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Mahoma en caricatura

Fuentes: Rebelión

Tenía 8 años y vivía en Guazumal, entre Santiago y Tamboril, República Dominicana. Regino vivía en los Rieles, que era como se conocía ese pequeño espacio de mi campo por donde pasaba el primer tren con una estación en Tamboril que luego se convirtió en el único cine del pueblo. Regino ya no era agricultor, […]

mahoma Tenía 8 años y vivía en Guazumal, entre Santiago y Tamboril, República Dominicana. Regino vivía en los Rieles, que era como se conocía ese pequeño espacio de mi campo por donde pasaba el primer tren con una estación en Tamboril que luego se convirtió en el único cine del pueblo. Regino ya no era agricultor, aunque tenía su tierra, porque se dedicó a rifar. Sune Betemít, casi descendiente de Louverture, vecino y buen hombre, jugó un número de la rifa de Regino; pero cuando este salió en la cantaleta de los domingos, Regino dijo que no. Sune era un hombre trabajador, de esos de sol a sol, y era pacífico. Me llamó para que le hiciera una caricatura de Regino montado en su motor Honda 50 tragándose el Lucio, que en argot cibaeño significaba, lo mismo que uno dice de alguien que engaña a una prostituta con lo del cubo. Sune me pagó un peso, con el que pagué el boleto de un paseo en guagua a Puerto Plata para conocer el mar. La caricatura fue colocada en la única pulpería, la del Pinto. La gente entraba y salía con sus 2 cheles de salsa y alcaparra envuelto en papel de traza y goteando el vinagrito para los espaguetti del día, con sus par de ruedas de salchichón de burro, con su librita de arroz, con su estilla de cuava para prender los carbones, con su botella de gas pa’ la jumiadora, envuelta en caribes ; con un par de cigarrillos cremas; con sus panes frescos de hace una semana; con su cabeza de ajo; con sus tres cheles de aceite verde pa’laensalá; y con una risa del otro mundo. No puedo decir que Regino se parecía mucho; pero todo indicaba que era él. El motor lo copié de una revista O Cruzeiro que mi mamá compraba. Supe que todos en el pedazo vieron la caricatura en el museo del Pinto y que Regino me quería ver. Por coincidencia, y sin dejar de ir a las pozas del rio, a la escuela puntualmente y sin falta, donde mis amiguitas, al matiné…a todas partes, nunca lo vi de nuevo, aunque siempre temía el encuentro.
¿ Por qué cuento esta anécdota ? Por lo de las caricaturas de Mahoma. Dinamarca es un país de Europa, civilizado. Me parece que las 12 caricaturas no tienen ni la originalidad del trazo ni de las ideas y hubiese creído la explicación de la libertad de prensa, si hubiese sido publicado el paquete de dibujos sobre la resurrección de Cristo que hace tres años el mismo director Zieler del periódico Jyllands-Posten se negó a publicar porque hubieran ofendido a algunos lectores; no a muchos pero si a algunos.» Es decir que hay dos públicos, uno que no quiero ofender y otro que no me importa si se ofende. Yo, caricaturista, no creo que la censura tenga que girar alrededor de las leyes y dogmas de ninguna religión, y como artista creo en la libertad total. No creo que ninguna moral de ninguna religión pueda regir ni cuestionar el comportamiento del ser humano universal. Sí creo en la ética y la estética. Con la ética el accionar de la vida es ilimitado dentro del respeto y la estética para la creación y la originalidad, suena masónico por herencia de mi padre. Sobre todo eso hay toneladas de escritos con puntos de vista diferentes.
Ayer recibí la visita de dos testigos de Jehová. Yo los recibo con cortesía y amabilidad. Y los oigo. No discutimos porque mi voz no cuenta. Ellos vienen a salvarme, ellos son los predicadores. Estos que vinieron son nuevos , no es el mismo duo dinámico que acostumbra a venir, quizás ya se cansaron de que les hable de vudú y Diego Rivera; uno decía que la Biblia fue escrita hace 2000 años, y el otro decía que hace 4000, tosieron y siguieron hablándome del paraíso, vieron mi Biblia que dice en la primera página Santa Biblia y debajo escrito a mano, ciencia ficción, pero ninguno se dio cuenta y siguieron podando matitas, recogiendo frutas, acariciado animales de todo tipo y atendiendo un gallinero. Yo tengo uno, les dije, yo empezé a construir mi paraíso desde ahora , para practicar. El mas grande me vio y se rio, ¡qué buena idea !…. Esos que atacan las embajadas no irán al paraíso , dijo el otro.
En el caso específico de la reacción de los musulmanes se ha dicho que viven en la edad media, que están muy, pero muy atrasados, que por un simple dibujo no tienen que quemar las embajadas, etc. La cosa no es tan simple. Hay que ver todo esto como parte de una guerra que se viene librando desde que los ingleses ocuparon Irak a principio del siglo pasado; desde la imposición de Israel en el 48; desde los ataques de la URSS a Afganistán; desde que los EU atacaron a Irak en el 91, desde que quitaron al Shah y con ello se puso fin al petróleo casi gratis extraído en Persia, hoy Irán y se terminaron las portadas en Paris Match y LIFE pagadas con ese petróleo del pueblo; luego ocuparon a Afganistán; a Irak de nuevo, mas los ataques devastadores de los israelistas a los palestinos. Esta guerra se libra no solamente entre EU contra los árabes. Para estos, EU es occidente, léase Inglaterra, Francia, Alemania, Italia, la misma España a pesar de la retirada de Zapatero; pero apoyando a EU en Afganistán. Y esos países árabes no fueron atacados por creer en Alá, ni en Mahoma, sino por su petróleo. Decir que Mahoma es un terrorista en esos dibujos, es parte de las armas contra los musulmanes, igual que usar el Corán como papel higiénico en los baños de Guantánamo. Es un arma de propaganda. Los árabes también tienen buenos caricaturistas. Y occidente también tiene muchos que no están de acuerdo con la guerra. Y Dinamarca tiene muy buenos caricaturistas que no le hacen el juego a Bush. Conocí en 1987, siendo jurado junto a otros caricaturistas internacionales, a Per Marquard Otzen de una fineza y una inteligencia única. Otzen no entra en ese juego del Jyllands-Posten, Otzen tiene ética. Si Otzen fuese a hacer alguna caricatura sobre el conflicto, sería para rechazar la guerra, sería para que los pueblos sean respetados, con sus culturas milenarias, sería para pedir el retiro de las tropas invasoras donde quiera que estén. Y hay que hablar de esa cualidad de la caricatura, el poder de la imagen que rebasa los idiomas. Ese mismo poder viene desde lejos, desde que Philipon en Francia dibujó a Luis XVI con cabeza de pera lo que le costó seis meses de prisión, lo mismo le pasó a Daumier; era la guerra del pueblo contra el abuso del poder. No se puede hablar de la caricatura como un todo, ella puede estar en cualquiera de los bandos en conflictos. Pero eso sí, en ambos lados es de un poder inmenso, mas grande que cualquier texto, porque ella es idioma universal en sí, para intelectuales, para analfabetos, sin necesidad de traducción, por poder desnudar, por poder educar, por poder hacer reir, y puede engañar también. Porque la caricatura puede ser de humor general como los chistes de lorito, y humor político; y aquí va a tomar dos caminos según las partes enfrentadas.
A raiz de los ataques de las torres, decenas de caricaturistas estadounidenses fueron cancelados por ridiculizar a Bush en su ignorancia, en su codicia, en su irrespeto al resto de los pueblos del mundo, y por sus torpezas cotidianas y patanerías. En aras de esa misma »libertad de prensa» no se han querido publicar los reportes de los cientos de ataques cotidianos de la resistencia iraquí, ni los soldados muertos de una guerra inútil y vergonzante, ni las fotos de las cárceles de Abud Ghraib ni de Guantánamo. Creo que esa guerra de ocupación y destrucción que libra EU contra Irak, y por ende, contra los musulmanes, no sólo usa armas con bombas y balas y con productos químicos; también se usan las caricaturas, y también se usa el soborno de la prensa para que publique lo que conviene o no. El país o el caricaturista que no entienda esta guerra, que siga dibujando y que se sigan publicando; pero después no se quejen cuando se encuentren a Regino cara a cara.