Un grupo de mapuches que son acusados de actividades terroristas denunciaron como «burdo y racista» el juicio oral que se les sigue en Temuco, al sur del país, por presuntos incendios a fincas privados. En un correo enviado a los medios de comunicación, los procesados en rebeldía, Mauricio Contreras y Oscar Higueras, afirmaron que no […]
Un grupo de mapuches que son acusados de actividades terroristas denunciaron como «burdo y racista» el juicio oral que se les sigue en Temuco, al sur del país, por presuntos incendios a fincas privados. En un correo enviado a los medios de comunicación, los procesados en rebeldía, Mauricio Contreras y Oscar Higueras, afirmaron que no se presentarán a la justicia por considerar que el juicio es ilegal y está viciado por el racismo. Destacaron que el proceso es un «circo jurídico» y que no validarán «el juego sucio jurídico de los fiscales y su «misterio» público ni al Estado «que criminaliza nuestra lucha y destina millones y millones de pesos en testigos falsos que se presentan encapuchados.
Contreras e Higueras acusaron a las autoridades de practicar intervenciones telefónicas, seguimientos, aparatos de inteligencia y seguridad contra ellos, «todo al servicio de los mismos mafiosos y delincuentes que usurpan nuestras tierras». Ambos forman parte de un grupo de doce personas originalmente acusadas por el Ministerio Público del delito de asociación ilícita terrorista que actualmente se encuentran en la clandestinidad y están declaradas en rebeldía por la justicia. De ese total, sólo seis comparecen al juicio oral que comenzó el miércoles último y que podría durar un mes hasta que se conozca el veredicto. Ellos son los loncos Pascual Pichún y Aniceto Norín, la activista de la causa indígena, Patricia Troncoso Robles, Marcelo Quintreleo, Abelino Hauiquín y José Llanca, quienes arriesgan penas de cárcel que van desde cinco años y un día hasta 15. «Rechazamos tajantemente estos juicios políticos que no son más que una forma de dominación de esta falsa democracia que ampara a mafiosos mercantilistas que han destruido a nuestra madre tierra, afectando los recursos naturales y a los seres que habitamos en ella», indicaron.
Todos están acusados de integrar una asociación ilícita terrorista bajo el amparo de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM) que «en forma jerárquica, organizada y planificada han ejecutados atentados con la finalidad de provocar temor en la población».