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Los Uribeños

Fuentes: Agencia Prensa Rural

«Frente Carlos Vasquez» «Le queremos informar a la opinión pública nacional que en vista de los incumplimientos del gobierno en el proceso de paz que adelantó con las autodefensas unidas de Colombia, y el avance de la guerrilla en busca de controlar zonas donde ha ejercido control la autodefensas durante muchos años, nos vimos obligado […]

«Frente Carlos Vasquez»

«Le queremos informar a la opinión pública nacional que en vista de los incumplimientos del gobierno en el proceso de paz que adelantó con las autodefensas unidas de Colombia, y el avance de la guerrilla en busca de controlar zonas donde ha ejercido control la autodefensas durante muchos años, nos vimos obligado a continuar con nuestra lucha antisubversiva y en defensa de los intereses de las comunidades más vulnerables víctimas del abandono estatal producto de la corrupción político-administrativa.

 

Que le hemos dado el nombre a nuestro movimiento de; Autodefensas Gaitanistas de Colombia, en homenaje a ese gran líder asesinado por defender a las clases más desprotegidas del país.

 

Nuestros esfuerzos irán encamindos a luchar contra la guerrilla, la corrupción, el terrorismo, el secuestro, los crímenes de estado, la politiquería, la violación a los derechos humanos y al fortalecimiento de la democracia participativa. En busca de una Colombia madre patria para todos»: Comunicado fundacional de los Urabeños.

El gobierno colombiano acaba de descubrir que en el Caribe, el Chocó y Antioquia existe una poderosa banda criminal que ha osado decretar un paro armado por la baja de su jefe durante una acción policial. La gente aterrorizada por las amenazas no salió a las calles y caminos en Santa Marta, Montería, Riohacha, sectores de Medellín y en centenares de veredas y pueblos del Caribe.

Como explicación: el sofisma de las bandas criminales, el cuento chino de las BACRIM es distribuido como un pan caliente entre la multitud hambrienta de información.

Los mismos medios y los mismos periodistas que descubrieron tan solo hace poco, estupefactos, la barbarie de las masacres paramilitares y el cinismo de los «falsos positivos» del ejército, se escandalizan ahora con el poderío de los criminales.

Algunos de estos descubrieron hace dos días que los Urabeños son las mismas «Autodefensas Gaitanistas», que a su vez son los mismos paramilitares, que a su vez son los mismos carteles del narcotráfico, que a su vez son las mismas oficinas de cobro, que a su vez son los mismos extorsionistas y sicarios de toda la vida.

La gente «de bien» que no los padece se pregunta ¿dónde estaban? ¿cuándo llegaron? La verdad es que nunca se han ido y nunca se han reinsertado, desde que fueron engendrados como paramilitarismo de Estado para ser utilizados como un método aparentemente contrainsurgente, pero dirigido con saña contra la población civil, se quedaron en la forma como se ejerce el poder político, las economías ilegales, la extorsión y el sicariato útil al poder.

Lo que se evidenció durante estos días de paro armado criminal es lo heredado de una apuesta por configurar un Estado mafioso que había sido premeditado en los comienzos de los 80, que se materializó durante ocho años y dos mandatos presidenciales, que se estableció y consolidó en las regiones de Colombia, que tiene parlamentarios, gobernadores y alcaldes electos, que no solo intimida, que tiene centros de pensamiento, que ejerce control político y social, que sigue ocupando territorios de campesinos desplazados y que se opone a cualquier solución a la cuestión de la tierra y a la modernización del país.

Ese proceso de despojo, de barbarie, de regresión cultural, política, social y esa confabulación de guerreristas y mafiosos con poder fue denominada recientemente por un académico de charreteras como «la neocolonización antioqueña». Yo propongo que a todo eso lo denominemos de ahora en adelante, en la historia reciente del país, como la edad oscura de los Uribeños.

Fuente: http://www.prensarural.org/spip/spip.php?article7129