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Historia de la revolucionaria brasileña y secretaria de “Punto Final” asesinada en 1974

Luz y muerte de Jane Vanini

Fuentes: Punto Final

Jane Vanini nació en septiembre de 1945 en Cáceres, Matto Grosso, Brasil. En 1964, el presidente Joao Goulart fue derrocado por un golpe militar. Jane estudiaba ciencias sociales en la Universidad de Sao Paulo y se incorporó a la organización revolucionaria Acción Liberadora Nacional (ALN), que dirigía Carlos Marighella (ver PF 650, págs. 16 y […]

Jane Vanini nació en septiembre de 1945 en Cáceres, Matto Grosso, Brasil. En 1964, el presidente Joao Goulart fue derrocado por un golpe militar. Jane estudiaba ciencias sociales en la Universidad de Sao Paulo y se incorporó a la organización revolucionaria Acción Liberadora Nacional (ALN), que dirigía Carlos Marighella (ver PF 650, págs. 16 y 17). En 1969, luego que su esposo fuera detenido y encarcelado, Jane fue condenada en ausencia a cinco años de prisión. En la clandestinidad se integró al Movimiento de Liberación Popular, grupo disidente de ALN. En 1970 se expatrió a Uruguay y, posteriormente, a Argentina y Cuba -donde trabajó en Radio Habana-. Al año siguiente obtuvo asilo político en Chile y se incorporó al MIR con el nombre Gabriela. Hasta el día del golpe militar trabajó como secretaria en Punto Final. Tras el golpe de 1973, fue pareja del periodista y dirigente del MIR José Carrasco Tapia (asesinado el 8 de septiembre de 1986).

El 6 de diciembre de 1974, a unas diez cuadras de la casa que compartían en Concepción, Carrasco fue detenido por efectivos de la Armada y conducido a la Base Naval de Talcahuano. En la noche, la vivienda en la población Laguna Redonda II, Pasaje 12 Nº 560, fue rodeada por un destacamento de Infantería de Marina que intentó allanarla. Jane Vanini opuso valiente resistencia. Se desplazaba dentro de la casa disparando un fusil, para repeler el ataque. La dura resistencia hizo pensar que había más de una persona en el segundo piso de la casa. Jane agotó sus balas y resultó herida. Los agentes del Centro de Inteligencia Regional (CIRE) sólo pudieron ingresar al cesar la resistencia. Jane fue sacada inconsciente en una camilla. Una ambulancia la llevó con rumbo desconocido. Hoy se sabe que fue asesinada tres o cuatro días después.

El Sur y Diario Color, de Concepción, el 8 de diciembre de 1974 se limitaron a transcribir el comunicado de la comandancia de la II Zona Naval de Talcahuano. La versión oficial dice que un grupo de «terroristas» había enfrentado a efectivos navales y policías. Erróneamente se informaba del lugar de los hechos, omitiendo el nombre de la población y la captura -horas antes- de José Carrasco Tapia. Según el comunicado, Jane Vanini se había suicidado. Pero se sabe hoy que fue trasladada herida pero viva, la madrugada del 7 de diciembre, a un recinto clandestino de Ancla II, instalaciones deportivas donde se mantenía a prisioneros secuestrados. Se cree que habría fallecido en el Hospital Naval de Talcahuano. Tres días después, en la tarde del 10 de diciembre, el funcionario del Servicio de Bienestar de la Armada, Reinaldo Alarcón Muñoz, fue «comisionado para dar sepultura a una ejecutada». Dice que le entregaron el cadáver en la morgue del Hospital Naval y le ordenaron llevarlo al Cementerio Nº 2 de Talcahuano, donde se le sepultó como NN. Ni el Juzgado Naval de Talcahuano, ni ningún otro tribunal abrió proceso. Tampoco el comandante de la Base Naval informó al consulado de Brasil ni a los familiares de Jane Vanini, no obstante conocer su identidad y nacionalidad. «Sabemos que a Jane Vanini no sólo se la llevaron viva, sino que dentro de la Base Naval permaneció varios días bajo interrogatorios y torturas de los mismos criminales que después la ejecutaron e hicieron desaparecer, enterrándola como NN en el cementerio de Talcahuano», dice un comunicado de los ex prisioneros políticos del MIR de la VIII Región.

FUE CAPTURADA VIVA

«Jane Vanini fue encontrada herida en una cama del dormitorio, junto al ventanal desde el cual disparaba. Fue baleada desde fuera. Ninguno de los efectivos navales y represores declaró haber disparado. No obstante, los vecinos señalan que la Infantería de Marina disparó con armamento de grueso calibre», señala a PF el abogado Nelson González Bustos, quien ha investigado el caso. Existen cartas de Jane a su hermana Dulce Vanini, y una que José Carrasco le remitió en marzo de 1975 comunicándole la muerte de Jane.

En el proceso instruido por los delitos de secuestro, homicidio y asociación ilícita, no está establecido que Jane Vanini sea la mujer que fue capturada ese 6 de diciembre de 1974 en Concepción. Sus restos aún no han sido identificados. «Vecinos a los que se les exhibieron fotografías dicen que ‘les parece que fuera ella’. Lo mismo dice el marino que hizo los trámites de sepultación», aclara Nelson González. En mayo de 2005, se informó del hallazgo de sus restos mortales. En diciembre de 2006, el abogado Nelson González presentó la querella en el Tercer Juzgado del Crimen de Concepción. Los restos fueron ubicados pero permanecen legalmente sin identificar.

«Ninguno de los que participaron en el asalto a la vivienda ha declarado haberla visto muerta, salvo un infante de marina que declaró sin que nadie lo llamara. Se le dio sepultura cuatro días después, y en el Hospital Naval no existía morgue para mantener cadáveres. El agente del departamento de Bienestar declara que le entregaron ‘el cuerpo de una ejecutada’. No hay certificado de fallecimiento, no obstante que en la partida de defunción de una NN -que corresponde al cadáver de Jane Vanini-, se indica que la muerte fue ‘comprobada por certificado de defunción expedido por el director del Hospital Naval de Talcahuano’. Interrogado en el proceso, el ex director señaló que ‘no recuerda haber examinado el cadáver, practicado autopsia y firmado ningún certificado médico de fallecimiento’. Estos antecedentes hacen sostener en la querella que Jane Vanini fue capturada herida e inconsciente y que luego fue ejecutada en el campo de prisioneros del CIRE, en la Base Naval», dice el abogado Nelson González. A la luz de los antecedentes, el ministro en visita, Carlos Aldana, decretó la reconstitución de escena del asalto a la vivienda.
La investigación ha acreditado las circunstancias del combate y la inhumación ilegal del cadáver cuatro días después. Se ubicó el lugar exacto y un equipo de expertos del Servicio Médico Legal exhumó los restos el 26 de agosto de 1998. Resultaron ser sólo partes de un esqueleto.

La sepultura original fue removida anteriormente por remodelación del cementerio. En un primer informe, el SML señaló que los restos óseos pertenecían a Jane Vanini, fundando su conclusión en que la dentadura que se conservaba del maxilar superior coincidía con el odontograma obtenido del odontólogo que la trató en Brasil. El tribunal decretó un informe de ADN mitocondrial. El SML informó al tribunal que «no tenía los medios tecnológicos para realizar el peritaje», razón para no hacer cuestión de la falta de familiares para el control de identidad. Finalmente, el Programa de Derechos Humanos del Ministerio de Interior se contactó con autoridades brasileñas para solicitar a los familiares de Jane Vanini que se sometieran al examen. Se remitieron restos óseos a Brasil mediante los canales oficiales. Pero practicado el análisis se determinó en Brasil que el ADN que se creía de Jane Vanini no correspondía con el de sus hermanos.

«Se individualizó a los represores que asaltaron la vivienda. Resultaron ser los mismos que, posteriormente, dieron muerte a otro mirista, Rudy Cárcamo Ruiz, a fines de diciembre de 1974. El tribunal sobreseyó el caso de Vanini. Sin embargo, designado un ministro en visita para conocer todos los casos de derechos humanos en la región, fue reabierto. Ante la posibilidad de que fuera cerrado otra vez, ahora por el ministro en visita, presenté una querella no como abogado patrocinante de un pariente sino como un particular. El ministro Aldana fijó una fianza de calumnia de cincuenta millones de pesos. Al solicitar una reconsideración la bajó a un millón de pesos, que de todos modos es insólito», dice el abogado Nelson González.

RECONSTITUCION DE ESCENA

El miércoles 17 de octubre de 2007 se realizó la reconstitución de escena del asalto a la casa en que vivían clandestinos José Carrasco y Jane Vanini. Comparecieron los ex jefes de los equipos de torturadores del CIRE, Osvaldo Harnisch Salazar y Arturo Garay González, ex detectives de Investigaciones; Conrado Scesnic Guerricabeitía, oficial de Carabineros; José Cáceres González, subteniente de Infantería de Marina, y tres torturadores: Juan Fuentealba Ríos, suboficial de la Armada, el cabo Maldonado y el soldado Marco Matamala. Además, los oficiales a cargo de los fusileros de la Infantería de Marina: el capitán Luis Kohler Herrera; el teniente Luis Encalada, y el jefe del estado mayor de la II Zona Naval de la época, Aníbal Aravena García, que dirigió el asalto a la casa en que se encontraba Jane Vanini.

En la reconstitución estuvo presente el subsecretario de Promoción y Defensa de los Derechos Humanos de la secretaría especial de la Presidencia de la República de Brasil, Perly Cipriano. Ese funcionario militó con Jane Vanini, a fines de la década de 1960, en ALN. También asistió el secretario de la embajada de Brasil en Chile, Alexandre Brazil. Ambos se entrevistaron con el ministro en visita Carlos Aldana Fuentes.

La reconstitución corroboró que los agentes del CIRE llevaron hasta la vivienda al periodista José Carrasco, quien ya se encontraba prisionero. «Jane Vanini los recibió con descargas de fusil, que no cesaron pese a los reiterados ruegos que le hacía Carrasco a viva voz para que se rindiera. La reconstitución, interrogatorios y careos entre los participantes en el asalto desvirtuaron las versiones del suicidio de Jane. En la diligencia se estableció que Jane Vanini disparó con su fusil tan pronto llegó el primer vehículo, que conducía al prisionero José Carrasco, y que el fusil estaba cargado con balas trazadoras. Luego, como Jane no se rindiera, los agentes del CIRE requirieron apoyo de la Base Naval de Talcahuano. Al lugar del enfrentamiento acudió el jefe del estado mayor de la II Zona Naval de Talcahuano, capitán de navío Aníbal Aravena; este último dirigió el asalto; comandaba el grupo de asalto el oficial del destacamento de Infantería de Marina Nº 3, con asiento en el Fuerte Borgoño, capitán Luis Kohler. El asalto lo realizó un pelotón de la Infantería de Marina a cargo de un teniente de apellido Encalada, que para ingresar destruyó a balazos la cerradura de la puerta. Encalada declaró que vio cuando personal sanitario sacó el cuerpo de Jane en una camilla sin que le constara si estaba viva o muerta; Jane fue retirada inconsciente por la Infantería de Marina en presencia del jefe del estado mayor de la II Zona Naval, quien ingresó a la vivienda inmediatamente después; el infante de Marina que dijo haber visto el cadáver de Jane Vanini y que ella se había suicidado fue desmentido por todos los testimonios», señala el abogado Nelson González.
Al día siguiente de la reconstitución de escena, en la Base Naval los ministros de la Corte de Apelaciones de Concepción fueron agasajados por el comandante en jefe de la II Zona Naval.

Los ex presos políticos de la VIII Región señalan que la ministra de la Corte penquista, Irma Bavestrello, es la esposa de Herbert Wilhelm Perelman, comandante de sanidad de la Base Naval durante la dictadura.