Recomiendo:
1

Entrevista a Héctor (Pérez) Babilonia, escritor y educador latino-caribeño

“Me gusta esmaltarme las uñas, ponerme aretes grandes, llevar el pelo largo, suelto”

Fuentes: Rebelión

Héctor (Pérez) Babilonia (Ponce, Puerto Rico, 1982-) es escritor y educador. Estudió en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, la Universidad del Sagrado Corazón y el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe. En esta última entidad educativa completa su doctorado en Historia de Puerto Rico y el Caribe. Formó parte de la fundación de la Peña Literaria de Ponce y del Círculo Literario Revolución Expresiva. Escribe cuentos, poesías, guiones y performances. Tiene una novela publicada intitulada Hongo Negro TV (2011), y entre otros textos y pretextos, un libro de cuentos que lleva por título Cuentos para un bolsillo roto (2014). En 2016 publicó su poemario Plagio. Trabaja la poesía concreta, de la que ha publicado varios vídeo libros, tales como Soy (2012), Hoy (2014) y Voy (2015). Héctor, ha contestado todas nuestras preguntas. Todas sus respuestas son para ser compartidas con todos vosotros.

– Wilkins Román Samot (WRS, en adelante) – Hace ya más de una década publicó Hongo Negro TV (2011). ¿De qué trató o tratas en dicho relato-guión? ¿Cómo surgió la oportunidad de trabajarle?

– Héctor (Pérez) Babilonia (HPB, en adelante) – Hongo Negro TV tiene dos historias. El cuento y la novela. “Hongo Negro TV” como cuento que fue publicado en el último número de un Zine, que trabajé junto a César Santiago llamado La Vila. Este cuento trata de un joven que lo único que realmente hace es fumar marihuana y ver televisión. El joven contrata un servicio de televisión llamado Hongo Negro TV, en todos los canales aparece Cristo como protagonista, primero como un Zombi, después como un anti-héroe y como un afroamericano que es asesinado por la policía. El joven también recuerda a Jesús como un ser mágico inmortal que predica sobre cómo debemos fumar marihuana porque Dios nos entregó todos los frutos de la Tierra para nuestro consumo. Estos episodios podrían ser considerados inmorales y antirreligiosos, pero realmente son programas de animación para adultos estilo “Adult Swim”. Al final del cuento el personaje sin nombre sale de su casa y se da cuenta de que ha comenzado el Apocalipsis. El cuento funciona como una historia previa al cuento de Doomsday A La J-Pop de César Santiago cuyo escenario es el Apocalipsis precisamente. Este cuento por poco provocó mi expulsión de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico. Ese año fui presidente del Círculo Literario Revolución Expresiva de la universidad y se me acusó de haber leído un texto antirreligioso, dado a que leí el cuento en varias actividades literarias (todas fueras de la institución). Gracias a profesores como María de los Milagros Pérez Toro y Federico Irizarry Natal, quienes me defendieron ante el decano, quien era un cura. Ellos me recomendaron que convirtiera ese cuento en el primer capítulo de una novela y fue así como nació Hongo Negro TV: Una novela clasificada R por su alto contenido sexual. Aquí la historia trata de un escritor que escribe un cuento que se llama Hongo Negro TV. El cuento es descubierto en el basurero por unos cerdos de la industria del entretenimiento, quienes quieren que el escritor adapte el cuento para la televisión por una millonaria suma de dinero. Es aquí cuando el escritor corrompe sus principios como artista y despide extender una historia la cual nunca quiso escribir. El personaje sin nombre se convierte en Elí Quimera quien muere y sube al cielo, es lanzado al infierno, allí es atormentado por los recuerdos de su pasado. En donde nos enteramos de que en un momento de su vida fue estudiante, pero se enamoró y preñó a su novia, la cual decide hacer un aborto sin su consentimiento. Elí la acusa de asesina y esta se suicida por la culpa. Elí logra escapar del infierno hasta encontrarse con el escritor, quien se da cuenta de CHONA (haciendo homenaje a la película de Sunshine Logroño), la empresa de los cerdos quiere liberar un demonio que devorara las almas de los televidentes a través de los televisores. Con la ayuda del escritor, Elí busca al demonio y lo derrota en una batalla tipo Final Fantasy 7. Al final el escritor manda a su personaje a otra dimensión y se percata de que también él es un personaje ficticio.

– WRS – ¿Qué relación tiene su trabajo creativo previo a Hongo Negro TV y vuestro trabajo creativo posterior? ¿Cómo lo hilvana con su experiencia de puertorriqueño y su memoria personal o no de/ con la sociedad y la literatura actual de Puerto Rico y el Caribe?

– HPB – Para ser honesto, Hongo Negro TV nace en el año 2001. Mientras estudié comunicaciones en la Universidad del Sagrado Corazón. Para ese entonces tenía con un amigo un grupo performático llamado los Mamarrachos. Elegimos el nombre porque la palabra significaba “persona que no merece ningún tipo de respeto.” Todas las canciones que interpretábamos eran originales. El concepto era que tocábamos en cualquier jangueo a cambio de que nos pusieran a fumar y tomar. Para ese entonces también estaba escribiendo un cómic de una sola página que se llamaba: “Las aventuras de Wito Pitillo” que llegó a tener 100 números y un especial de Halloween llamado: “The Evil Seed”. La premisa era similar que la novela. El protagonista fumaba marijuana en todas sus aventuras y como fumaba su cara se transformaba en forma de un pitillo. Esto era porque todos los personajes trasformaban sus rostros acordes a la droga que consumían; por ejemplo, si se metían cocaína los ojos de los personajes se tornaban grandes y sus narices largas; si consumían heroína los personajes se tornaban en zombis. La corporación Chona eran los villanos y Hongo Negro era como la marca Acme de los Looney Tunes, estaba en todas partes. Pizza Hongo Negro, Hongo Negro Films, Hongo Negro Station, Editorial Hongo Negro, Hongo Negro TV, etc. El concepto del Hongo Negro se compara con el hongo alucinógeno que brota del excremento de la vaca, porque en efecto el Hongo Negro brota del excremento del hombre y unos químicos. El Hongo Negro teletransporta a quien lo consume a nuestro mundo real. En esos episodios salgo yo, junto con unos amigos con quienes llegue a fotocopiar estas historias y venderlas a 25 centavos la página. En ese entonces nos hicimos llamar La Sociedad del Hongo Negro. En el mundo de Wito todas las drogas eran legales gracias a su gobernadora María Juana Calderón. Pero, en nuestro mundo de 2001, cualquiera que consumía mariguana era considerado un tecato por lo que jugué mucho con eso por motivo de la historia. Una historia dentro del mundo de Wito podía ser de 3 paneles como uno que el primer panel decía: “Compra una libra de marijuana”, el segundo panel decía: “compra el nuevo día un gran periódico” y el tercero decía: “fúmate un gran pitillo”.  Más adelante cuando me mudé para Ponce usé el nombre para hacer un ensayo en donde “Hongo Negro” era todo lo negativo del hombre. Nuevamente usé la comparación con el hongo alucinógeno, en donde el hongo que brotaba de la Vaca te producía un viaje bonito y el “Hongo Negro” te llevaba por un viaje por todo lo malo. Debido a mis vicios me la pasaba durmiendo, por lo que podría decir que fui un pésimo estudiante y me fui de Sagrado Corazón, se podría decir que el mundo me abofeteó la cara con su realidad. Desarrolle una personalidad adictiva que me llevó por un mundo oscuro. No salí de este mundo hasta mi tercer año de universidad en La Católica, el momento en donde comencé a tomar en serio mi educación académica. Recuerdo que una vez que me reuní con Nando Comando el guitarrista de Los Mamarrachos y con K Alfonz el que originalmente tocaba el Tuqui Tuqui (instrumento de percusión que literalmente era la carátula de un CD y un lápiz), en donde hablamos del cómic, del cual he perdido todos los originales. Alfonz me dijo que los reescribiera, para ese entonces había publicado el segundo número de La Vila junto con César Santiago. Allí César y yo buscábamos ser tomados en serio por La Católica, por lo que buscamos no ofender a la institución, ni a su doctrina. Sin embargo, siempre nos decían que nuestras revistas ofendían de alguna manera a la institución porque aludían a la muerte. En el primer número de La Vila publicamos un poema de John Keats, junto con su biografía, además de un colectivo de poetas y al final se publicó uno de mis cuentos y decidimos publicarla el día de los muertos. La portada la hizo un amigo de la universidad el cual me encantaban sus dibujos; Lizat se llamaba, no recuerdo su apellido. La portada era de una mujer con rostro de zombi, aludiendo al cuento del “Beso negro” con el concluíamos el colectivo. La idea era seguir una estructura pedagógica, enseñando sobre un poeta específico todos los meses, junto con poemas de estudiantes de la universidad y un cuento al final. El número fue criticado por el decanato y se nos prohibió venderla en la universidad, lo cual fue una lástima porque muchos de los poemas publicados fueron de poetas del Círculo Literario Revolución Expresiva que para ese tiempo yo era el presidente. Motivado con conseguir nuevamente el apoyo de la institución publicamos un segundo número para el 14 de febrero por motivo del día de los enamorados. Para este número estratégicamente elegimos a Pablo Neruda y el poema número 20, es como lo más cliché que se nos ocurrió. Nuevamente publicamos poemas y un cuento de César Santiago, pero de nuevo obtuvimos la misma respuesta y hasta peor, ya que catalogaron algunos poemas de pornográficos, un fanatismo total por lo que dijimos “fuck it”. En el último número publicamos lo que nos dio la gana sin censura o remordimiento, por lo que en el último número de La Vila se publican dos cuentos en donde a modo de protesta salía Jesucristo como personaje y esto me metió en problemas, como ya había mencionado. pero, aún así, todo bien, ya estaba a punto de graduarme de todas formas. Tenía varios libros que quería publicar, dos que aún duermen en la nube, un poemario que se llama Voces de Vidrio y un cancionero que se llama A Capela. Después de publicar Hongo Negro TV comencé a trabajar en el libreto de una novela gráfica. Teo Freytes la iba a dibujar, pero cuando cerró Colección Maravilla, el proyecto quedó en nada. Fue mi esposa la que me convenció de que la convirtiera en novela, y lo hice, me demoré 10 años y escribí casi 300 páginas. Durante ese tiempo terminé mi tesina de maestría sobre Pedro Cabiya. Publiqué tres vídeo libros de poesía visual: SoyHoy Voy en el canal de YouTube de Neo Alicia. En el 2014 junto a un grupo de chilenos que nos hicimos llamar la Araña de Rincón hicimos un vídeo performático llamado HomoZAPPiens y presentaron en una exposición colectiva en el teatro Tapia en Puerto Rico llamada Desde el Ritual. Se puede decir que tanto la novela de 300 páginas como el vídeo performance están relacionados con Hongo Negro TV. Se podría decir que la novela en particular es una continuación de Hongo Negro TV, ya que Elí Quimera aparece como personaje, pero no es el personaje principal. Varios amigos han intentado convencerme de que haga una secuela de Hongo Negro y pensé en un momento hacer un Hongo Negro TV: El Ribut, pero decidí que es mejor dejar que el personaje evolucione y crezca. La novela que quiero publicar ahora se llama Lo Fatal y forma parte de una colección que se llamará Los libros de Estigia. Un amigo me exhortó a que dividiera el libro en dos y lo hice. Actualmente, está en proceso de edición. También estoy trabajando mi tesis doctoral sobre la revista cartel Alicia La Roja. Son montones de cosas que quiero publicar, pero necesitan tiempo, cariño y dinero ya que la realidad es que para publicar necesitas dinero, y se podría decir que pertenezco a un grupo de poetas invisibles por múltiples razones: no éramos de San Juan, no estudiábamos en la UPR, etc. Yo me tuve que mudar para San Juan para publicar Hongo Negro TV, pero haber nacido en Ponce para mí fue muy importante. Lamentablemente, el municipio que me vio nacer está pasando por lo mismo que están pasando varios sectores de Puerto Rico. Río Piedras, lo que en un momento fue la Ciudad Universitaria se ha convertido en un pueblo fantasma. Creo, que nosotros los escritores tenemos el deber de compartir el arte puertorriqueño y eso busco en las escuelas. Como profesor de historia busco siempre enseñar cómo el arte es un reflejo antropológico de nuestra historia. Todo lo que he escrito tiene una trayectoria y este trabajo no fue solo mío. Nació en grupos de colectivos La Peña Literaria de Ponce, el Círculo Literario Revolución Expresiva, trabajé con poetas que me inspiraron y educaron en el mundo de las artes: Neftalí Omar Núñez, Sonia Galindo, Edwin Vázquez, Alberto Berrios, Alex Samuel Vélez, Cesar Alexis Vélez, Fernando Villalón, Keneth Vidal, Ramses Santos, Peyo Navaja, Néstor Barreto, Esteban Valdés, Esteban Figueroa y la lista sigue. Nuestras escuelas deberían fomentar la lectura de nuestros escritores postmodernos. Para que toda nuestra sociedad descubra todos los trabajos maravillosos que ha producido Puerto Rico en los últimos 40 años. Pero todavía se sigue enseñando lo mismo que cuando yo estudiaba en la escuela. De hecho, se lee mucho menos. Nuestra literatura debe llegar a los jóvenes, los jóvenes de hoy en día están en otra onda, la propaganda mediática les ha comido el cerebro. Novelas como las de Hongo Negro TV reflejaron eso. Pero sé que no puedo enseñar Hongo Negro TV en las escuelas, en la Universidad sí.

– WRS – Si compara vuestro crecimiento y madurez como persona, historiador, educador, performero y escritor con su época actual en Puerto Rico, ¿qué diferencias observas en vuestro trabajo creativo? ¿Cómo ha madurado su obra? ¿Cómo has madurado?

– HPB – En un momento comencé a escribir porque quería ser famoso. soñaba con hacer una historia que atraería a alguien de Hollywood y me daría un contrato de un millón de dólares. Suena idiota, lo sé, pero yo era un idiota durante mi adolescencia. Sabía mucho sin saber realmente nada, aunque siempre me movió la buena música y las buenas historias. Era un muchacho solitario, criado por una mujer estrictamente religiosa (mi abuela) que veía el diablo en todas partes: Batman, Pokémon, Alf, Los árboles de Navidad, entre otras cosas. Aparte de que era acosado constantemente por otros hombres, quienes disfrutaban agarrando mis pechos, eran un montón de trastornados del Liceo Ponceño. Para ese tiempo escribía poesía y canciones de salsa romántica; cuando me fui para Arecibo, prácticamente me crié solo, porque mi mamá y mi padrastro hicieron lo que tenían que hacer, que fue trabajar y darnos cosas, algunas necesarias para la existencia misma, no los culpo de eso, porque ahora que soy padre puedo presenciar que mi madre hubiese preferido jugar conmigo que trabajar, pero teníamos que comer y gracias a ella jamás pasamos necesidades, jamás solicitó cupones por ejemplo, mi mamá llegaba muy tarde y mi padrastro llegaba tarde en la noche. Cuando me fui a estudiar a San Juan, me fui a vivir solo a un apartamento. Leía mucho en ese periodo de mi vida, especialmente cómics y poesía. Mi papá pensó que no me hacía bien estar solo, porque me encontraba deprimido y para ese tiempo no había Netflix, YouTube, lo más que hacía era leer. Entonces él pensó que me haría bien irme a un hospedaje de varones (el caserío del Sagrado), lo que en parte fue un error, porque vivir allí me introdujo al mundo de las drogas y yo me tiré como un loco. Escribía muchos cuentos, los que quería convertir en películas y cantaba canciones que escribía. Una vez escribí un cuento sobre un adicto a la heroína y alguien me hizo el comentario de que no podía escribir sobre los efectos de la heroína si nunca la había probado. 

¿Y qué pasa cuando un joven en depresión busca llamar la atención con sus escritos? Escucha todos los malos concejos y cae fuerte hacia los brazos del fracaso. Fracasé la universidad, y me fui de oyente a La Escuela de Artes Plásticas y finalmente caí aún más en el rotó de la adición. Tenía 19 años y le agradezco a Dios que le tengo miedo a las agujas, sino hubiese sido peor. Mi papá, quien no había perdido su fe en mí, me impulsa para que me regrese a Ponce y allí me pongo a estudiar en La Católica (El Refugio). Los primeros años fueron difíciles para mí. Había perdido la confianza de mi familia, me hicieron acusaciones, y creé un distanciamiento que solo pudo resolverse después de que formé una familia. Eso, sumándole a que me encontraba en una depresión insostenible. Recuerdo que en una ocasión salí a fumar con un amigo en el pueblo y lo único que hice fue hablar de todo lo que estaba pasando en ese momento. No estaba estable, en numerosas ocasiones ya había intentado quitarme la vida, era un pendejo. Mi amigo me dio 5 pesos para que pidiera un taxi, pero ya eran pasado las 12AM y la oficina estaba cerrada y tuve que caminar a casa de mi abuela en Jardines del Caribe. De camino, un joven me asalta, me apunta con un revólver, ya con estas son 6 veces en las que alguien me apunta con una pistola solo que, en esta ocasión, no sé si fue por rabia o por un intento de suicidio, lo miré fijamente a los ojos y le dije: “Dale” y me acerqué a él y le grité “Acábalo”, el pillo no sabía que hacer, me empujó con revolver en mano y yo caí al piso, como tenía los 5 pesos en la mano, estos cayeron conmigo al piso. El pillo tomó los chavos del suelo y se fue corriendo. Me quedé en el piso y me puse a llorar, después volví a caminar hacia mi casa. Antes caminaba mucho (Johny Walker era un pendejo al lado mío), no tenía automóvil o licencia. Mientras caminaba, cantaba y escribía canciones, me imaginaba historias y murmuraba las conversaciones de los personajes, como si viajara en otro mundo. Cuando llegaba a casa escribía antes de dormir. Escribir me ayudaba a organizar mis pensamientos, a veces escribo mucha mierda y mis personajes tienen una extraña relación con mi experiencia, tiene que ver mucho con lo que me dijeron en esa habitación en Sagrado: si quieres contar algo tiene que ser real y que más real que lo que está en frente de nosotros. En La Cato entre a Revolución Expresiva en donde pude leer mis textos y más tarde entre La Peña Literaria creada por el narrador ponceño Edwin Vásquez, en la primera reunión me invitó mi profesora María de los Milagros Pérez Toro, leí un ensayo corto y canté una canción. En los recitales me gustaba cantar mis poemas. Escribí un libro que se llama A Capela, pero aún no se ha concretado. Este libro lo escribí cuando estaba en la Cato. Yo diría que mi tiempo en La Católica fueron mis momentos más iluminados en la literatura. Escribí 4 libros, Los ojos del areneroA CapelaVoces de Vidrio y Hongo Negro TV, además de un montón de poemas, canciones, performances y cuentos. Incluso llegue a imprimir tarjetas de presentación y las repartía mientras trabajaba pidiendo limosnas para el Salvation Army, cuando hice mi cuento de la Olla Roja y sale el personaje que trabaja para el Ejército de la Salvación, muchos pensaban que era como algo irreal que el colector ofreciera poemas, canciones y cuentos por cada donación, pero fue real. Yo lo hacía, trabajé de bartender, entraba a trabajar a las 7PM y salía a las 5AM. Después salía a janguear con mis compañeros, tomábamos, fumábamos, hasta el amanecer. Luego, entraba a tomar clases a 7:30AM hasta las 12PM. Caminaba a casa de mi abuela para dormir y despertaba a las 6PM. Eventualmente, me fui a vivir solo al pueblo de Ponce. Eso es otra cosa. Vivía al lado de la 25 de enero, casi todos los días mataban a alguien, en ese tiempo había comenzado a hacer una investigación para mi novela Lo Fatal y todas las noches salía a la calle, sin celular y con poco dinero me metí en lugares abandonados, hablé con tecat@s y prostitutas, fumé con ell@s, me contaron sus historias y pude ver el verdadero rostro de Ponce detrás de su máscara. Tal y cual como una vez vi el verdadero rostro de San Juan, lo cual tiró mi reputación por el piso, porque hubo gente que me vio y pensaba lo peor de mí. Recuerdo que mis “amigos” me confrontaron porque había “solicitado una prostituta” y yo dije que eso era mentira. Ellos insistieron porque me habían visto y me dijeron que no tenía que avergonzarme, enfatizaron que soy un hombre y que los “hombres” pueden hacer eso, y en ese momento no supe que hacer o admitía que estaba metiéndome en lugares abandonados junto a un montón de tecat@s a fumar piedras con olor a canela y plástico, o decir que si a algo que era totalmente falso. Preferí decir que si a la mentira, en La Cato corría el rumor de que yo tenía Sida.  Fue allí cuándo me di cuenta de que, aunque trabajaba y estudiaba seguía muy inestable. Decidí romper frío y dejé los vicios con excepción del licor, el azúcar, los cigarrillos y la marihuana. Yo escribí sobre esto en mis poemas. Por ejemplo, escribí un poema llamado: “El alquimista de plata” en el que cuento la historia de un amigo que murió de sobredosis. Después de salir del vició ayude a otros adictos que conocía. Una vez me encontré a un pana durmiendo en la calle, lo recogí y lo llevé a mi apartamento. Le compré jabón, shampoo, acondicionador y ropa, lo motivé para que buscara un trabajo y se matriculara en la universidad. El joven salió un día y se robó mi PSP, mi Laptop, 300 dólares en efectivo y un juego de Xbox. También robó comida, pero eso no me molestó. Lo confronté en su trabajo y según él me lo pagaría todo. Dos meses más tarde lo encontré de nuevo en la calle, esta vez él estaba pidiendo limosna en la luz.

Para ese tiempo me eligieron presidente del Círculo Literario Revolución siendo César Santiago el vicepresidente. Tengo que decir y no puedo dejar de pasar por alto esta oportunidad de personas que independientemente de todas las malas decisiones que tomé en mí vida contribuyeron. La vida que elegí vivir después de que me encaminé a la ruta que creó que fue la correcta, con todas sus altas y sus bajas. Tengo que mencionar a: Sonia Galindo (quien para mi continúa siendo una de las mejores poetas de Puerto Rico). Le agradezco mucho a Sonia, ella me dio la guía que necesitaba para arreglar muchas cosas con el caos en mi vida. Me apoyó y ayudó durante mi Bachillerato y cuando hicimos Neo Alicia en el 2013 ella fue una de las primeras en apuntarse. Mi poema favorito de ella es “Réquiem del pollo al horno”, a César Santiago (cofundador de La Vila, de vanguardia.com) un gran amigo, él fue el único que fue honesto conmigo cuando más lo necesitaba y me ayudó a entender quiénes realmente eran mis amigos. Mi cuento favorito de César es “Doomsday a la J-Pop”, Neftalí Omar Núñez (él me escuchó cuando necesité desahogarme muchas veces y me dio muchos cigarrillos cuando estuve pelao, me motivó a leer a Kafka, Bukowski, Oliviero Girondo, Nicanor Parra, etc. Me encanta su forma de escribir y considero una lástima que ya no esté trabajando su blog EXISTENCIALISMO POP, es un excelente narrador, ensayista y poeta. Sin lugar a dudas una de mis mayores influencias). Y Edwin Vázquez Ascencio (Fundador y moderador de la Peña Literaria de Ponce). Un excelente narrador, fue casi como una figura paterna un maestro para mí. Gracias a él aprendí a ser mucho más humano. Mi historia favorita de este autor es una novela inédita de aventuras en donde salen los míticos Yeti, él lo escribió mucho antes que lo hiciera The Mummy 4,  todos forman parte de la generación ETC (Néstor Barreto llama a esta generación los Invisibles), que son estos poetas que jamás se enseñarán en clases de historia de la literatura puertorriqueña, somos los etcétera, quienes no todos dicen WOW pero se quedó en eso, uno que otro premio, una que otra mención y un montón de valor literario e histórico. Pero no sale de allí, me molesta que los maestros de español en Puerto Rico no compartan textos de autores contemporáneos. También tengo que mencionar a profesores como María de los Milagros Pérez Toro y Federico Irizarry Natal, quiénes en mi opinión fueron los profesores de La Cato que más que me ayudaron a crecer como escritor. Federico y María leyeron Hongo Negro TV en su formato original. El formato original de Hongo Negro TV tenía “footnotes». Muchas de las cuales se quedaron en la obra como paréntesis dentro de la historia final. Eventualmente, decidí mudarme de nuevo para San Juan para estudiar en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe una maestría en Literatura Puertorriqueña. En mi carta de admisión dije cosas como que quería: “estudiar los escritores contemporáneos, los cuales lamentablemente han sido ignorados por gran parte de la academia.” Quería en ese entonces hacer una tesis sobre la Peña Literaria de Ponce, pero el CENTRO me dijo que no. Porqué los textos que quería estudiar eran inéditos. Para ese tiempo estaba buscando publicar mi novela Hongo Negro TV. Luis Felipe Díaz, antes de ser Liza Fernanda a tiempo completo me estaba dando la clase de crítica literaria, él me hablo de Isla Negra, pero por un malentendido pendejo de mi parte, él me devolvió el libro. Decidí ir a Isla Negra personalmente, pero al hacer mi investigación salía muy caro. Fui a otras cuatro editoriales, las cuales también rechazaron la novela. Finalmente, en una actividad del Festival de la Palabra conocí a Néstor Barreto y bueno, conectamos, nos quedamos hablando horas sobre la marihuana y sobre un libro llamado: FUMAndoMAFÚ—materiales Para La Historia De La Mariguana En Puerto Rico (1996, 2002) de Rafael Andrés Escribano. Temas muy interesantes de cómo Luis Muñoz Marín fue un mafutero y adicto a la morfina. Hablamos sobre los Narcisos Negros de Yván Silén y nos quedamos hablando particularmente sobre un manifiesto publicado en El pájaro loco por Silén. Porque los poetas no buscan entretener, todo lo contrario, buscan perturbar a sus lectores, esa es una de las premisas, y yo me enamoré de este contexto. Porqué ya mi poesía, performances y cuentos se estaban catalogando como perturbadores. Le comenté sobre mi novela, y me hizo el comentario sobre que el titulo le recordó a Reyerta TV y le comenté que, aunque conocí a Juanluís Ramos en una actividad en la que recuerdo leyó uno de sus cuentos con una máscara de luchador, mi novela no guardaba relación con su libro. Además, como mencioné anteriormente, llevo trabajando el concepto del Hongo Negro durante años, ya el nombre de Hongo Negro TV había aparecido en Las Aventuras de Wito Pitillo entre el 2001-2003. Le envié el libro, tal como quería publicarlo. Se supone que el libro no tendría contra portada y que serían dos libros en uno. Por un lado, tendría Voces de Vidro: Palabras Cortantes y por el otro tendría a Hongo Negro TV: Una novela clasificada NC-17 por su alto contenido sexual. El leyó ambos, pero me preguntó si estaría interesado publicar el libro con la tirada inaugural de Colección Maravilla a cambio de unas condiciones. Estas condiciones fueron: cambiar la palabra “cool” por “cul”, eliminar los dibujos (que según Néstor no representaban a Colección Maravilla), eliminar las notas al pie de página (algunas logre mantenerlas en el texto porque defendí que eran indispensables para la trama), eliminar Voces de vidrio (libro con poesía, performances y cuentos) dado a que nos enfocaríamos solo en Hongo Negro TV, cambiar la portada (eran uno de mis dibujos así que no, no) y cambiarme el nombre dado a que entendía que llamarme solo Héctor Babilonia causaría más impacto al lector.

Durante mucho tiempo, incluso aún, me preocupa la forma de mis textos, me provoca ansiedad. Elegir la narrativa correcta, intento que sea melódico, como un cuento para niños narrado con poesía prosaica. Se podría decir que ese es mi estilo, terminé de escribir el cuento de Hongo Negro TV en el 2006 y la novela en el 2008. Conseguí que me lo publicaran dos años más tarde, pero estaba asustado, dudaba. Me pregunté muchas veces si quería que este fuera mi primer texto, el qué dirán, fue algo que un momento siempre me paralizaba. Por eso la novela tuvo muchos lectores. En ese momento pensé que estaba tomando las mejores decisiones, después de todo tenía un gran editor como Néstor Barreto enseñándome. Por lo que me dejé llevar y acepté los cambios. Por el momento siento paz con alguno de estos cambios, uno de ellos es la forma. Pero el cambio del “cul” ya no me gusta, por ejemplo. Además, en el cuento se mencionaba cómo un robot gigante mata a Aníbal Acevedo Vilá, pero en la novela mata a Luis Fortuño, y si en algún momento hiciera otra edición añadiría dos cambios, “cul” por “cool” y, en vez de mencionar un gobernador en específico, me referiría al “gobernador de Puerto Rico” en sí, así aplica para el gobernador que está en turno. Me gustaría también añadir mis dibujos y los “footnotes», no sé, a mí me “tripeaban». Pero eso ya pasó y en ese momento, aunque discutí al comienzo con Néstor, terminé accediendo a los cambios. Mi amigo Kenneth Vidal posó como Eli Quimera y mi otro amigo José Morales tomó la foto. Entre Teo Freytes y Barreto trabajaron con el diseño de la portada. Otro cambio importante fue que me pidió que cambiara por completo el formato. En vez de Arial usaríamos Futura, se eliminaron los guiones y cambiábamos las cualidades del tipo de letra de acuerdo al personaje, todos dentro de la familia Futura. Néstor originalmente me pidió que usara la familia de Franklin Gothic, porque dije quería usar una letra que representara tanto la opresión como la maldad. Es allí cuando Néstor propone usar Futura, dado a que fue el tipo de letra que comúnmente se usaba en la Alemania Nazi. Tatiana Díaz fue la correctora del manuscrito final. Se publica la novela y se realiza una presentación en uno de los muchos negocios que ya no existen en Río Piedras. Allí me hizo una entrevista Cucharita andando por ahí, un programa cultural de YouTube de la casa productora Oyemira. Estaba bien ebrio, por lo que no estoy muy orgulloso de la entrevista, pero igual le dio publicidad a la novela. La primera reseña me la escribió mi buen amigo Neftalí Omar Núñez, lamentablemente la primera tirada publicó dos “types Os”, ósea, dos errores ortográficos. La reseña, a pesar de ser sumamente positiva, hace mención de los errores y que no le gusta que se escriba “cul” para decir “cool”, cosa que tanto él y César Santiago me dijeron que no cambiara, pero aún así lo hice. Néstor publicó esta reseña en la difunta página virtual de Colección Maravilla, pero eliminó estos dos comentarios. Recuerdo que Neftalí se enojó mucho conmigo, pero aún así, no muy contento, acepto el cambio, solamente originalmente compartió la reseña con el motivo de promover la novela dado a que le gustó. Me publicaron otras dos reseñas en El Nuevo Día y en el periódico Claridad. Esteban Valdés también le dio un feedback positivo. Tanto Néstor como Esteban Valdés, me hablaron sobre Alicia La Roja, lo que me motivó a redactar mi tesis de maestría en dicha revista, pero me dijeron que la tesis que quería redactar tiraba más para historia que para literatura. Por lo que me decidí a redactar mi tesis en Pedro Cabiya y de cómo aplicaba la ciencia ficción en sus textos. Rafa Acevedo me dirigió la tesis.

Gracias a Roberto Netcarlo conocí a Michelle Flández, mi esposa, ella vivía en Chile. Justo Néstor necesitaba enviar unos libros para allá, hacérselos llegar a Héctor Hernández Montesinos y yo necesitaba una excusa para visitar. Me fui, encontré lo que los poetas llaman amor y me comprometí con quien ahora es mi esposa a volver una vez que terminara mis exámenes de grado. Entonces, Charles Juhasz invita Néstor Barreto a participar en el Proyecto Colectivo de la Casa de los Contra Fuertes. Junto con Néstor y Esteban Valdés trabajamos en la documentación y registro de los libros exhibidos en la Sala de Lectura de Los Independientes. Allí tuve la oportunidad de hacer actividades junto a poetas como Jonathan Reyes, quien en ese momento iba a publicar su primer libro de poesía en Colección Maravilla, pero debido a varios incidentes fue baneado tanto de Contra Fuertes como de Colección Maravilla. También conocí a otros grandes artistas como Ana María Rosa, Néstor Otero, Fabián Wilkins, entre otros. Trabajé junto a Esteban Figueroa en su Purgatorio y comenzamos a trabajar una novela gráfica bajo el nombre de Comedia Macabra. Gracias a la influencia de Esteban Valdés, además comencé a trabajar poesía visual.  Poetas como Valdés y Roberto Netcarlo motivaron e inspiraron mis trabajos gráficos. Trabajar en Contra Fuertes fue un periodo interesante en mi vida. Durante ese tiempo estaba trabajando con Colección Maravillas, no me pagaron un salario, se me pagaba con experiencia. Durante ese tiempo comencé a trabajar tres libros de poesía visual SoyHoy Voy que se convertirían en Vídeo Libros. Me fascina la poesía en movimiento, fue algo que trabajé en otro libro de poesía “Plagio”. Néstor en ese momento estaba pasando por un momento de mucha tensión, en donde hubo muchos encontronazos con Charles y con otras personas del proyecto. Había problemas dinero, algo qué pasa en todos los proyectos artísticos. Producir arte cuesta, y el gobierno no apoya mucho. Cuando Colección cambió sus oficinas de Viejo San Juan a Cupey fue cuando comenzó de a poco el declive del mismo. Ya no estaba el equipo original: Teo, Jorge y Néstor. Después de tomar mi examen de grado, presenté la novela en la UPR. Nadie de Colección Maravilla fue a la presentación, Néstor no se le permitió asistir por un problema que tuvo con la profesora. Presenté una trayectoria de mi obra en Contrafuertes, allí interpreté mi performance de Payaso: Capitán de la Musa y presenté algunos de mis trabajos. Desde la Peña hasta ese momento. La presentación mostraba un tráiler de una Novela Gráfica que estaba desarrollando y ya había terminado de escribir el libreto. Originalmente, el arte estaría a cargo de Teo Freytes, pero el proyecto no logró concretarse. La actividad finalizó con un performance del grupo Sin Nombre dirigido por Raúl Reyes. La actividad no se grabó, solo tengo fotografías. Algo que en ese entonces me molestó mucho, pero que existió una grabación, la cual está en algún lugar, en algún disco, de lo que fue la última sede de Colección Maravilla. Todos los vídeos de la otra presentación fueron grabadas y distribuidas porque usualmente yo los grababa. Pero ese día, yo estaba presentando. Solicité que se me pagara un sueldo, pero ni siquiera Néstor o Valdés estaban cobrando. Todo era perdida. Pero mi novela se seguía vendiendo y pedí ver los números. Había vendido 432 ejemplares y recordé un comentario del editor que eso era considerado un Bestseller. Valdés fue el que me envió mí contrato, el cual firmé digitalmente. Según el contrato por el dinero que pagué en ese entonces 420 (se supone que fuesen 442 pero Néstor me perdono 20 pesos) dólares, tendrían las primeras 100 copias del libro, un comercial que se transmitiría en YouTube, se me reconocía como dueño de la obra, pero Colección tendría la exclusividad de la obra por 5 años. También se me ofrecían los otros 14 libros de la tirada inaugural y según los números Colección Maravilla me debía como unos 400 dólares. Como en ese entonces vivía en Chile, le pedí el dinero, que en un comienzo lo tomó mal, pero me prometió que me pagaría cuando llegara a Puerto Rico, así que todo bien. Mientras vivía en Chile seguí trabajando en mi tesis de maestría. Cantaba mis canciones a capela en las guaguas públicas, las canciones gustaban y los chilenos pagaban bien. Aquí no puedo hacer eso. Pero normal. Eventualmente, canté junto a otro músico de transporte colectivo, Ramón Ramírez. En chile realicé mis últimos Vídeo Libros y junto a Nicolás Riffo, Claudio Sepúlveda, Paulina Morella y Michelle Flández, hicimos el cortometraje de poesía visual performática llamado HomoZAPPiens. Desde Chile escribí dos libros que publiqué con mi sello editorial Selknam Editores. Mientras estaba en Chile, entre Michelle y yo trabajamos en la revista/blog Neo Alicia La Roja. Para ese tiempo estamos en el 2013. En el blog llegaron a publicar César Santiago, Alberto Berrios, Sonia Galindo, Yván Sílén, Néstor Barreto, Esteban Valdés, Jonathan Reyes, etc. Mantener la página activa no fue fácil. Trabajamos con Facebook y Tumblr. Se podría decir que los chismes ocasionaron el declive del proyecto. Finalmente, me despedí formalmente a través de la página de Facebook, la cual se quedó como un canal que simplemente compartía contenido, noticias, ensayos, películas, etc. Me enfoqué en mi trabajo, en ese entonces era maestro de inglés en un Instituto en Chile, también trabajé de cajero, recepcionista, gerente y cantaba en el transantiago. Por razones ajenas a mi voluntad, regresé a Puerto Rico. Aquí conseguí trabajo como maestro de inglés y trabajé en la feria 2000. Cuando llegó mi esposa a Puerto Rico, las pasamos feas. Pero la vida sigue, trabajé en ese momento en Job Connection dando clases de Inglés, Español e Historia a estudiantes de alto riesgo. Fue aquí me decidí por continuar enseñando historia, ya que entendí que era mi deber como maestro hacer estos jóvenes desarrollarán un pensamiento crítico. Estos muchachos se han creído ciegamente toda la educación propagandista del ELA. La historia DM (Después Muñoz) y la historia DR (Después de Rosselló). Yo pertenecí a ese periodo de transición entre ambas. Soy el resultado de una educación propagandista. Mi niñez fue la de un Puerto Rico ejemplar, la envidia de Latinoamérica, éramos libres, pero asociados a esa gran nación progresista del águila calva. Mi adolescencia fue la del gobierno más corrupto de Puerto Rico, se privatizó la salud, se nos vendió la estadidad por todos los medios posibles, al punto que los puertorriqueños tienen la visión de que si Puerto Rico se vuelve República se van a llevar los “Walmart” con helicópteros. Después que Víctor Fajardo firmara mi diploma viví el declive de ELA hasta lo que es hoy, un pescao. Mi motivación es que estos muchachos no se caigan como yo caí en un momento, y si se caen sepan que se pueden levantar. Que realmente todo depende de ellos, ellos son los villanos y los héroes de su historia. Esa ha sido mi misión como maestro en las últimas dos escuelas en las que he trabajado. En ambas escuelas son GBA y EBATEC, esta última me gusta mucho el enfoque que tienen en torno a las artes, ya que, sobre todo, me encanta fomentar las expresiones artísticas de estos jóvenes. He leído textos de poesía de jóvenes estudiantes que no tienen nada que envidiarles a poemarios premiados del Pen Club. Como he visto dibujos que deberían estar en un museo. Todos los años doy las mismas clases, pero siempre me motiva lo contemporáneo, se me hace más fácil relacionar El Imperio Nazi con el Imperio de Star Wars, o comparar la trama de Capitán América: Winter Soldier con la Operación Paperclip o simplemente hablar episodios reales de la historia de Puerto Rico que jamás me enseñaron en la escuela, pero sí en la universidad. Como dijo una vez Jaime Rodríguez Cancel en una de las muchas tertulias que se dieron en la sala de conferencias del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe: “La historia de Puerto Rico que se enseña en las universidades, se tiene que enseñar en las escuelas.” No puedo decir que estoy citando textualmente sus palabras, pero esta era la idea macro de lo que dijo y yo como maestro intento hacer eso, y especializarme aún más, en la actualidad estoy realizando un doctorado en historia, estoy redactando una tesis híbrida en torno a la revista cartel Alicia La Roja y su difusión a través de las redes sociales. Comencé a hacer esta investigación cuando Esteban Valdés estaba vivo, tuve la oportunidad de entrevistarlo, una entrevista preliminar que me permitió grabar por motivo de una clase. Ese día me recuerdo lo entrevisté con mi esposa y mis hijos, dado a que Esteban me invitó a su casa a comerme un plato de arroz con pollo y habichuelas. La entrevista no la pienso compartir con el mundo, si acaso se compartirá como anejo para mi director y los lectores de mi tesis y la compartiría con la familia de Esteban, porque significó mucho para mí. Fue un momento importante para mi vida, porque estaba entrevistando a alguien que admiraba mucho, junto a la gente que más amo, mi familia. Fue una entrevista espectacular, mi hija sale gritando casi todo el tiempo, recuerdo que corría por toda la sala de Esteban y en un momento me asusté porque pensé que rompería la estatua de Alicia que tenía allí. Cuando llegue a Puerto Rico, Néstor y Esteban me dieron mucho apoyo, especialmente cuando nació Inti. Mi esposa tuvo complicaciones durante su embarazo, dado a temas legales por su estatus migratorio, debido a eso en muchos CDT le negaron los servicios prenatales, gracias al WIC y a Esteban aprendimos sobre leyes que protegían a personas cómo Michelle y entró al programa en San Juan donde obtuvo sus prenatales. Aunque en un momento le dijeron que no tenía derecho a nada. Aquí en Puerto Rico hay un rechazo particularmente a los inmigrantes latinoamericanos, mucha xenofobia, a mi esposa prácticamente la trataron como que era una aprovechadora, haciendo comentarios despectivos, como que prácticamente llegó en yola a Puerto Rico. Comentarios estúpidos, que solo pueden hacerse en planteles administrados por el gobierno, aunque también he escuchado comentarios tontos y despectivos en el sector privado. No está de más decir que en los prenatales que se hizo mi esposa le dijeron que mi bebé estaba bien, que se veía sano y sin deformidades. Inti nació el 13 de octubre de 2016, su caso salió en todos los medios de comunicación puertorriqueña. Mi esposa y yo no estábamos preparados. Fue cómo una bofetada sólida. Nos preguntaban si mi esposa había tenido Zika, ella jamás tuvo Zika. Intentamos demandar por razones obvias, pero por alguna razón todos los papeles relacionados a los prenatales de mi esposa desaparecieron. De hecho, me tiraron a servicios sociales porque no aparecían los registros, mi esposa le mostró las copias de todos sus prenatales, porque nosotros las tenemos y hasta el momento las guardamos. De hecho, se las mostramos a la prensa, pero ninguno de ellos se quiso tirar al medio. Me imagino que lo vieron como que: “este tipo tiene la idea conspiranoica de que el gobierno de Puerto Rico deliberadamente le ocultó que su hijo había sido seleccionado para ser el primer niño con microcefalia a causa del virus Zika en Puerto Rico”. Hay que ver las cosas con humor y no darle vueltas a todas las ideas locas que corren por tu cabeza cuando te das cuenta de que el mundo se está volviendo loco, y la falta de empatía nos ha condenado al egoísmo colectivo. Hubo gente mala, realmente no puedo usar otra palabra, que me dijo que esto fue castigo de Dios porque escribí Hongo Negro TV. Porque me burlé de Dios. Cosa que realmente nada que ver, pero hay gente fanática total en mi país. Hubo otros, que, por otro lado, me dijeron que Dios había elegido a mi familia porque éramos nobles de corazón. Independientemente, Inti llegó y cambió mi vida para siempre. Inti es una bendición y le agradezco al universo cada día que me bendice con su presencia. Cada sonrisa es un regalo y disfruto mucho mi tiempo con él. Para mi Inti es más que un síndrome, él es mi hijo, mi sol. Realmente, estoy bendecido con una mujer maravillosa, que me ha obligado a realmente a enfrentarme con todos mis demonios. Yo cambié mucho junto a ella, me falta cambiar, trato de mejorar y ser todos los días la mejor versión de mí. Ella me motivó a que yo continuara mis estudios, cuando la hospitalizaron yo tuve que tomar las clases con mi bebé. Me lo llevaba amarado a clases. Así estuve un año entero en dos clases, una con Mario Cancel y la otra con Antonio Gaztambide. Más tarde el universo me bendeciría de nuevo con Morgana. Tengo mi Sol, mi Luna y Tierra, esa vendría siendo Aldonza, la hija de Michelle que he sido su padre de crianza por más de diez años. Mi esposa es el centro de mi universo. Mi esposa me motivó a seguir escribiendo, escribí un ensayo “Paliques Requiem”. Lo usé como trabajo final para una clase de Mario Cancel y actualmente terminé de escribir mi segunda novela, Los libros de EstigiaLo Fatal, originalmente terminé de escribirla en su forma de libreto para cómic en el verano de 2012. Mi esposa me convenció de que lo convirtiera de guion de cómic a novela, lo cual hice, me tomó 10 años. Pero todavía no la pienso publicar porque precisamente estoy obsesionado con la forma de la novela. Así que la editorial que encuentre espero que respete la forma. Barreto me inspiró mucho en ese sentido, su literatura era para armoniosamente caótica. Admiro mucho a Barreto, a Valdés, a Freytes, a Acevedo, a Figueroa, a Netcarlo, a Cuchi, todos ellos jugaron un papel fundamental en mi formación humana, porque no se nos puede olvidar que todos somos humanos y la razón del ser humano es crear a través del arte. Las artes son todo, todo es poesía, como todo tiene una historia. Ellos fueron mis maestros, como también mis compañeros de la universidad, del Círculo Literario, de la Peña, mi esposa, mis hijos, mis estudiantes, mis profesores fueron y son mis maestros. Incluso los que me desearon mal, los que intentaron humillarme, los que se burlaron también ellos fueron mis maestros. Ellos me enseñaron a escribir letras escritas con sangre, con lágrimas, con mierda. En un momento comencé a escribir porque quería ser famoso, como muchos muchachitos adolecerte con baja autoestima. Desde hace mucho tiempo mis motivaciones se han ido transformando a la realidad actual de mis letras. Ahora me mueve mucho algo más grande que yo, yo soy solo un invisible, mis palabras son solo viento. Lo que escribí, mi vida, se irá conmigo. Es la realidad que enfrentamos todos. Pero mientras que viva le hablaré a todos los que pueda sobre estos invisibles, y se sumarán más, hasta el viento se torne denso. Estoy seguro qué hay algunos que se niegan a respirar el aire, aunque es de gratis, esto es una realidad colectiva. Mi vida, mi experiencia, mis lecturas, la gente que conozco, que conocí, eso es mi literatura. Me idéntico con estos invisibles, con esta generación de etcétera. Me fascina el caos, porque en él, encuentro orden. Para mí la poesía fue un caos liberador. Actualmente, estoy trabajando en el colectivo de Alicia 50, un homenaje a los poetas de la revista cartel Alicia La Roja, a los cuales le tengo mucha admiración. Ya que comparto mucho sus visiones sobre la poesía. El dadaísmo me mostró que todo es poesía y que la anarquía es el único método viable para lograr la verdadera democracia. Y así vivimos mi familia y yo, un día a la vez. Haciendo bien y no mirando a quien. Como dijo alguna vez Bienvenidos. He visto cosas increíbles para muchos. Pero todas son verdad y la verdad me ha convertido en lo que soy hoy. Un humano de 39 años de edad que se cayó, que se levantó, que escribe, que enseña, que existe, que es muy probable que tenga que enterrar a su hijo antes de que yo muera. La vida es bonita, siempre busca enseñarnos cosas. Hay que sonreír, reír, la vida sigue, hasta que, después no se sabe qué hay. Un cielo, un infierno, un purgatorio. Nadie sabe. La gente cree que sabe, pero realmente no sabe nada. Solo espero que la casa de las ideas no sea un concepto de mi imaginación. Para ser honesto. No sé si conteste la pregunta, pero esa es mi respuesta.

– WRS – Héctor, ¿cómo visualizas vuestro trabajo creativo con el de su núcleo generacional de escritores con los que comparte o ha compartido en Puerto Rico y fuera? ¿Cómo ha integrado vuestro trabajo creativo-poético a su quehacer de historiador, educador, performero y vuestro trabajo escrito de interés literario?

– HPB – Entiendo que la mejor forma de explicar cómo fue mi acercamiento a la literatura es hablando de los cómics. Yo lo más que leía eran cómics, después empecé a leer poesía. Cuando comencé a escribir me gustaba Neruda, Bequer, Poe. Pero el escritor de cómics que me motivó a leer cómics con 100% valor literario fue Neil Gaiman. El primer cómic que leí de Neil Gaiman me costó 25 centavos. Fue un cómic de Sandman. En un comienzo lo que quería era escribir cómics, yo quería crear un superhéroe. No dibujaba muy bien, pero hacía mis cómics. Me gustaba mucho leer historias, pero más que leerlas me gustaba crearlas. Me gusta narrar historias, me permite explorar un mundo de posibilidades infinitas. Cada cuento que escribo, cada novela, es una vida. Es mi experiencia y mi relación con esta vida, con este tiempo en el que me tocó existir. Todas mis letras surgen de mi relación con los otros y con el mundo. Siento una inquietud, una necesidad que me empuja a escribir, a narrar estas historias. Mis inquietudes son educativas, pedagógicas, existenciales, románticas, ideológicas. Es una adición liberadora el escribir. Para ser honesto no se trata de un acto consciente. Hay muchos escritores caribeños que comparten mi amor por los cómics, por los juegos de vídeo. Pedro Cabiya, era uno de mis amigos en mi cuenta de PlayStation, Babilonia420, era mi nombre de usuario, lo sigue siendo. Creo que ya hablé sobre la generación literaria a la que creo, o por lo menos consideró que pertenezco. La generación etcétera, la generación de los invisibles. A través de la educación sigo buscando formas de crear y motivo a mis estudiantes a que creen y que crean en ellos y en sus capacidades. Me gusta cantarles canciones y hacer bromas con ellos. Les cuento la historia de forma irónica, usando ejemplos actuales. Cosa de que entiendan cómo funciona el mundo que nos rodea, más allá de esta construcción social en la que vivimos.

– WRS – Ha logrado mantener una línea de creación enfocada en la literatura poética o no en y desde Puerto Rico. ¿Cómo concibes la recepción a vuestro trabajo creativo dentro de Puerto Rico y fuera, y la de sus pares?

– HPB – Bueno, en Sur América podía exponer en cualquier momento y en todo momento. Cantaba en las guaguas mis canciones y me pagaban muy bien por ello. Fácilmente me ganaba unos 600 dólares mensuales cantando en las guaguas. Eso aquí no se puede hacer. Algo que también noté y llamó mucho mi atención que tanto en Puerto Rico, como en gran parte de Latinoamérica tienes que pagar para publicar. Yo pensé que en Chile podría publicar sin pagar. Pero al editor de la editorial chilena (la cual no mencionaré nombre) lo que más le preocupaba era que no era negro. Roberto Netcarlo me ha hablado de enviar textos a España, muchos me han hablado de publicar en Colombia. Por ahora me quiero enfocar en mi tesis y me gustaría publicar algunos libros pendientes, me gustaría publicar Voces de vidrio, A Capela P(A/B). Estos libros están terminados. Pero no he encontrado una editorial que quiera publicarlos. El último de estos P(A/B), saldría muy caro, es un libro a colores de poesía visual. Para A Capela tendría que grabar todos los poemas cantados en un estudio y publicar los audios con un código QR y Voces de vidrio, que fue el poemario rechazado que un momento intente publicar junto con Hongo Negro TV. Para publicar necesito capital o alguien interesado. Necesito correctores. Yo soy ADD, disléxico, mis letras son un caos. Por eso cuando escribo leo, y releo, y me demoro. Pero no importa, soy persistente y no me quito fácilmente. Si hay alguna editorial interesada me puede escribir por Facebook, por WhatsApp, soy accesible. Me encantaría publicar una segunda edición de Hongo Negro TV. Mientras tanto seguiré escribiendo. Me publiquen o no, yo continuaré escribiendo. Escribir es lo que me aleja de la locura.

– WRS – Sé que vos es de Ponce, Puerto Rico. ¿Se considera un escritor puertorriqueño o no? O, más bien, un escritor, sea este puertorriqueño o no. ¿Por qué? José Luis González se sentía ser un universitario mexicano. ¿Cómo se siente vos?

– HPB – Soy puertorriqueño. Soy ponceño. Soy de Canteras. Soy de Puerta de Tierra. Soy de Arecibo. Soy de Bayamón. Soy de Chile. Soy de Independencia y actualmente soy de Caguas. Somos una construcción social y yo soy un humano que forma parte de esta comedia colectiva que es nuestro mundo.

– WRS – ¿Cómo integra vuestra identidad étnica y de género, y su ideología política con o en vuestro trabajo creativo y su formación en Puerto Rico?

– HPB – Pues mira tengo una descendencia bastante diversa. Mi bisabuela era mulata, o sea, tengo rasgos árabes, los Babilonia, los que llegaron a Puerto Rico eran moros conversos de Santander. Mi mamá tiene sangre negra por parte de mi bisabuela, europea también. Mi papá tiene descendencia española, aunque parece más taíno que otra cosa. Pero la verdad es que yo me considero latino, caribeño. Mi género soy yo no más. Me gusta esmaltarme las uñas, ponerme aretes grandes, llevar el pelo largo, suelto. Me gustan las mujeres, pensé que me podían gustar los hombres; estos no me atraen sexualmente. Quizás el único hombre que me atrajo sexualmente fue David Bowie. Pero la verdad es que soy hetero. No me identifico como mujer, pero siento gran admiración por las mujeres. Soy hombre, fui educado como a muchos puertorriqueños bajo ideologías machistas, de las cuales no me volví consciente de ellas hasta que tuve hijas. Y todo hombre tendría que cambiar por completo cuando tiene hijas. Mi ideología política es el anarquismo, el Estado nos ha engañado, nos sigue engañando y nos seguirá engañando. Las diferencias de clases solo han conseguido dividirnos, todos somos iguales y ahora más que nunca tenemos que estar juntos para obtener un futuro de posibilidades socialmente viables para el colectivo. Hay quienes tienen miedo, pero Puerto Rico es más que capaz, los políticos corruptores de la conciencia colectiva nos han hecho entender que la única alternativa es mudarnos a Estados Unidos, venderle cada rincón de nuestra historia a los Estados Unidos. Yo soy ciudadano estadounidense, gracias a la Ley Jones del 1917. Se me hace fácil mudarme. Pero no me interesa irme de Puerto Rico. Si lo hago será por necesidad, por ahí te agarran. A mi hijo le corresponden muchos beneficios que tendría en la metrópolis. Pero como lo que tengo es una ciudadanía de segunda categoría, no obtengo esos beneficios en mi tierra natal, me tengo que mudar a Estados Unidos. Tengo libertad de expresión, y puedo “votar”. Aunque después de las pasadas elecciones he comenzado a creer que hasta votar es una ilusión. Yo creo que todo esto se refleja en mi literatura. Yo trato de ver la vida con mucho humor. Puerto Rico es toda una tragicomedia absurda. Pero dentro de ese absurdo hay una verdad irrefutable. Soy puertorriqueño, más que un ciudadano estadounidense y si me dieran a elegir elegiría ser ciudadano puertorriqueño. Lamentablemente, Puerto Rico no está listo para la independencia o quizás sí. Solo el tiempo lo dirá.

– WRS – ¿Cómo se integra vuestro trabajo creativo a su experiencia de vida tras su paso por la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico? ¿Cómo integras esas experiencias de vida en su propio quehacer de historiador, educador, performero y escritor en Puerto Rico hoy?

– HPB – Uff. Ya hablé de casi todo esto o por lo menos lo más importante en la respuesta a la segunda pregunta. La Cato fue un momento importante en mi formación como escritor. Todas mis experiencias, vivencias las llevo al papel digital de alguna manera u otra. Hay veces que me gustaría darle vuelta al tiempo, no cometer tantos errores, pero de los errores se aprende. Todo es parte de la experiencia que es vivir. Yo vivo para escribir y el día que deje de escribir moriré. No se sí mis textos perdurarán en el tiempo. Pero disfrute escribirlos y mucho. Antes me importaba mucho el qué dirán y todavía me importa. Hay veces que me importa un carajo. Creo que soy bipolar. Tengo metas a largo plazo y a corto plazo. Quiero escribir libros de textos escolares, tanto de historia y de literatura. Quiero publicar mis textos pendientes. Me gustaría grabar mis canciones en un estudio. Estas cosas no las quiero hacer para ser famoso, o para darme guille, lo quiero hacer porque me nace. Porque me provoca una satisfacción personal.

– WRS – ¿Qué diferencia observas, al transcurrir del tiempo, con la recepción del público a vuestro trabajo creativo y a la temática del mismo? ¿Cómo ha variado?

– HPB – Pues mira no sabría decirte. Han pasado 10 años de Hongo Negro TV. Nadie se me se me ha acercado con motivo de hacer una segunda edición. Si acaso en ocasiones comparto algunos trabajos en Facebook. Actualmente, me he interesado más en hacer trabajos colectivos. Estoy haciendo lo de Alicia 50. Hablé con Ángel Matías para en algún momento trabajar un cómic. Realmente, quisiera hacer un cómic, sería algo fenomenal para mí, un logro. Al igual que me encantaría elaborar la historia de un juego de vídeo. Escribir una película, algo que NO le comparto a mis estudiantes, una vez compartí Hongo Negro TV con una maestra y está le compartió mi novela a la directora. Me botaron dos semanas más tarde. La verdad es que no sé, no creo que lean mucho, dado a que no he publicado nada en los pasados años. Lo último que publiqué fue para la Revista Digital Letras Salvajes. Ninguno de mis ensayos creativo-investigativo se ha difundido en Puerto Rico, aunque creo mi tesina de Cabiya está gratis en internet. Me gusta publicar cosas gratis por internet.

– WRS – ¿Qué otros proyectos o trabajos creativos tienes recientes y pendientes?

– HPB – Bueno, actualmente tengo los libros que mencioné: A CapelaVoces de vidrioP(A/B)Lo Fatal. Estoy redactando mi tesis doctoral, la cual se llama Alicia 49 #aliciaespuertoricolibre: El legado cultural de la revista cartel Alicia la Roja y de sus miembros fundadores + su difusión en las redes culturales. En ruta a Alicia 50. También estoy creando el cartel homenaje junto con otros poetas. La edición de Alicia 50 está a cargo de Esteban Figueroa, Ángel Matías y este servidor. No he empezado aún, pero ya tengo el primer libreto y el bosquejo preliminar de B.U.M. (Battle Unit Minerva). Espero que junto a Ángel Matías se convierta en un cómic.  Hablé con el guitarrista de los Mamarrachos y le propuse que hiciéramos el disco que una vez dijimos que haríamos. Sigo creando contenido pedagógico para EBATEC y seguiremos educando hasta dentro de lo que se puede. Estoy haciendo muchas cosas, me gusta mantenerme ocupado. Me mueve crear.  Sigo escribiendo poesía, aún no creo un número total para hacer un poemario o quizás sí. Pero seguimos escribiendo poesía. Seguiré escribiendo Los libros de Estigia, espero vivir para escribir los seis libros. Actualmente, terminé uno y tengo parte del segundo. Todos tiene nombres de poemas: Lo fatal, El abismo, Epitafio, Estigia, los otros títulos están en desarrollo. Pero hasta ahora tengo un bosquejo de los tres libros que le seguirán a Lo fatal. Esta es una historia que trabajo desde mi niñez. Me gustaría completarla antes de que llegue lo inevitable. Pero el tiempo es tan poco y el mundo laboral es tan esclavizador, que prácticamente no hay tiempo para nada. Pero hay que buscar la forma, aunque uno duerma poco. No sé qué me deparará el futuro, pero seguiré escribiendo. Tengo que seguir escribiendo. Escribir me mueve el motor de mi vida y mientras este siga funcionando yo seguiré escribiendo. Que me publiquen son otros 20. Es la que hay. No me molesta. La vida sigue. Nuevamente, si hay alguna editorial interesada me puede escribir por Facebook.

Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.