El 1º de Mayo, el emblemático día de los trabajadores del mundo entero, Yury Neira recibió el golpe más duro de su vida. Nicolás, su pequeño hijo de 15 años, estudiante de secundaria, estaba muerto. Policias del Esmad lo habían golpeado salvajemente cuando caminaba tranquilamente por la carrera septima en pleno centro de Bogotá. Venía […]
El 1º de Mayo, el emblemático día de los trabajadores del mundo entero, Yury Neira recibió el golpe más duro de su vida. Nicolás, su pequeño hijo de 15 años, estudiante de secundaria, estaba muerto. Policias del Esmad lo habían golpeado salvajemente cuando caminaba tranquilamente por la carrera septima en pleno centro de Bogotá. Venía de participar en la movilización del 1º de mayo. En el transcurso del desfile hubo varios tropeles entre la policía y grupos de estudiantes. La plaza de Bolivar donde se concentró la movilización había sido desalojada a punta de gases. Nicolás fue abordado violentamente por los policias por su forma de vestir tan común en algunos grupos de estrudiantes y jovenes anarquistas. Un grupo de policias golpearon y golpearon a Nicolas.
Otros impidieron que la gente se acercara a ver que estaba pasando. Luego se fueron precipitadamente y dejaron a Nicolas tirado en el suelo. Fue llevado inmediatamente al hospital. Era el 1º de mayo del año 2005. El 3 de mayo Nicolás murió descerebrado. Había sido golpeado salvajemente en la cabeza. El informe de la policia dijo que Nicolas había muerto producto de las pisadas de los propios manifestantes en medio del tropel y los enfrentamientos. Pero un periodista extranjero gravó el instante de la golpiza. El periodista fue amenazado y obligado a salir del país. Desde ese día Yuri Neira no ha parado un solo día en denunciar el asesinato. Desde ese dia está en todas las marchas y manifestaciones con un estandarte con la foto de su hijo , la denuncia de los asesinos y reclamando que el crímen no quede en la impunidad. Ahora en las marchas del 1º de mayo las decenas de miles de participantes rinden homenaje a Nicolas al pasar junto al sitio donde fue asesinado .Allí siempre está su padre. Con la foto del hijo. Y la denuncia.
La persistencia de Yuri Neira denunciando y reclamando que los policias asesinos sean castigados no solo le valió la perdida del empleo. Los asesinos han buscado silenciarlo mediante amenanazas e intimidaciones. El Estado ha hecho causa común con los asesinos. El pasado 16 de enero mediante un impresionante operativo el DAS allanó la sede de la Casa cultural juvenil que Yuri coordina. El DAS es el departamento administrativo de seguridad, el organismo de la inteligencia que está subordinado directamente al presidente y que fuera dirigido por uno de los hombres de mayor confianza de Uribe que está hoy preso por ser parte integral de las bandas paramilitares y por su participación en varios asesinatos de dirigentes sindicales. El pretexto del allanamiento a la sede cultural era la búsqueda de armas y explosivos. Rapidamente la sede allanada fue rodeada de solidaridad. Al otro día, el 17 de enero, dos sicarios intentaron asesinar a Yuri en el mismo sitio.
Yuri es uno ejemplo, entre miles, de victimas del terrorismo de Estado que son perseguidos y judicializados. Un Estado terrorista, mafioso, que condecora a los victimarios y persigue a las victimas. Un Estado terrorista creado a imagen y semejanza de la mentalidad criminal de Bush el padre espiritual de Uribe y quien lo condecorara antes de salir vergonzasamente por la puerta de atrás de la Casa Blanca.
El ESMAD es el escuadrón de policias antimotines. Bestias vestidas de negro. Robocots de la muerte y del terror.
Su especialidad es la muerte.
Su prioridad la cabeza de las victimas.
A Nicolás se la aplastaron a golpes. A Belisario Camacho, un indigena de 16 años lo mató el Esmad de un tiro de fusil en la cabeza durante el desalojo de un finca que reclamanabn los indigenas en noviembre de 2006. A Oscar Leonardo de 16 años, estudiante de la universidad Nacional tambien lo hirieron en la cabeza durante una protesta contra el tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos. A estos crímenes se suman los de Jony Silva estudiante de la Universidad del Valle, Jaime Acosta, Carlos Giovanny Blanco, estudiante de segundo semestre de medicina, Jon Wilson Rodrigues de 19 años estudiante de arquitectura. Centenares de estudiantes han sido detenidos y golpeados por el ESmad en muchas movilizaciones estudiantiles.
Hay que seguir luchando para que sean castigados los asesinos de Nicolas. E impedir que asesinen al padre.