El magistrado abrió la página más difícil de la reciente historia judicial de Chile con el procesamiento del general (R) Augusto Pinochet Ugarte, lo que le costó recriminaciones y sanciones de sus homólogos, y presiones, según admitió hoy. El ministro Juan Guzmán, que asombró al mundo cuando en 2001 arrestó y procesó a Augusto Pinochet, […]
El magistrado abrió la página más difícil de la reciente historia judicial de Chile con el procesamiento del general (R) Augusto Pinochet Ugarte, lo que le costó recriminaciones y sanciones de sus homólogos, y presiones, según admitió hoy.
El ministro Juan Guzmán, que asombró al mundo cuando en 2001 arrestó y procesó a Augusto Pinochet, se retiró el miércoles 4 de mayo del Poder Judicial con el aplauso de las víctimas del régimen militar.
Guzmán, de 65 años, conocido por su carácter sereno y su tenacidad, abrió la página más difícil de la reciente historia judicial de Chile con el procesamiento del ex gobernante de facto (1973-1990), lo que le costó, según dijo hoy, recriminaciones y sanciones de sus homólogos, y presiones.
«Me voy satisfecho, creo que se pudo llegar y hacer justicia más allá de lo que se pensaba en un inicio», dijo Guzmán en su despacho del Palacio de Tribunales, al que llegó para retirar sus pertenencias.
«Siempre hubo presiones, directas e indirectas, pero uno debe ser capaz de superarlas y sustraerse a ellas. Estas presiones estaban en todos los ámbitos, tanto en el poder judicial, estoy hablando de las altas esferas, como en el ámbito político», sostuvo.
Precisó, sin embargo, que las presiones desde el Poder Ejecutivo fueron mínimas, mientras que según abogados de derechos humanos, fueron las acusaciones y amonestaciones de sus propios pares los que le cerraron el camino a la Corte Suprema.
«Fueron muchas veces presiones de índole contraria a la solidaridad que debe existir entre los jueces», manifestó Guzmán, quien hasta 1973 fue de derechas y llegó después a conducir más de 300 querellas contra el ex dictador.
La fiera siempre existió
Al preguntársele sobre la actitud ante la Justicia de Pinochet y el que fuera jefe de su policía secreta, Manuel Contreras, Guzmán comentó que prefiere «a las personas que asumen sus responsabilidades y no a aquellos que se sacan los balazos con sus subalternos».
El juez, al que fueron a saludar las Agrupaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos, también recordó algunas frases pronunciadas en su contra por Pinochet y sus abogados.
«Yo lo nombré y me salió esta fiera», dijo Pinochet hace cinco años en referencia a Guzmán, a lo cual el juez respondió hoy: «la fiera siempre existió, siempre ha estado presente. Viene de mis ancestros. Otra cosa es que se den cuenta ahora».
Con respecto a la animadversión que los abogados de Pinochet le han atribuido, reiteró que no la tiene contra nadie y se describió como una persona «compasiva, afectuosa, cariñosa y querendona».
Más cercano a la izquierda
Guzmán, que ha sido comparado con el juez español Baltasar Garzón, dijo que le gustaría ser recordado como «un hombre honesto, franco, que dice las cosas por su nombre y que trató de hacer justicia».
«Los cargos no hacen a las personas. Yo prefiero haber tenido la ocasión de conocer el dolor de nuestros compatriotas que estar gozando de un vehículo de 30 millones de pesos (50.000 dólares)», afirmó.
El magistrado, que simpatizó con el golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende (1970-73), evolucionó en el ejercicio de su cargo y afirmó que aunque se declara conservador en cuanto a valores, «en términos políticos y económicos» puede decirse que está «más cerca de la izquierda».
Guzmán, hijo del diplomático y poeta Juan Guzmán Cruchaga, estremeció al mundo cuando en julio de 2001 procesó, arrestó y despojó de su fuero a Pinochet por 75 crímenes de la «Caravana de la Muerte», una comitiva militar que asesinó a presos políticos en 1973.
La Corte Suprema sobreseyó en julio de 2002 el procesamiento del octogenario militar, al considerar que una demencia vascular le incapacitaba para comparecer en un proceso.
Pinochet fue nuevamente desaforado en 2004 y en enero de este año, cuando Guzmán lo procesó por crímenes de la «Operación Cóndor» y lo mantuvo una semana en arresto domiciliario.
El juez, que dice no tener aspiraciones políticas, que ama la música clásica y la pintura, y que traduce textos clásicos del inglés al español y francés, anunció que se dedicará al ámbito académico y a dictar conferencias.
En las próximas semanas, se pondrán a la venta simultáneamente en España y Chile las memorias de Guzmán, en las que relata las presiones y detalles de la investigaciones contra Pinochet.