La libre competencia y la libre empresa que tanto promocionan los generales norteamericanos como solución continental para América latina, producen indudablemente empleo de calidad. Así lo recogen los datos sobre Colombia, país al que sus gobernantes abocaron al neoliberalismo sin trabas, en donde el ministro de Protección Social, Diego Palacio, ha reconocido que más de […]
La libre competencia y la libre empresa que tanto promocionan los generales norteamericanos como solución continental para América latina, producen indudablemente empleo de calidad. Así lo recogen los datos sobre Colombia, país al que sus gobernantes abocaron al neoliberalismo sin trabas, en donde el ministro de Protección Social, Diego Palacio, ha reconocido que más de 200.000 menores trabajan como mineros, especialmente en yacimientos de los departamentos de Chocó, Boyacá, Antioquia, Caldas, Cundinamarca y Nariño.
Palacio admitió que el combate de esa situación se complica por la falta de control de las autoridades locales, a las que varias veces se les ha delegado la responsabilidad y la obligación de vigilar, controlar, e incluso cerrar esas minas.
Aseguró que el problema de la explotación infantil en el sector minero se presenta en los socavones ilegales creados por grupos familiares, las cuales no cumplen con las mínimas condiciones de seguridad.
Tras recordar que sólo unos 3.000 niños fueron retirados de la minería entre 2003 y 2004, el ministro afirmó que se mantienen los programas para retener los niños en la escuela, a fin de reducir aún más la cifra de menores trabajando en los yacimientos.