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Marcha popular y patriótica en Cucuta y Norte de Santander

Fuentes: Rebelión

Se equivocan quienes pretenden la desmovilización y repliegue de las organizaciones populares colombianas despúes de un supuesto triunfo militar de la oligarquía proyanqui contra las organizaciones de la resistencia revolucionaria. Hacen cálculos equivocados sobre necias especulaciones y seudoanálisis politologicos. Estan errados aquellos que proponen aplazar la acción de la multitud para épocas electorales con el […]

Se equivocan quienes pretenden la desmovilización y repliegue de las organizaciones populares colombianas despúes de un supuesto triunfo militar de la oligarquía proyanqui contra las organizaciones de la resistencia revolucionaria. Hacen cálculos equivocados sobre necias especulaciones y seudoanálisis politologicos. Estan errados aquellos que proponen aplazar la acción de la multitud para épocas electorales con el artificio de que no hay nada que hacer, solo esperar al próximo carnaval de los politiqueros y manipuladores del voto ciudadano con prebendas clientelistas, con la compra/venta de las boletas electorales y con el abuso de los mentirosos medios de incomunicación.

El pueblo no se resigna ni renuncia. Tiene altos niveles de conciencia, construye nuevas formas de organización, proyecta sistmemas de movilización, que como un potente y eficaz vector presiona sobre el dispositivo institucional del paquidermico y desueto Estado oligarquico para construir socialmente nuevos espacios, nuevas realidades con oportunidades para la gran mayoría de la sociedad en el marco de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario. En todo caso no hay resignación, no hay desidia, ni derrotismo en las bases ni en sus líderes. Hay movimiento.

En Norte de Santander y en el Area metropolitana de Cucuta se realiza hoy 20 de julio, una movilización de cerca de 20 mil campesinos, indigenas y víctimas de la violencia, que han llegado desde el Catatumbo, de Tibú, del Tarra, de Teorama, de Hacarí, de San Calixto, de Convención, de Ocaña, del Carmen, de La Playa, de Gramalote, de la Gabarra, de Pamplona, de Durania, de La Esperanza, de Chinacota, de otras localidades y en conjunto con los habitantes de la Capital y su Metrópoli, protagonizan una grandiosa presencia por las calles de la ciudad exigiendo al Estado, en sus diferentes niveles, la atención inmediata de sus exigencias, de sus reclamos políticos, sociales, economicos, culturales, ambientales y territoriales.

Olga Lucia Quintero, la dirigente más destacada de este proceso y de la Asociación Campesina del Catatumbo, ha exigido garantías y respeto para los movilizados, pues la policia ha organizado retenes ilegales, en Ocaña y Tibu, para registrar con fotografias y listados a los participantes como si se tratara de delincuentes o forajidos. Es curioso que mientras se destapan los vínculos de la policia departamental con los grupos neoporamilitares, como lo acabá de mostrar una profunda investigación penal de la Fiscalía, el Comando Departamental para contrarestar su desprestigio debido a la acción delincuencial de muchos policias, las emprenda contra los campesinos, indigenas y desplazados. Cucuta ha sido escenario de varios episodios de articulación de los aparatos policiales y militares con las bandas criminales y los grupos neoparamilitares que dominan la frontera y sus municipios en actividades de narcotráfico y contrabando de gasolina como lo han demostrado serias investigaciones del diario La Opinion y el documentado trabajo de la Corporación Arco Iris «La Frontera Caliente», de la autoria de Ariel Avila, experto analista que conoce al detalle las redes de la ilegalidad en la regíon colombovenezolana.

La movilización esta exigiendo inversiones sociales para el Catatumbo, respeto a los derechos humanos, parar la guerra fratricida, atender las víctimas, reforma agraria integral, protección de los recursos mineros/carboniferos, vías, escuelas, hospitales, empleo, creditos, revisión de la Zona estratégica de Consolidación y Recuperación que monopolizan las brigadas militares (manipuladas por los asesores contrainsurgentes gringos) en franco desconocimiento de los poderes civiles, construcción de las 20 mil viviendas prometidas por el alcalde Donamaris Ramirez, eliminación del cobro predial establecido arbitrariamente por el Concejo de la Capital, empleo, el acueducto del área metropolitana, inversión transparente de las regalias por el gobierno departamental y vias para acabar el aislamiento de Norte de Santander.

Este Memorial de agravios incorpora demandas por libertades políticas, participación ciudadana, acciones contundentes contra el clientelismo y la corrupción en el sistema político regional dominado como patrimonio dinástico por una casta degradada que integran los senadores Corzo, Clavijo, Barriga, Mora, Villamizar, los barones que dominan la red de instituciones estatales allí.

El pueblo reclama una efectiva presencia en los centros de decisión, en los puntos neurálgicos del poder con el fin de dar una aplicación equitativa a los recursos presupuestales y materiales del Estado.

La Marcha popular y patriotica de Cucuta ha dado forma a una nueva subjetividad social revolucionaria con clara disposición y voluntad de cambio y transformación del actual desorden político y social en dicho territorio. Nada la detiene y sus potenciales son evidentes.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.