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Los perjuicios de la revolución “importada”

Mariátegui y la revolución socialista

Fuentes: Rebelión

En Homenaje al 79º Aniversario de la Creación Heroica de José Carlos Mariategui (07 de Octubre de 1928). Basado en las investigaciones de Miguel Aragón y Rodney Lazo, de la Sección «Socialismo Peruano» del Foro Centenario «José Carlos Mariátegui». No ha trascendido mucho, pues casi ningún texto lo señala, la obvia diferencia entre la Revolución […]

En Homenaje al 79º Aniversario de la Creación Heroica de José Carlos Mariategui (07 de Octubre de 1928). Basado en las investigaciones de Miguel Aragón y Rodney Lazo, de la Sección «Socialismo Peruano» del Foro Centenario «José Carlos Mariátegui».

No ha trascendido mucho, pues casi ningún texto lo señala, la obvia diferencia entre la Revolución para América Latina (incluidos los países con predominio de relaciones feudal-medievales o relaciones de «modo asiático de producción»), planteada por el VI Congreso de la Internacional Comunista, la misma que centralmente debía luchar contra el feudalismo y las formas precapitalistas de explotación y por el desarrollo consecuente de la revolución agraria por un lado, y contra el imperialismo extranjero y por la independencia nacional, por el otro (cuya transición a la dictadura del proletariado era posible, por regla general, solamente a través de una serie de etapas preparatorias, como resultado de todo un periodo de transformación de la revolución democrático-burguesa en revolución socialista); y la planteada por Mariátegui, que era la Revolución Socialista.

Esta última afirmación, que ha sido puesta en duda por mas de uno de los Partidos que, en el Perú, se reclaman «herederos del Partido de Mariátegui«, fue claramente establecida por éste, señalando » La revolución latinoamericana, será nada y más y nada menos que una etapa, una fase de la revolución mundial. Será simple y puramente, la revolución socialista. A esta palabra agregad, según los casos, todos los adjetivos que queráis : «antiimperialista», «agrarista», «nacionalista-revolucionaria». El socialismo los supone, los antecede, los abarca todos», añadiendo «No queremos, ciertamente que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indo-americano » («Aniversario y Balance», Septiembre de 1928), se reafirma mas tarde, en la parte final de su Tesis enviada a la I Conferencia Comunista latinoamericana, señalando, «somos antiimperialistas porque somos marxistas, porque somos revolucionarios, porque oponemos al capitalismo el socialismo como sistema antagónico, llamado a sucederlo, porque en la lucha contra los imperialistas extranjeros cumplimos nuestros deberes de solidaridad con las masas revolucionarias de Europa » («Punto de vista antiimperialista», Mayo de 1929), y se repite en la nota «Del autor«, que éste preparó y envió como información sobre su propia actividad política, precisando que » Prepara actualmente un libro sobre política e ideología peruana, que será la exposición de sus puntos de vista sobre la Revolución Socialista en el Perú y la crítica del desenvolvimiento político y social del país, y bajo este aspecto la continuación de la obra cuyos primeros jalones son los 7 Ensayos, «…(en «Ideología y Política», pag.15). Con ello simplemente «daba cuerpo» al grito que lanzara en la Fiesta de la Planta en Vitarte, el 12/02/1928, y recogiera la revista «Amauta» N 12, pag.20 : «¡Viva el Socialismo!. ¡Viva Vitarte! ¡Viva la Revolución Socialista!«

Mariátegui incluso se adelanta a señalar que el suceso de la Revolución Socialista en un país semifeudal y semicolonial «no presupone el cumplimiento perfecto y exacto de la etapa económica liberal, según un itinerario universal»…»que es muy posible que el destino del socialismo en el Perú sea en parte el de realizar, según el ritmo histórico a que se acompase, ciertas tareas teóricamente capitalistas » («Respuesta al Cuestionario Nº 4 del Seminario de Cultura Peruana», Revista «La Sierra», en «Ideología y Política», pags.263 a 273), que «la función del socialismo en el gobierno de la nación, según la hora y el compás histórico a que tenga que ajustarse, será en gran parte la de realizar»….»las posibilidades históricamente vitales todavía del capitalismo- en el sentido que convenga a los intereses del progreso social» (» La Organización del proletariado«, Ediciones «Bandera Roja», 1967, pag.180), que toca al socialismo la empresa de «la liquidación de la feudalidad» (Ideología y Política», pag.188). Que » El socialismo encuentra, lo mismo en la subsistencia de la comunidades que en las grandes empresas agrícolas, los elementos de una solución socialista de la cuestión agraria,»… Acta de Constitución del Partido Socialista, Octubre de 1928), pues «Las «comunidades»…..»representan un factor natural de socialización de la tierra» («El Problema de las razas en América Latina», Junio de 1929).

¿En que se basaba Mariátegui para este planteamiento, distinto al del VI Congreso de la Internacional Comunista y llevada a la I Conferencia Comunista Latinoamericana?.

Tal y como anota Miguel Aragón y desarrollan Ernesto Yépez del Castillo y Baltazar Caravedo Molinari, entre otros, una ubicación histórica de los trabajos de Mariátegui, evidencian que a diferencia de Haya de la Torre, éste constató que el ascenso al poder de Augusto B. Leguía, en su segundo periodo, significó el desplazamiento de la oligarquía exportadora, representada por el Civilismo, y su reemplazo por una alianza de intereses, entre la burguesía, la pequeña burguesía improductiva (sectores medios) y el imperialismo yanqui, cuya penetración en nuestra economía, aún desplazando al imperialismo inglés, profundizó nuestra dependencia.

Se trataba pues ya, de la burguesía en el Poder, con lo cual la etapa democrático-burguesa se cumplió, no en la forma revolucionaria que hubiese sido deseable (a este respecto ver V.I.Lenin. «Apreciación del momento«, Abril de 1917») sino con el desplazamiento de la alianza de la aristocracia terrateniente y el imperialismo inglés, frente a lo cual, pese al carácter de la sociedad, correspondía ya la Revolución Socialista, pues la aristocracia terrateniente había dejado de ser un blanco principal para la Revolución (amén de que la estrategia de la Revolución Democrática del nuevo tipo incluía como aliados a sectores de la burguesía nacional y la pequeña burguesía).

Esto equivalía a una simple constatación histórica, que hacen tanto, Ernesto Yepez del Castillo » Leguía si bien en lo fundamental no alteró la riqueza y privilegio de las clases dominantes, significó en cambio el desplazamiento definitivo de la fracción hegemónica civilista de las instancias más altas del poder político » «Un siglo de desarrollo capitalista» , IEP, Campodónico Ediciones S.A., pag.283), como Baltazar Caravedo Molinari : «Todas las fuerzas sociales no vinculadas al sector agrario exportador y terrateniente estuvieron objetivamente entrelazadas en una lucha anticivilista, que Leguía supo utilizar para asumir el poder. Propósito para el que también aprovechó los conflictos entre los capitales norteamericanos e inglés dentro del país. A los primeros les interesaba desplazar del poder a los ciclistas, para lograr mejores condiciones políticas. Leguía se convirtió así en el hombre que abrió el camino al capital norteamericano y a la industria nativa » («Burguesía e industria en el Perú 1933-1945», IEP, 1976, pags.37 y 38); como de la lectura de Manuel Burga y Alberto Flores Galindo «La vieja casta civilista fue despojada del poder político manteniendo intactas sus bases económicas «. …»Leguía se apoyó en los sectores medios, en los medianos propietarios y más aún desplegó una intensa actividad para romper con la preponderancia de las viejas castas de terratenientes en el campo sin afectar la estructura económica imperante «…y «Sus planes políticos, en los primeros años, estuvieron dirigidos a quitar el poder político a la viejas castas dominantes : oligarquía costeña y gamonalismo andino. Paralelamente desarrolló un ambicioso programa (burocracia, obras públicas e irrigaciones) destinado a crear una clase media adicta y obsecuente. Para lograr esto tuvo que entregar el país a la influencia omnímoda del imperialismo norteamericano » («Apogeo y Crisis de la República aristocrática» , Rikchay Perú, Febrero de 1980, pags. 133,134 y 140), y Julio Cotler …»la burguesía nacional, de la que Leguía era su más lúcido representante, procuraba ampliar, profundizar y centralizar el aparato estatal a fin de lograr la hegemonía política. Con ello, los terratenientes dejarían de significar un obstáculo político a su desarrollo y la burguesía se convertiría en el único interlocutor valedero del capital imperialista con capacidad para negociar su asociación dependiente «, y «el país experimentaba un proceso de transformación social, fundado en la consolidación del capitalismo y la realización de la hegemonía política de la burguesía nativa asociada con el capitalismo imperialista ,»…(«Clases, Estado y Nación en el Perú», IEP, Julio del 2005, Pags.178 y 210).

Fallecido Mariátegui, y tomada la dirección del Partido por Eudocio Rabines, el nuevo Partido Comunista del Perú, haría suya la posición del VI Congreso de la Internacional Comunista sobre la Revolución en América Latina, que era que, en los países coloniales y semicoloniales, con desarrollo económico muy restringido, con un proletariado poco numeroso e incapaz de ser la fuerza motriz de la revolución, pese al apoyo del campesinado, la revolución democrático burguesa constituía su tarea inmediata, sin perder de vista que la cuestión básica era la emancipación nacional, y su tarea fundamental en el campo interno, la revolución agraria, la misma que debía llevarse a cabo a través de la conquista de la hegemonía por el proletariado, por ser la burguesía nacional en estos países, o muy débil o vinculada a los terratenientes y al imperialismo; posición que se calcaba sobre la rica experiencia de la Revolución Democrática Rusa de 1905 y sobre la de la Revolución China, llevada a cabo por el Partido Comunista mas grande del mundo colonial y semicolonial.

Esta fue la tesis que la I Conferencia Comunista latinoamericana, convocada por el Secretariado o Buró, Sudamericano, de la Internacional Comunista, trajo al evento, y que encontró diferencias (ya habían asomado éstas con motivo del Congreso constituyente de la Confederación Sindical Latinoamericana, efectuado en Montevideo, en Mayo de 1929) con las posiciones traídas a éste por la delegación del Partido Socialista del Perú, integrada por Julio C. Portocarrero y Hugo Pesce.

MAO Y LA INFLUENCIA DE LA REVOLUCIÓN CHINA :

Como el propio Mao Ze Dong explica, la China se había convertido en un país colonial, semicolonial y semifeudal, desde que el imperialismo japonés inició la invasión armada del país, lo cual implicaba que los blancos principales concretos de la Revolución en ese momento eran el imperialismo japonés y los colaboracionistas chinos terratenientes feudales, y en consecuencia el carácter de la Revolución China de ese entonces era Democrático-Burgués de nuevo tipo, siendo sus principales tareas ; realizar una revolución nacional para acabar con la opresión extranjera del imperialismo y una revolución democrática para terminar con la opresión interior de los terratenientes feudales (y no contra el capitalismo y la propiedad privada), siendo de ellas la mas importante, la revolución nacional para derrocar al imperialismo, tareas interrelacionadas entre sí, constituyendo en consecuencia una Revolución Nacional Democrática, que integraría incluso por periodos a la burguesía nacional. Revolución que por un lado desbrozaría el camino del capitalismo y por otro crearía las premisas para el socialismo; en resumen, dos etapas o procesos revolucionarios cualitativamente distintos, el de la Revolución Democrática y el de la Revolución Socialista, el primero de los cuales sería la preparación necesaria para el segundo (a cuyo cumplimiento solo se podría pasar después de consumado el primero) y el segundo la dirección inevitable para el desarrollo del primero (Ver Mao Ze Dong : » La Revolución China y el PC de China» y «Sobre la nueva democracia», Obras Escogidas Tomo III).

Como plantea Mao Ze Dong, el carácter de la Revolución, conforme al carácter de la sociedad china : » A partir de la Guerra del Opio de 1840, China se ha transformado paso a paso en un país semicolonial y semifeudal. Y, más aún, después del Incidente del 18 de Septiembre de 1931, cuando el imperialismo japonés inició la invasión armada de China, ésta se ha convertido en un país colonial, semicolonial y semifeudal » («La Revolución China y el Partido Comunista de China», Obras Escogidas Tomo II, Pags.319 y 320) y luego añade : «los principales enemigos de la revolución china en la presente etapa son el imperialismo y la clase terrateniente feudal, ¿Cuáles son las tareas de la revolución en dicha etapa? «…..»realizar una revolución nacional para acabar con la opresión y una revolución democrática para terminar con la opresión interior de los terratenientes feudales; de estas tareas, la primordial es la revolución nacional para derrocar al imperialismo» (Obra Citada, pags. 320 y 33′). Esta línea se reforzaría aún mas tras el destacado papel jugado por el PCCH en la polémica internacional con el PCUS.

No obstante, ese no sería el único «foco» de influencia de una Revolución «importada».

HAYA Y LA REVOLUCIÓN NACIONAL DEMOCRÁTICA :

Víctor Raúl Haya de la Torre, producto de su deportación, inicia un viaje por Centroamérica y México, entre 1923 y 1928 aproximadamente. Son precisamente los años del denominado «corolario Rooselvet» de la Doctrina del Destino Manifiesto yanqui de Jefferson y Monroe, en que Estados Unidos continúa una política de ocupación militar colonial, iniciada so pretexto de la Guerra Hispano-Americana, desde 1898, que lo llevara a «crear Panamá», invadir Santo Domingo, Nicaragua, Honduras, Costa Rica, Haití, Filipinas, etc., y mas precisamente los años de heroica lucha armada antiimperialista de César Augusto Sandino por la liberación nacional de Nicaragua.

Haya de la Torre constatará « El progresivo sometimiento económico de nuestros países al imperialismo deviene sometimiento político, pérdida de la soberanía nacional, invasiones armadas de los soldados y marineros del imperialismo, compra de caudillos criollos, etc. Panamá, Nicaragua, Cuba, Santo Domingo, Haití son verdaderas colonias o protectorados yanquis como consecuencia de la «política de penetración» del imperialismo » («El antiimperialismo y el APRA», Ediciones Ercilla, Santiago, 1936, pags. 4 y 5), añadiendo «Dentro del sistema capitalista y de acuerdo con la dialéctica de su proceso histórico, la América Latina devendrá seguramente una colonia yanqui» (Obra citada, pag.7), y conforme a lo que sucedía en Centro América trazará su estrategia : «El peligro mayor para nuestros pueblos es el imperialismo. El amenaza no sólo como fuerza explotadora, sino como fuerza conquistadora. Hay pues, en el fenómeno imperialista con el hecho económico de toda explotación, el hecho político de una opresión de carácter nacional » y planteará «Sostenemos, pues, que la actual tarea histórica de estos pueblos es la lucha contra el imperialismo. Tarea de nuestro tiempo, de nuestra época, de nuestra etapa de evolución. Ella nos impone subordinar temporalmente todas las otras luchas que resulten de las contradicciones de nuestra realidad social -y que no sean coadyuvantes del imperialismo- a la necesidad de la lucha común » y concluirá «Así es como la lucha contra el imperialismo queda planteada en su verdadero carácter de lucha nacional» (Obra citada, pags. 83 y 84), perfilando los objetivos de la Revolución planteada : «No es posible separar, pues, la lucha contra el imperialismo extranjero de la lucha contra el feudalismo nacional en Indoamérica«, « por eso, el contenido social de lucha antiimperialista en Indoamérica es antifeudal» (Obra citada, pags. 148 y 149).

Maniqueísmos políticos de lado, deberemos reconocer que frente a la ocupación militar del imperialismo, como pasaba en la Nicaragua de Sandino (como pasó en el Vietnam, en Argelia, y ocurre actualmente en Afganistán e Irak, etc) y en la China en algún momento, efectivamente el problema nacional pasaba a primer plano y en consecuencia la revolución en tales países devenía en Nacional Democrática o antiimperialista antifeudal, pero que, conforme al análisis concreto de la realidad nacional peruana concreta hecho por Mariátegui no correspondía a la condición SEMICOLONIAL y no colonial, del Perú, el cual no se encontraba ocupado militarmente por el invasor imperialista.

LA ESTRATEGIA Y TAREAS DE LA REVOLUCIÓN NACIONAL DEMOCRÁTICA :

Veamos como plantea Mao Ze Dong, el carácter de la Revolución, conforme al carácter de la sociedad china : » A partir de la Guerra del Opio de 1840, China se ha transformado paso a paso en un país semicolonial y semifeudal. Y, más aún, después del Incidente del 18 de Septiembre de 1931, cuando el imperialismo japonés inició la invasión armada de China, ésta se ha convertido en un país colonial, semicolonial y semifeudal » («La Revolución China y el Partido Comunista de China», Obras Escogidas Tomo II, Pags.319 y 320) y luego añade : «los principales enemigos de la revolución china en la presente etapa son el imperialismo y la clase terrateniente feudal, ¿Cuáles son las tareas de la revolución en dicha etapa? «…..»realizar una revolución nacional para acabar con la opresión y una revolución democrática para terminar con la opresión interior de los terratenientes feudales; de estas tareas, la primordial es la revolución nacional para derrocar al imperialismo» (Obra Citada, pags. 320 y 33′)-

Por su parte, Truóng Chinh, miembro relevante del Buró Político del Partido de los Trabajadores de Viet Nam, plantea el carácter de la Revolución, conforme al carácter de la sociedad, de la siguiente manera : «Como señaló nuestro partido, Viet Nam es un país colonial y semifeudal«…..» Por eso en Viet Nam tenemos que resolver estas contradicciones fundamentales : Primera : la contradicción entre el pueblo vietnamita y los imperialistas agresores. Segunda : la contradicción entre las abrumadoras masas del pueblo, principalmente el campesinado y la clase terrateniente feudal. La principal contradicción en la que tenemos que concentrar las fuerzas para resolverla es la contradicción entre el pueblo vietnamita, de una parte, y los imperialistas agresores y sus lacayos de otra.

La revolución vietnamita tiene en consecuencia dos tareas : 1. Expulsar a los imperialistas agresores y lograr la independencia nacional (tarea antiimperialista) . 2. Derrocar a la clase terrateniente feudal y hacer la reforma agraria siguiendo la consigna de «tierra a los que la trabajan» (tarea antifeudal) «. (Truóng Chinh. «El marxismo vietnamita», Sigamos el camino trazado por Carlos Marx), pag.41).

Por último, en el caso de Albania, el carácter de la revolución fue asimismo planteado, conforme al carácter de la sociedad : » El objetivo estratégico del Partido para el periodo histórico que el pais atravesaba, fue definido así :

«Combatir por la independencia nacional del pueblo albanés y por un gobierno popular democrático en una Albania libre del fascismo»1

Este objetivo estratégico se basaba en la construcción antagónica principal que existía en aquel entonces en Albania y que reclamaba una rápida solución, para así romper las trabas que impedían el desarrollo social, económico y cultural de la nación : la contradicción entre el pueblo y los invasores fascistas. Existía, al mismo tiempo, otra contradicción : entre las masas populares y las clases explotadoras, mas ésta, en aquel entonces había pasado a segundo plano «.

(Instituto de Estudios Marxista-leninistas adjunto al CC del PTA. «Historia del Partido del Trabajo de Albania», pag.95).

Nótese en estos tres casos, correspondientes a tres destacados históricos Partidos Comunistas, de Trabajadores o del Trabajo, que el carácter primordial Nacional, de la Revolución planteada está ligado a la condición colonial de los tres países, China, Viet Nam y Albania, condición que se antepone, por ello, al carácter democrático, de todas ellas, el mismo que se subordina al carácter Nacional de las mismas. Casos, todos, en los cuales corresponde la lucha por la independencia nacional. A diferencia ellas, las revoluciones en los países semicoloniales y semifeudales, tienen por contradicción principal, la existente entre los terratenientes feudales y las masas populares, principalmente campesinas, pasando la contradicción entre el imperialismo y deviniendo en Revoluciones Democráticas Nacionales, es decir antifeudales y antiimperialistas y el pueblo, a segundo lugar. El confundir el carácter Principal o Secundario de una contradicción o blanco revolucionario, implica un error de análisis que podía llevar a postergar la Revolución en aras de un frente de liberación nacional que incluya a la propia burguesía en el Poder. La condición semicolonial o colonial de un país, implicaba una estrategia diferente, y no puede confundirse una contra otra.

El carácter de la Revolución lo determina el enemigo principal (ojo, digo principal no único) a ser derrocado, a fin de concentrar las fuerzas en cada etapa de la Revolución en esa dirección, por ello si decimos que la Revolución es Nacional Democrática, estaremos señalando que nuestros enemigos principales son el invasor imperialista y los terratenientes feudales, y el mas importante de ellos, el invasor imperialista a quien habrá que echar fuera del territorio. Si por el contrario decimos que nuestra Revolución es Democrático Popular estaremos señalando que nuestros enemigos principales son los terratenientes feudales y el imperialismo, siendo el mas importante de ellos, los terratenientes feudales a quienes habrá que derrocar. Y si decimos que la Revolución es Socialista estaremos señalando que nuestros enemigos principales son la burguesía pro imperialista y el imperialismo, siendo el mas importante de ellos, la burguesía, a quién habrá que derrocar.

Ahora bien, si no existe invasor imperialista en el país y nosotros señalamos que este es el enemigo principal mas importante contra quien hay que concentrar y dirigir nuestras fuerzas, estaremos realmente encubriendo al enemigo principal del pueblo y de la Revolución, igualmente sucederá si no existe la aristocracia terrateniente en el Poder del Estado y nosotros señalamos que éste es el enemigo principal mas importante, estaremos también encubriendo al enemigo principal y propiciando una incorrecta política de alianza y lucha con la burguesía industrial contra un posible «enemigo común». Este último fue precisamente el error que se cometió, desde la muerte de Mariátegui, y hasta viene cometiéndose aún ahora, en el caso del Perú.

No podemos dejar de reconocer la similitud del enfoque revolucionario «exportado» por la Internacional Comunista y dogmática y dócilmente aceptado por el Partido Comunista del Perú tras la muerte del Amauta, y el planteado por Haya de La Torre líneas arriba (al margen de que quien debía conducir dicho proceso para Haya); lo cual ante la débil asimilación del marxismo-leninismo permitió la confusión estratégica en nuestra Patria, ahondada mas tarde, con la copia y aplicación mecánicos del esquema de la Revolución desarrollado para la realidad de China por Mao Ze Dong, repetido por la amplia mayoría de organizaciones que se consideraron revolucionarias (llámense Bandera Roja, patria Roja, Estrella Roja, etc), en el Perú, y llevado a su mas trágica consecuencia por Sendero Luminoso.

Foro Centenario «José Carlos Mariátegui»