo» que seguramente construirán. Y para lo cual debemos prepararnos.
En Colombia, debemos ir construyendo unidades reales para afrontar las aventuras del pequeño Fhurer, comodín del imperio. El fariseismo y la hipocresía de unos y otros hay que denunciarla, detrás del odio que destila el establecimiento: los gremios, el bipartidismo, los curas, la falsimedia y algunos sectores reformistas pero contrarevolucionarios en Colombia, ligados a la social democracia europea, contra el comandante y la revolución Bolivariana, hay que confrontarlos y desenmascararlos. De vital importancia resulta esclarecer el mapa de amigos y enemigos de los grandes cambios que necesita el país. Por ello en la política de alianzas es imprescindible que no se nos cuelen ni Lucios Gutiérrez, ni Toledos, ni Mesas, y otros.
Necesitamos caras y compromisos más profundos, más diáfanos, menos mascaras y que sientan el dolor de los millones de excluidos de este país que tanto nos duele. Sé esta configurando una linda oportunidad. Desde diferentes rincones de Colombia se empieza a notar el cansancio sobre la farsa Uribista, amplios sectores de la lánguida clase media se encuentran desconcertados al confrontar su propia realidad y el discurso Uribista. La reelección es solo un cañazo para imbéciles, en ese campo de lucha, Carlos Gaviria es una opción decente.