Análisis desde una crítica feminista del machismo institucional acontecido el pasado 13 de diciembre en la cena de la «Asociación de Exportadores y de Manufacturas», donde el presidente Roberto Fantuzzi regaló una muñeca hinchable al Ministro de Economía de Chile, Luis Felipe Céspedes, como idea para estimular la economía.
El machismo presente en esos hechos sólo es la culminación de la decisión tomada por las mentes henchidas de machismo que primero tuvieron la idea, y después mandaron comprar la muñeca, la inflaron con su aire lleno de C02, la llevaron a la cena, la escondieron hasta el final, y a los postres, como si se tratara de una dulce decisión, se la entregaron entre risas al Ministro junto a una serie de complementos muy acordes con la muñeca protagonista. Reconozco que al ver la foto del momento en los medios junto a las referencias al Presidente de la «ASEXMA», al no conocer con anterioridad la organización, lo primero que pensé por las siglas es que se trataba del Presidente de la «Asociación de Sexistas y Machistas», después comprobé que no era así, lo cual me sorprendió más aún.
Todos los hombres que participaron del momento con la idea, la conducta, la actitud y las risas que inflaron el ambiente de machismo, luego se desinflaron con las típica falsedad de las palabras impuestas que hicieron referencia a las «disculpas», al «error», a la «intrascendencia de los hechos»… toda una serie de frases hechas para quitarle importancia a lo ocurrido sin cuestionar las razones y circunstancias que llevaron a que sucediera. Ya nadie recuerda ninguna de esas frases, pero todo el mundo guarda la imagen de una muñeca hinchable en manos de un Ministro sonriente como argumento para estimular la economía.
No debemos caer en la trampa de darle más credibilidad a la palabra forzada de las excusas que a los hechos consecuentes con todas las conductas y decisiones que se toman a diario en nombre del machismo en cualquiera de los ámbitos de la sociedad, uno de los más importantes, sin duda, el de la economía.
Quienes consideran que una «muñeca hinchable» es una buena forma de representar el estímulo que necesita la economía de un país, son los mismos hombres que dirigen una economía donde las mujeres apenas están representadas en los puestos de dirección de las empresas, y en la que, por el contrario, están sobrerrepresentadas en el desempleo, en las reducciones de jornada para el cuidado de hijos, hijas y familiares, en la precariedad laboral…
Una economía en la que para acceder muchas de ellas tienen que sufrir toda una serie de insinuaciones y cuestionamientos sobre si tienen novio, si están casadas o si piensan tener hijos; y todo para llegar a un ambiente laboral en el que sufren acoso sexual y de otros muchos tipos, y en el que, cuando logran permanecer, cobran menos que los hombres por realizar el mismo trabajo como reflejo de la desigualdad y la discriminación que existe en la sociedad.
El posmachismo, que es la nueva estrategia del machismo, juega con todas esas referencias de la normalidad para mantener el machismo, y criticar sólo los excesos que superan un determinado umbral considerado como inaceptable por la sociedad, pero sin cuestionar todo lo que sucede por debajo del mismo. Es lo que ha ocurrido ahora con la muñeca hinchable de ASEXMA, que ha recibido las críticas por «inaceptable», pero al mismo tiempo se mantiene sin cuestionar todo el machismo que hay en la empresas y en la economía.
Es lo mismo que sucede con la violencia que sufren las mujeres, que sólo se cuestionan las agresiones graves o los feminicidios, sin levantar una crítica sobre los miles de casos de maltrato que se producen cada día, ni sobre el machismo que los alimenta a todos ellos. Al final la realidad permanece indemne y el machismo se infla y se desinfla según la ocasión, pero nunca desaparece. No tiene sentido que una sociedad critique la escena de la muñeca hinchable y no cuestione la estructura de una economía en la que las mujeres sufren la brecha salarial, la precariedad, la exclusión, el abuso, el acoso…
La escena de la muñeca hinchable es inaceptable, pero más aún lo es toda la discriminación que sufren las mujeres en el mercado laboral y en la sociedad.
Es más, seguro que ya se habrían producido consecuencias graves sobre los responsables por haberla llevado a cabo. Lo terrible del episodio de la muñeca hinchable es que es la expresión de la nueva etapa que ha inaugurado Donald Trump con su «machismo exhibicionista», y que ahora vamos a ver con mucha más frecuencia en forma de episodios de machismo inflado y explícito, algo que un tiempo atrás no se atrevían a hacer.
Y el problema no está en esas escenas, sino en lo que reflejan, en todas las ideas y valores machistas que seguirán utilizando la economía, la educación, las creencias, las costumbres, la tradición… para mantener la desigualdad y su injusticia social como parte de una normalidad que se entiende necesaria para la convivencia.
Por eso el compromiso debe ser trabajar para erradicar el machismo,nt no sólo algunas de sus expresiones. La crítica al machismo y a los machistas no es opción, es razón.
(Foto del pasado 13 de Diciembre 2016
donde sale el Ministro de Economía Céspedes con la muñeca hinchable
regalo de Fantuzzi presidente de la Asociación de Exportadores y de Manufactureras de Chile)
Fuente:http://tribunafeminista.org/2016/12/machismo-hinchable/
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