«La huelga ha unificado al pueblo mapuche y no mapuche, se han acercado sobre todo los jóvenes. Se rompió el cerco comunicacional gracias a esa solidaridad. Esperamos que no haya consecuencias mayores y se pueda cumplir con algunos de los objetivos planteados en el movimiento», señaló Víctor Queipul, vocero de los presos mapuche de Angol […]
«La huelga ha unificado al pueblo mapuche y no mapuche, se han acercado sobre todo los jóvenes. Se rompió el cerco comunicacional gracias a esa solidaridad. Esperamos que no haya consecuencias mayores y se pueda cumplir con algunos de los objetivos planteados en el movimiento», señaló Víctor Queipul, vocero de los presos mapuche de Angol y lonko de la Comunidad Autónoma de Temucuicui, en un conversatorio desarrollado al anochecer del jueves 7 de octubre con miembros del Frente Amplio de apoyo al pueblo mapuche, de Santiago. Junto a él estaban Jaime Huenchullan, vocero de la comunidad y werken de Temucuicui, y José Curipan, de la comunidad Rankilco, en la comuna de Ercilla. Todos son cercanos al territorio donde fue asesinado por la espalda Jaime Mendoza por un carabinero en agosto del año pasado cuando participaba de una recuperación de tierras, en la comuna de Ercilla.
El lonko agradeció en varias oportunidades la solidaridad recibida y pidió mantenerla en el tiempo debido a que consideran insuficiente el acuerdo alcanzado hasta ahora por quienes ya depusieron la huelga y estiman pueden lograr más respecto de sus demandas. Los voceros se excusaron por no poder mantener un diálogo más amplio con los asistentes, que sólo pudieron escuchar sus exposiciones y formular breves consultas, ya que informaron debían viajar de inmediato de regreso a Angol debido a la crítica situación que viven allí los huelguistas de hambre. Informaron del ánimo de los huelguistas de seguir resistiendo pero a la vez dijeron que el límite era la vida, y que por tanto deben consultar la actual voluntad de los comuneros, lo que fue escuchado con respeto por los asistentes, miembros de organizaciones mapuche, junto a artistas, periodistas, dirigentes estudiantiles, profesionales, miembros de colectivos de derechos humanos, abogados y cristianos.
Sobre la reunión sostenida por los voceros esa misma mañana con el presidente de la Corte Suprema, ministro Milton Juica, el lonko Queipul expresó: «Considero que tuvimos de su parte una buena recepción, hubo una actitud caballerosa. Nos explicó lo que puede hacer y lo que no puede, en relación a nuestras demandas de no aplicación de la legislación antiterrorista. Denunciamos los criterios que usan en el sur los jueces contra nosotros los mapuche, criminalizando como terroristas a los hermanos, por hechos que si los comete un chileno, no son calificados de esa misma forma. El adujo que los jueces son independientes sin embargo coincidió en que deben garantizar el debido proceso y también se manifestó crítico de la ley antiterrorista. Escuchó nuestras denuncias sobre el descontrol de policías y fiscales, y le explicamos que nuestras querellas por torturas y maltrato no prosperan, quedan detenidas, que no hay justicia para nosotros. Consideramos muy positiva la reunión con el ministro, porque viene el juicio y hemos llegado a hablar, junto a nuestro abogado, Jaime Madariaga, con la máxima autoridad del poder judicial que ya conoce directamente nuestras demandas».
Víctor Queipul tiene a su hijo y un sobrino en huelga de hambre, y su hija Bania, menor de edad, ganó un juicio emblemático. » En Chile se persigue a los que molestan al Estado. Somos hostigados permanentemente. Pero nadie puede detener esta lucha. Sentimos tras nuestro el respaldo de las comunidades mapuche», sostuvo el dirigente de Temucuicui.
Jaime Huenchullan es hermano de Felipe Huenchullan, uno de los huelguistas cuyo estado de salud es más preocupante. Otro de sus hermanos, menor de edad, está en la clandestinidad: es buscado y no acepta ser juzgado por el Estado chileno.
Expresó el comunero: «Lo que hoy vivimos es el resultado de un largo proceso de violencia. Nosotros vivimos perseguidos en nuestra comunidad, nuestras familias siempre han tenido que estar en la lucha. Nacimos en medio de la violencia, crecimos en ese clima. Lo que ha hecho el Estado con nosotros es desproporcionado. No nos consideran como personas sino como delincuentes por nuestra lucha por territorio y porque desarrollamos políticas propias y autonomía.
Estamos viendo morirse cada día un poco a nuestros hermanos y Felipe me dice que prefiere la muerte a ser condenado a muchos años de cárcel por el Estado chileno.
Hacemos un llamado amplio a seguir apoyando la movilización, a que se mantenga el apoyo a todo lo que se vive en el sur.»
Rodrigo Curipan, por su parte, asegura que aún es posible lograr más con el movimiento y se refirió al rol del ministerio público, que utiliza su poder para intentar amedrentar a las comunidades. Sostuvo que no hay tiempo para armar grandes estrategias sino sólo para pedir que la solidaridad continúe de manera que el gobierno desista de invocar en adelante la ley antiterrorista. Ello está sujeto a lo que en estas horas decidan los comuneros que continúan el movimiento.
El lonko Queipul valoró como un logro el hecho que pocas horas antes salió en libertad con medidas cautelares José Millanao y dijo que esperaba ocurriera lo mismo con Waikilaf Cadin* [1] y otro comunero en las audiencias próximas.
[1] Efectivamente Waikilaf Cadin fue dejado en libertad con medidas cautelares el 8 de octubre. Acaba de deponer la huelga de hambre.