Hace trece años, en la Finca Las Palmeras, cerca al Barrio Las Rocas de la ciudad de Valledupar fue encontrado sin vida el defensor de derechos humanos y dirigente sindicalista LUCIANO ENRIQUE ROMERO MOLINA. Este hombre recordado por su profundo humanismo trabajaba para una filial colombiana de la multinacional Suiza NESTLÉ en Valledupar desde 1982; […]
Hace trece años, en la Finca Las Palmeras, cerca al Barrio Las Rocas de la ciudad de Valledupar fue encontrado sin vida el defensor de derechos humanos y dirigente sindicalista LUCIANO ENRIQUE ROMERO MOLINA. Este hombre recordado por su profundo humanismo trabajaba para una filial colombiana de la multinacional Suiza NESTLÉ en Valledupar desde 1982; fue dirigente de SINALTRAINAL, Secretario de Derechos Humanos de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) e integrante de la seccional de Valledupar del CSPP. Su asesinato forma parte de las prácticas genocidas del Estado Colombiano contra el movimiento sindical y en general contra el sector popular que pregona una sociedad distinta a las impuesta por el capitalismo.
Con dolor recordamos que el 11 de septiembre de 2005 su cuerpo fue encontrado maniatado, con signos de tortura y múltiples heridas abiertas producidas con arma corto punzante en diferentes partes del cuerpo, que causaron su muerte de manera inmediata. También, que tuvo que huir del país para resguardar su vida debido a la cantidad de amenazas repetidas en su contra por parte del grupo paramilitar comandado por «Jorge 40» que actuaban con el apoyo de funcionarios del DAS y el Ejército Nacional. No obstante decidió regresar al país para continuar la lucha por los derechos de los pueblos.
El crimen contra Luciano fue cometido por paramilitares y agentes del Departamento Administrativo de Seguridad -DAS-. Por este hecho, se inició investigación penal que aún no ha concluido y fue presentada querella en la justicia Suiza que decidieron abstenerse de investigar el hecho argumentando la prescripción de la acción penal.
En la actualidad, la investigación continúa en una Fiscalía de Derechos Humanos y DIH de Bucaramanga contra algunos miembros del GAULA y, entre ellos JEFFERSON JAVIER CORREDOR VALBUENA y JAIME ENRIQUE VANEGAS ESCORCIA. Trece años después recordamos al compañero que salió el 10 de septiembre de 2005 de casa en su taxi para no volver. Honramos su labor y la de todos los sindicalistas que han sido asesinados por la labor que realizaban y exaltamos la labor de SINALTRAINAL que desde mediados de los 80 ha representado a los trabajadores de la industria alimenticia.
Hoy recordamos con aprecio a Luciano, su vida y su lucha. Por esto, seguimos clamando por justicia, seguiremos manteniendo la esperanza.
Fuente original: https://equipopueblos.org/