Días antes de finalizar el año 2024 y con una masiva concurrencia, se lanzó el último libro del werken y líder histórico de la Coordinadora Arauco Malleco, Héctor Llaitul, condenado por el Estado chileno a 23 años de presidio, 15 de ellos por delitos contra la ley de seguridad del Estado. La obra llamada «Escritos desde la cárcel. Artículos y palabras desde su última prisión política», tiene 68 páginas, y fue publicada por la editorial Aún Creemos en los Sueños, dependiente de la edición chilena de Le Monde Diplomatique.
El pasado 17 de diciembre en el Espacio Laura Allende se llevó a cabo la presentación del libro “Escritos desde la Cárcel”, texto que incluye entrevistas y columnas del histórico werken de la Cordinadora Arauco Malleco (CAM) realizados durante su última prisión política. La actividad contó con un numeroso público que llenó la sala donde se hizo el lanzamiento, el que estuvo a cargo del académico de la Universidad de Santiago (Usach), Igor Goicovic; el director de Le Monde Diplomatique, Víctor Hugo de la Fuente; y dos de sus hijos, Weftui y Ernesto Llaitul.
Días antes de finalizar el año 2024 y con una masiva concurrencia, se lanzó el último libro del werken y líder histórico de la Coordinadora Arauco Malleco, Héctor Llaitul, condenado por el Estado chileno a 23 años de presidio, 15 de ellos por delitos contra la ley de seguridad del Estado. La obra llamada «Escritos desde la cárcel. Artículos y palabras desde su última prisión política», tiene 68 páginas, y fue publicada por la editorial Aún Creemos en los Sueños, dependiente de la edición chilena de Le Monde Diplomatique.
En la presentación el director del diario, Víctor Hugo de la Fuente, destacó el orgullo que sintieron por la confianza depositada por el werken para publicar el libro con su editorial, “¿por qué lo hemos hecho? Porque Héctor representa una de las luchas más fundamentales en Chile hoy: la lucha del pueblo mapuche que es una lucha histórica. Porque Héctor Llaitul ha sido capaz de plantar un movimiento con mucha fuerza y con mucha claridad política. Él ha insistido en estos artículos en que la CAM ha centrado su lucha en contra las forestales y eso marca un camino, que es muy importante, porque han sido las forestales las que han depredado y robado el territorio mapuche”.
El periodista añadió que, “el centrar la lucha contra las forestales es también un ejemplo a seguir para otros movimientos que llevan otras acciones violentas. En eso la CAM ha mantenido un camino fuerte, claro: su lucha es por la tierra, su lucha es por autonomía, una lucha además anticapitalista, que es un ejemplo a seguir, y él lo explica en este libro a través de varios comentarios, artículos y entrevistas”.
Respecto de la posición anticapitalista de la CAM, el historiador Igor Goicovic, junto con revisar distintos momentos de la lucha y resistencia mapuche durante el encuentro, resaltó justamente el carácter antimperialista de la lucha del pueblo mapuche y que se establece en varios momentos del libro, “en ese sentido es importante detenerse a reflexionar que las luchas de los pueblos a escala global tienen que ver con un contexto histórico más amplio, tienen que ver con el contexto de expansión del capitalismo, particularmente del capitalismo industrial, a fines del siglo 19 y comienzos del siglo 20, lo que no fue muy diferente de lo que ocurrió en el Wallmapu”.
Goicovic, también precisó cómo las luchas actuales del pueblo mapuche son parte de un proyecto histórico que se comenzó a configurar durante el régimen colonial, luego en la extensión del capitalismo industrial durante la república, y que llega hasta la actualidad, señalando que “la actual lucha liderada por la Coordinadora Arauco-Malleco se propone dos objetivos principales: recuperar los territorios usurpados durante el siglo XIX por el Estado de Chile y, a partir de ello, desarrollar un proyecto de emancipación nacional de carácter anticapitalista”.
Tras la presentación de los dos panelistas, tomó la palabra Weftui Llaitul, hijo de líder histórico de la organización autonomista mapuche, quien expresó que «recurrirán a instancias internacionales para lograr su excarcelación», debido al incumplimiento de garantías procesales durante el juicio y en la aplicación de la pena. Asimismo, abordó la situación penal de su hermano Peletaro, quien se encuentra en prisión preventiva desde noviembre del 2022 y a quien el Estado chileno solicita 70 años de prisión, haciendo un llamado a visualizar, denunciar y solidarizar con su causa.
La situación actual de las comunidades
Cerró el encuentro el actual werken de la CAM, Ernesto Llaitul, quien partió agradeciendo la instancia y a los presentadores, “porque existe por parte del Estado, por parte de los medios de comunicación de los sectores empresariales, la intención de acallarnos y la intención de aislarnos”, recordando cómo el libro Che Ka Rekiduan ha sido perseguido por manifestar allí el planteamiento político que como Coordinadora Arauco Malleco llevan a cabo.
“No es por nada que el vocero que nos representa como organización esté condenado a 15 años por dichos que guardan relación con la reivindicación política y de lucha de nuestro pueblo. Luego también fue detenido el otro werken, Rafael Pichún, entonces existe un temor por parte de los poderosos que como Coordinadora Arauco Malleco nosotros ocupemos la palabra”, puntualizó Ernesto Llaitul, quien también sufrió la persecución política al enfrentar dos juicios, dos años de prisión preventiva, para ser finalmente absuelto.
Llaitul hijo, explicó cómo en el gobierno de Gabriel Boric ha existido una profundización de la represión, de la criminalización y persecución del movimiento mapuche en general y de su organización, en particular, “y no solo se debe a la voluntad de este gobierno, sino a la presión que ejercen tanto las forestales, los sectores de ultraderecha, fascistas, con los que convivimos nosotros en el territorio. Esto frente al avance que habíamos estado consiguiendo al haber conquistado extensos espacios territoriales para las comunidades, que estaban en manos de las forestales”.
Ernesto afirmó que, “de un tiempo a la fecha nosotros habíamos devuelto las tierras, que en un porcentaje mayor tenían las empresas forestales por sectores, a las comunidades mapuche. Habíamos hecho un proceso de autonomía de facto, en que se ingresaba con las comunidades, en lo que llamamos control territorial, que es nuestra base para ejecutar la autonomía”.
En esos espacios, tras la recuperación, resistencia y entrada de las comunidades “se siembra en los predios y se pone freno a la lógica capitalista y extractivista. Es decir, no trabajan más las forestales dentro del predio y se da una reconversión a esos espacios, que nosotros llamamos la vida mapuche, enmarcados conforme a elementos propios de nuestra cosmovisión”.
Ante ese avance, de acuerdo al werken de la CAM, “este gobierno, debido a la presión del empresariado, lleva adelante esta política represiva, con cerca de tres años de Estado de Excepción”, que en la práctica según denuncia, “en el territorio mapuche es como si viviéramos en dictadura. Es decir, los milicos se nos ponen donde quieren, nos controlan, nos bajan de los vehículos, nos revisan. Tenemos drones sobrevolando las 24 horas del día en las comunidades”.
“Antes se nos respetaba, al menos un poco, cuando realizábamos una ceremonia. Hoy para una ceremonia tenemos a los militares apostados en los portones, helicópteros arriba de nosotros. Esa es la actual situación que están viviendo las comunidades que se encuentran en conflicto y que siguen resistiendo los embates del Estado chileno. Eso llevó a la prisión política a muchos de nosotros. Y esto guarda relación con una decisión de Estado, tanto del poder judicial, del poder legislativo y del poder ejecutivo de hacer frente al movimiento mapuche. Una decisión del Estado en su conjunto, de ir contra nosotros definiéndonos como el enemigo interno del Estado de Chile. Eso claramente en defensa de los intereses del extractivismo y las empresas forestales”, terminó el werken de la CAM.