Policarpo Camacho, ¡en su eterna gloria!
Policarpo Camacho, nació el 26 de enero 1937, en Vélez Santander. Fecha fallecimiento 2 de Agosto 2021, Calarcá Quindio.
«Eran épocas aciagas de la Violencia, que dominó la historia de Colombia entre el año 46 y el 58 (y se prolongó luego hasta hoy en sucesivos golpes de sangre), fue en realidad una suma de muchas y variadas violencias políticas, sociales, económicas y religiosas».
Policarpo Camacho desde niño vivió en carne propia el despojo de tierras, esto hizo que llegará al Quindío, huyendo de la violencia partidista; cuando aún este territorio era el viejo Caldas, en la década de los cincuenta, siglo XX.
Un hombre enamorado de la tierra, luchador incansable por los derechos de los campesinos, llegó a ser directivo del sindicato agrícola más grande de Colombia, Fensuagro.
«El movimiento campesino atravesaba por una difícil y dura situación política. En primer lugar, la larga historia del Frente Nacional, donde sólo dos partidos (Liberal y Conservador) se rotaban el poder cada cuatro años y que condujo al país a una nueva etapa de violencia, que se mantiene hasta nuestros días (siglo XXI). En segundo lugar, la desarticulación del movimiento campesino como consecuencia de la injerencia del gobierno a su interior, y el cual auspició su división, que a su vez permitió el desmonte parcial de la ley 135 a través del Pacto de Chicoral, liderado por el gobierno del conservador Misael Pastrana Borrero.
En esas circunstancias es convocado el Primer Congreso Nacional Agrario en conmemoración de la Masacre de las Bananeras, el 6 de diciembre de 1976, con la presencia de delegados de varios departamentos del país, el cual dio como resultado el surgimiento de la Federación Nacional Sindical Agropecuaria (Fensa), que desde su mismo nacimiento tomó la decisión de afiliarse a la CSTC y a la Federación Sindical Mundial» (Fuente:Prensa Rural).
Y, Policarpo Camacho, en representación del Quindío estuvo en primera línea como delegado, haciendo parte de la historia en la lucha reivindicativa de los trabajadores agrícolas.
Su lucha por una Reforma Agraria, lo llevo en 1996, a materializar el proyecto junto con su compañera sentimental, Gloria Holguín, otra incansable dirigente campesina; con todo el apoyo y asesoría de Fensuagro, dónde inicialmente se beneficiaron 152 familias de Córdoba y Calarcá. El proyecto inició con dos mil millones de pesos aportados por el Banco Mundial.
En su primera etapa, el programa entregó a mediados de ese año (1996), 94 hectáreas de tierra a 19 familias de la vereda Guayaquil Alto de Córdoba, municipio cafetero de la cordillera Central, en el suroriente de la región.
El proyecto contempló beneficiar en los siguientes años, a otras 130 familias de Córdoba y Calarcá. La tierra que recibieron los campesinos formaba parte de las propiedades del hacendado Arcesio Domínguez Galvis, quien, según los vecinos del municipio, llegó a ser el propietario del 60 por ciento de Córdoba, y por lo menos de otro tanto en Calarcá. Domínguez fue asesinado por la guerrilla en el año 1993, según el Periódico El Tiempo.
El proceso de selección de los adjudicatarios estuvo a cargo del Consejo de Desarrollo Rural, y Fensuagro Quindío, liderado por Policarpo Camacho, tuvo en cuenta factores como vinculación al municipio de por lo menos 5 años y que los adjudicatarios fueran cabeza de familia. Policarpo por ser dirigente tenía derecho a un predio, pero en un acto de generosidad prefirió que otra familia campesina lo recibiera. Sacrificó toda su vida por la lucha de los jornaleros desposeídos del Quindío, e inclusive, a ser dos veces prisionero político.
Policarpo Camacho, un campesino con escaso segundo grado de primaria dio ejemplo de lucha y con su gran corazón, ejemplo de dignidad. Participó en varios Congresos de Fensuagro a nivel nacional; vocero en los diálogos de Paz en San Vicente del Caguán (1999- 2002); miembro de Redepaz Quindío, del Frente Amplio por la Paz; militante del Partido Comunista y la Unión Patriótica, actualmente era miembro activo del Partido Fuerza de los Comunes. Fue un militante de la paz con justicia social.
Un amigo suyo lo describió así: «El campesino que entendía al hombre en su relación cósmica. Que el subsuelo se sienta agradado con la vida de lucha de Policarpo, el limo de su existencia sea nutricia para la vida y la lucha de los nuevos fensuagros».
¡Policarpo! en canto campesino te despido:
¡Campesino sos hijo legítimo de sagrada tierra!
¡Sos el pan!
¡sos el trigo!
¡sos almendra!
¡sos levadura!
Labras la tierra
en el campo verde,
bajo el manto del cielo azul,
y en el trinar de los altos juncos.
Campesino, con tus sandalias en las mañanas,
sales a trabajar con tu fruta jugosa, boquita de manglar.
La tierra la conviertes
en poema de surcos de paz y gloria.
Sos la piel ajada por el sol.
En tus manos descansa la tierra arada, bendita, y sagrada.
El sol y la luna
alumbran tu cosecha
en verano, en primavera,
en invierno y en otoño…
Siempre aseguras el retoño.
El Estado le negó su apellido…
¡La dignidad!…
No tienes bueyes de arado,
pero vos produces la riqueza
para alimentar el alma
también de rufianes del pasado.
Germinando la semilla… sustento de vida…
en el alba el labrador despierta
regando el huerto…
en medio del mar y la guerra, en el campo.
El soldado se alimenta de frutos para seguir el mal.
Vos, campesino te niegas
a alimentarte de rabia.
Campesino, eres pastor de la paz,
guiando la oveja perdida
en el huerto de la negada calma.
Viles pastos dejas. Campesino siembras las flores,
cogiendo sudor en medio del sol y la lluvia…
Agrietadas tus manos,
sigues recogiendo el fruto
de vital sustento.
De mañanitas, tu labranza
recoge fruto maduro.
Arremolinando tu tabaco
en cielo descubierto sigues,
caminando, ayunando, entre las fieras
en abatidos jirones de banderas sangrientas.
En tu cuerpo descansa el color de la tierra…
En tus manos callosas
se mueven las atmósferas
del santísimo huerto…
¡Nadie pregunta si tienes sed!
¡nadie pregunta si estás fatigado!
¡nadie pregunta si estas viejo!
Solo los grandes árboles saben de sus angustias…
¡Nadie pregunta cómo el alimento llega a su mesa!
¡nadie pregunta quien besa la tierra!
En llanto dolorido,
vos, campesino, cabalgas en amargos amores,
arando con destreza
la clamorosa tierra…
¡Paz con su amado hijo y su amada Gloria!