Pachakuti: Hay una sentencia reciente en juzgado colombiano que determina que el asesinato de Luciano Romero es un crimen de lesa humanidad. ¿Es una buena noticia? Javier Orozco: Sí que es una muy buena noticia el que se haya determinado por la justicia colombiana que el crimen contra Luciano es un crimen que […]
Pachakuti: Hay una sentencia reciente en juzgado colombiano que determina que el asesinato de Luciano Romero es un crimen de lesa humanidad. ¿Es una buena noticia?
Javier Orozco: Sí que es una muy buena noticia el que se haya determinado por la justicia colombiana que el crimen contra Luciano es un crimen que ofende a la humanidad. Y es muy importante porque sienta precedentes, generará jurisprudencia y doctrina en el país de la violencia extrema e impune contra los sindicalistas. Recuérdese que suman más de tres mil los casos de sindicalistas asesinados en circunstancias similares, en un 98% pertenecientes como Luciano a la CUT de Colombia. Es importante porque se reconoció que Luciano, un obrero, un civil y defensor de derechos humanos que no participaba de la guerra, fue asesinado por una de las partes en conflicto, los paramilitares aliados de la policía y del ejército, que se confabularon para asesinarlo. Luciano era una persona protegida, alguien que representaba a miles más, un sindicalista perseguido que se vio abandonado, señalado y amenazado en medio del conflicto armado interno y sin ser parte de él. Alguien que buscó amparo en la empresa Nestlé y que pidió la protección y seguridad del Estado que se la negó porque el estudio de riesgo que le hizo el DAS -algunos de cuyos agentes participaron después en el crimen- arrojó que su riesgo era «ordinario» y que por tanto no necesitaba protección. Lo dejaron solo ante el peligro para facilitar matarlo. Ni el Estado ni la empresa quisieron protegerlo. Por eso Luciano de desplazó y después su organización la FCSPP que también tiene medidas cautelares de protección, presentó su caso al Programa Asturiano de Atención a Víctimas de la Violencia en Colombia, y la Asturias solidaria le abrió las puertas y lo acogió a finales del 2004. Aquí dio a conocer su caso y el riesgo que siguen corriendo miles de sindicalistas colombianos.
P:- Para que se produzcan sentencias como esta parece que tiene que haber extremada perseverancia, del sindicato Sinaltrainal, de las defensoras y defensores de los ddhh, de las organizaciones acompañantes, de la familia… ¿también de las instituciones? Y en todo caso esa «paciencia y perseverancia» organizada, en el caso de Colombia significa también ¿tratar de preservar la vida?
O:- – La lucha de SINALTRAINAL como la de miles de sindicatos colombianos tiene ribetes heroicos. Agrupan a obreros de la industria alimentaria en poder de poderosas multinacionales como Coca Cola y Nestlé, con mucho dinero y «mano izquierda» para evitar que luchen por sus derechos. Resistir, luchar, sobrevivir son mandatos en esa peculiar manera de hacer sindicalismo a la colombiana, sin recursos ni apoyo público pero con mucha conciencia de ser obreros, de ser clase que defiende sus intereses y los del país. A la lucha de SINALTRAINAL-CUT hay que sumar la perseverancia de la familia de Luciano, su esposa, hijas y nieta que han defendido su condición de luchador sindical y defensor de derechos humanos. Preservar la vida en situaciones como la de Luciano es muy difícil. Luchaba con su palabra y su ejemplo contra monstruos, como un Estado cuyas instituciones en el departamento del Cesar fueron capturadas por grandes empresas multinacionales y por poderosas estructuras criminales aliadas de la fuerza pública, como el grupo narco-paramilitar de alias Jorge 40 que ordena asesinarlo.
P:-En territorio español también está abierta la herida de los crímenes franquistas, y a cuentagotas se logran investigaciones sobre dónde están los restos de los asesinados, a pequeñas dosis se consigue preservar en las nietas y nietos la búsqueda de la Verdad que las leyes y la aplicación torcida de las mismas trata de ocultar. ¿Podrían apreciarse paralelismos con Colombia?
O: Muchos paralelismos: un proyecto fascista, la manu militari, un plan de exterminio físico de los opositores civiles demostrable a partir de patrones de conducta que se repiten con cada crimen, la creación previa de un imaginario horrible en la población para justificar el exterminio de los sindicalistas, la inoperancia o complicidad del aparato de justicia, el silencio de la prensa, la complicidad internacional, el valor de los sobrevivientes y su sed de justicia ante la impunidad, la imposición de un modelo económico perverso que empobrece a las mayorías, el argumento de la seguridad como legitimador, la existencia de «salvapatrias» como Franco o Uribe… la necesidad vigente de verdad, justicia, reparación y garantías de que no lo harán de nuevo… la solidaridad que os dieron países de nuestra América como Argentina, México, Venezuela… a donde llegaron muchos exiliados, personas que eran gigantes en su humanismo y cuyos hijos intelectualmente hablando son asesinados hoy en Colombia y tienen en Asturias un lugar de protección para seguir en la brega.
P:- Siguiendo con la comparación, en ausencia de Justicia en nuestro país, se ha buscado un resquicio y abierto proceso en Argentina, desde donde se ha pedido extradición de torturadores y ministros franquistas. En el caso colombiano, ¿se busca la Justicia para crímenes contra sindicalistas en el exterior?
O:- La transición a la española con una dosis tal de impunidad es algo que no queremos re-vivir en Colombia. Aceptar cierta dosis de democracia a cambio de todo el olvido puede ser el camino obligado tras la derrota, pero no es un camino deseable si se piensa en que la paz estable conlleva aparejada la justicia. La imposición del perdón y del olvido a cambio de no seguirte matando suena a nueva amenaza, no es exigible como escenario para el futuro ante un movimiento sindical resistente como el colombiano, y cuya destrucción y olvido no es exigible desde perspectivas democráticas. Pero no hubo otro camino.
Allá sin transición, en pleno conflicto armado interno, nos siguen negando la justicia y hubo que recurrir a la Corte Penal Internacional. En octubre del 2012 el European Center for Constitutional and Human Rights, junto con la Corporación Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (CCAJAR) y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), solicitaron a la Corte Penal Internacional que actúe ante estos crímenes de lesa humanidad porque «no han sido suficientemente investigados y sancionados en la jurisdicción interna». Pedimos que la Fiscalía de la CPI identifique a los responsables de los 775 sindicalistas asesinados en los 8 años de gobierno de Uribe Vélez (2002-2010), 61 desaparecidos, 3.785 amenazas, 455 detenciones arbitrarias y 361 hostigamientos. Afirmamos que «está demostrado que había una clara orden de atacar al movimiento sindical, donde están involucrados ministros de Defensa, altos mandos militares y el presidente de la época, como comandante máximo de las Fuerzas Militares».
Es que van más tres 3 mil sindicalistas asesinados de la CUT Colombia y en menos del 2% de los casos hubo justicia. Es un sindicalicidio, un genocidio sindical de cuyos responsables y motivaciones a penas conocemos una pequeña parte. La CPI es la última opción que nos quedaba ante la inoperancia y la falta de voluntad de la justicia colombiana, y ante una OIT manejada a punta de mangualas entre empresarios y gobiernos. El camino de la impunidad o el de olvidar y mirar para otro lado no son inadmisibles, además son indeseables si se quiere una Colombia democrática y en paz.
P:-No es muy conocido, aunque ha salido en diversos reportajes, el hecho constatado en la fiscalía colombiana de que el mismo día en que se rechazaba el asesinato de Luciano Romero en la plaza mayor de Gijón en presencia de autoridades autonómicas y municipales.. se estaba produciendo espionaje ilegal, del que tú y otros activistas y organizaciones fuisteis objeto.. por parte de agentes de la policia secreta colombia, que después, por otros motivos fueron encarcelados..
O:- Sí, mientras rechazábamos el asesinato de Luciano en la Plaza Mayor de Xixón había entre el gentío agentes encubiertos buscando información para hacernos más daño. Son agentes secretos, «tiras» les dicen en Colombia, personas al servicio del criminal Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, controlado desde el despacho del Presidente de la República, ALVARO URIBE VÉLEZ. Alguna falsa periodista a la caza de nuevas víctimas me pidió una entrevista en la plaza al final del acto. Toda mi declaración y las fotos fueron de inmediato enviadas a los servicios de inteligencia en Bogotá. Afirmé en esa entrevista que el asesinato de Luciano era un crimen de Estado que ofendía a los trabajadores, a la humanidad. Señalé la responsabilidad de los paramilitares y al gobierno de Uribe, pues Luciano antes de partir nos lo dijo «por si le pasaba algo». Unos tres años más tarde cuando la fiscalía destapó el accionar criminal de la policía política de Uribe delinquiendo también fuera del país, vi los documentos clasificados como «secretos» donde me hacían un «levantamiento biográfico», espiaban también a Javier Arjona y al Director de la Agencia Asturiana de Cooperación, Rafael Palacios García, había además en manos de la policía secreta colombiana una fotos donde aparecía Churruca y varios concejales del ayuntamiento solidario de Xixón… Uno de los compas que estuvieron acogidos en el mismo grupo que Luciano, el joven Aristides Oime Ochoa, y algunas de las personas acogidas que estuvieron en la plaza de Xixón cuando lo mataron, fueron encarceladas al regreso a Colombia por el delito de «rebelión» o amenazadas de muerte de nuevo. Me inquietó descubrir el tamaño y la movilidad de la trama ilegal también en Europa, pero eso no me sorprendió tanto como el silencio ¿complicidad, miedo a un «incidente» diplomático con los matones, o temor a que se les dañaran negocios, o todo junto? del gobierno ante el accionar ilegal, peligroso, de los tiras del DAS en territorio español-asturiano. El gobierno español y el de Asturias guardaron silencio total y lo siguen teniendo, hasta el sol de hoy.
P:- ¿Se podría decir que el de Luciano es otro crimen más de Uribe?
O.- Puede afirmarse a la luz de lo probado en sede judicial que el gobierno de Uribe creó una red de espionaje y persecución ilegal contra sindicalistas en alianza con empresarios y grupos de narco-paramilitares, y que en ese contexto y dentro de un plan de exterminio en el que al opositor social se le da el tratamiento de enemigo de guerra, capturaron, torturaron y mataron a Luciano, con el apoyo y participación material e intelectual de los servicios secretos que dependían directamente del despacho del Presidente Alvaro Uribe Vélez, en cuyos dos mandatos fueron asesinados 775 sindicalistas y quien, dos años después de que sus matones asesinaran a Luciano, recibió complacido de manos de doña Teófila Martínez el Premio Cortes de Cádiz «por su defensa de la libertad en el ámbito iberoamericano». Fue el premio a un fascista para lavarle la cara sucia de sangre obrera, y es una afrenta para las familias y organizaciones sindicales de 775 lucianos que luchan por la Libertad en Nuestra América.
P:- En Asturies, por razones obvias, ha habido diversas acciones de calle y de apoyo a la búsqueda de justicia para el caso de Luciano Romero, uno entre 3mil sindicalistas asesinados. ¿Se valora en Colombia como significativa el seguimiento asturiano del caso? ¿Tuvo importancia el que el gobierno asturiano interpelara a la Fiscalía en directo?
O:- Quienes hayan visitado a Colombia a partir del 2006 saben que en el mundo sindical y en el de quienes defienden los derechos humanos Asturias es un ejemplo de compromiso práctico con la defensa del derecho a la vida, gracias al programa de acogida temporal y las visitas de verificación cada año. La intervención de Rafa Palacios fue muy importante porque confrontó en su despacho al Fiscal General de la República y a su tesis de que a Luciano lo había matado su familia por un problema «pasional». Querían desviar la investigación. La contundencia de sus argumentos y el seguimiento posterior del caso por parte del Director de la Agencia Asturiana de Cooperación ayudaron al excelente trabajo de los abogados colombianos que defendieron como nosotros la evidencia de que era un crimen por motivos políticos orientados al exterminio del sindicato en una empresa y en una región. Ese tipo de defensa de los derechos humanos sólo es posible hacerlo en directo, personalmente, apoyado en la legitimidad que da el estar ayudando a proteger a personas en riesgo, y con la altura y dignidad de quien exige justicia y representa a la ciudadanía de otro país . Echo en falta ese nivel de compromiso con la vida y con la justicia en la cooperación asturiana actual.
P:- En varias de las delegaciones asturianas de verificación a los DDHH en Colombia se ha visitado a la familia de Luciano Romero. ¿Cómo está la familia, cómo el sindicato al que pertenecía?
O:- De la familia de Luciano supimos por una carta enviada al acto público de Xixón por la esposa de Luciano y sus hijas y nieta en el último aniversario. No se reponen de semejante pérdida, la asumen y querían justicia, intentan vivir con dignidad en un medio hostil, sin trabajo, sin apoyo institucional, intentan remendar-reconstruir los planes de vida de las niñas, el tiempo pasa, el recuerdo de Luciano les arropa pero las necesidades las acosan… Su sindicato está luchando contra las viejas y nuevas multinacionales, por desgracia siguen enterrando dirigentes. Sindicalista de SINALTRAINAL-CUT y también obrero de la Nestlé, Óscar López Triviño, fue asesinado en Bugalagrande hace sólo cinco meses en medio de una huelga de hambre para presionar a la multinacional a dialogar pues viola derechos laborales y sindicales, encima señala y amenaza. El día anterior al crimen de Oscar el Sinaltrainal había recibido amenazas del grupo paramilitar Los Urabeños, que decían: «guerrilleros hp siguen jodiendo a Nestlé no más perdón los picaremos muerte a todos los comunistas de Sinaltrainal.». Este crimen como el de Luciano parecen creados en la misma matriz. Desde comienzos de este año SINALTRAINAL-CUT hace mitines y protestan rechazando el despido masivo de sindicalistas de Coca Cola en Asturias y en España. Me conmovió verlos en febrero y en marzo de este 2014 en las calles del norte de Bogotá, reclamando los derechos de los obreros españoles, enfrentando a ese monstruo acostumbrado a salirse con las suyas que es Coca Cola.
P:- ¿Seguirá llevando su nombre el colectivo de refugio temporal en Asturias?
O:- Sí, llevamos el nombre de Luciano en la palabra, en la pancarta y en corazón, para recordalo a él y a tres mil Lucianos más asesinados en Colombia y cuyo martirio clama, exige justicia y solidaridad internacional.
NOTAS RELACIONADAS:
http://www.sinaltrainal.org/
http://www.rebelion.org/
http://www.glayiu.org/
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