Hablaré primero de los héroes Celebramos los 40 años de la revista Punto Final (con sus imprescindibles 600 ediciones, de 1965 a 2005), fundadora del periodismo independiente en América Latina, ventana hacia otros mundos y la publicación que ha recibido más muestras de solidaridad alrededor de la tierra. Es por todos conocido, el papel activo […]
Hablaré primero de los héroes
Celebramos los 40 años de la revista Punto Final (con sus imprescindibles 600 ediciones, de 1965 a 2005), fundadora del periodismo independiente en América Latina, ventana hacia otros mundos y la publicación que ha recibido más muestras de solidaridad alrededor de la tierra. Es por todos conocido, el papel activo de Punto Final en el rescate del Diario de Ernesto Che Guevara de Bolivia a La Habana. Desde la redacción de Punto Final salió clandestinamente una copia fotografiada, que evitó una maniobra de la CIA para desacreditar a la Revolución cubana (PF Nº 59, julio de 1968).
Los detalles han sido publicados por los protagonistas (y corroborados por los guerrilleros de la columna del Che en la Quebradadel Yuro, Bolivia), definitivamente el texto del periodista Hernán Uribe Operación victoria. Cómo entregamos el Diario del Che a Cuba (editorial Villicaña 1987, México) es la versión que cumple con la rigurosidad histórica de una exclusiva mundial que estará en todos los manuales del periodismo académico y la escritura revolucionaria.
Al momento de su muerte, la foto del Che no era descubierta entre las miles de películas del fotógrafo cubano Alberto Korda, la imagen más vista en la tierra, el Che en los funerales de las víctimas del terrorismo norteamericano «al vapor Le Coubre en 1960» no ilustró las crónicas de Punto Final sobre el asesinato del Che en Bolivia (PF Nº 40, octubre de 1967), casi un año más tarde el Che por Korda se convirtió en la portada de toda una generación, en los carteles de la indignación de cada marcha de protesta y con las consignas: «Seamos realistas, exijamos lo imposible» y «Hasta la victoria siempre».
Para ver los archivos de la revista basta ir a www.puntofinal.cl extraviarse en las editoriales, reconocer a los intelectuales que integran el consejo de redacción y colaboran en un esfuerzo de la memoria: Aram Aharonian, Jorge Bascuñán, Mario Benedetti, Frei Betto, Patricia Bravo, Mauricio Buendía, Agustín Cabré, Sonia Cano, Ernesto Carmona, Herman Carrasco, Alejandra Córdova, Paula Chahín, Ramón Díaz Eterovic, Eleazar Díaz Rangel, Belarmino Elgueta, Dick Emanuelsson, Washington Estellano, Juan Jorge Faundes, Pedro Fernández, Eduardo Galeano, Walter Garib, André Gunder Frank, Manuel Hidalgo, Manuel Holzapfel Gottschalk, Luis Klener, Claudia Korol, Alejandro Lavquén, Iván Ljuetic, Rafael López, Luis Alberto Mansilla, Carlos Margotta, Luis Merino Reyes, Felipe Montalva, Cristián Opaso, Lisandro Otero, Paco Peña, Arnaldo Pérez Guerra, James Petras, Leopoldo Pulgar, Jimmy Alexis Quintana, Cecilia Remón, Emir Sader, Manuel Salazar, Petra Schlagenhauf, Lucía Sepúlveda Ruiz, Carlos Torres, Hernán Uribe, Virginia Vidal, Jaime Valdivieso, Luis Vitale, Paul Walder, Gaby Weber, Leo Wetli; bajo la batuta de Manuel Cabieses, del subdirector Hernán Soto y hasta el número 601 de PF (octubre de 2005), su editor general era el escritor Sergio Villegas, autor de El funeral vigilado (testimonio sobre el entierro de Pablo Neruda tras el golpe de estado de 1973) y El estadio (relacionado con su propia experiencia como preso político en el Estadio Nacional de Fútbol, transformado en campo de concentración). Fallecido el 10 de octubre del presente, otro compañero que parte en octubre: el Che (1967), Miguel Enríquez* (1974) y Sergio Villegas (2005).
Recomiendo, por su originalidad, leer cada epístola con motivo de los 40 años de Punto Final: el poeta MarioBenedetti regaló un cuento inédito, el también escritor uruguayo, Eduardo Galeano comparte un relato de Persia, saludos de tres Premios Nacionales de Literatura: Volodia Teitelboim, Raúl Zurita y Armando Uribe, de los periodistas Patricia Verdugo, José Miguel Varas, Faride Zerán, Ernesto Carmona y Emir Sader, de los escritores Pedro Lemebel, Oscar Hahn, Frei Betto y Patricio Manns, sin dejar de mencionar las adhesiones de políticos y diplomáticos definidos a la izquierda de la tierra.
El fascismo en la prensa: el caso El Mercurio
Agustín Edwards propietario de El Mercurio se reunió con Richard Nixon para ofrecerle todo su apoyo en la «desestabilización del gobierno de Salvador Allende», los documento desclasificados de la CIA aluden a Edwards como Mr. Agustín, the asset, para conocer el perfil psicológico del empresario sedicioso que abrió la caja de Pandora en Chile, es necesario leer el libro Carta abierta a Agustín Edwards de Armando Uribe (Lom ediciones, 2002). El periodista chileno Ernesto Carmona preparó para la revista Rocinante un trabajo titulado La prensa en el banquillo en el cuerpo del texto se denuncia: «Hubo periodista que contribuyeron a presentar asesinatos de colegas acribillados por la espalda (…)
Los fallecidos Silvia Pinto y Jaime Valdés colaboraron en la llamada Operación Colombo, un montaje de la DINA -inteligencia militar- destinado a demostrar que 119 detenidos desaparecidos, se habían matado entre ellos en Argentina, en 1975, según las portadas de La Segunda (Exterminados como ratones), La Tercera (El MIR ha asesinado a 60 de sus hombres) (…) La DINA/CNI seleccionó a periodistas de la fuente policial para formarlos en ‘inteligencia de la información’, asignatura impartida en su Escuela de la Rinconada de Maipú (…) El Mercurio, del 2 de diciembre de 2004, publicó una Carta al director, para sostener que sacar a la luz estos trapos sucios del periodismo ‘podríamos estar peligrosamente cerca de una justicia popular’. Manuel Cabieses, director de Punto Final, llevó al Tribunal Etico del Colegio de Periodistas de Chile a su ‘colega’ Agustín Edwards, por haber recibido fondos estadounidenses para derrocar a Salvador Allende y tergiversar la verdad durante décadas, pero su libelo no prosperó», (Rocinante, enero 2005).
El genocidio cultural: El caso El Clarín de Chile y Quimantú
El Clarín de Chile era el diario de mayor circulación del país, sus instalaciones fueron allanadas por las Fuerzas Armadas, y sus imprentas fueron confiscadas, para hacerlas funcionar en el Instituto Geográfico Militar (IGM), el caso de la editorial Quimantú** no es muy diferente, su oficinas fueron desmanteladas, y para el año 2003 fueron ocupadas por la revista Paula (de COPESA) bajo la dirección de Roberto Edwards (hermano del arriba mencionado, Agustín Edwards), justo para los 30 años de la caída de la Unidad Popular, no puedo dejar de ser iconoclasta: la moda de Paula nos arrebató la poesía de Quimantú y ahora COPESA tiene como director de esa misma Paula al hermano de su competidor en el mercado de la prensa, hipervínculos del monopolio Edwards/COPESA. Nos lo han robado todo.
La triangulación imperdonable: Ricardo Claro/COPESA/Fundación Neruda
El dueño de COPESA (que edita el diario La Tercera, las revistas ¿Qué pasa? y Paula) es un viejo funcionario de la dictadura de Pinochet, llamado Alvaro Saieh Bendeck, además es propietario del Banco CorpBanca, y de VidaCorp (entre otras empresas financieras), un verdadero «Alí Baba con sus 40 tecnócratas ladrones» (con el mote de Chicago Boys) que se hicieron millonarios a partir de las privatizaciones del Estado chileno durante el régimen de Pinochet. Alvaro Saieh Bendeck recibe mediante triangulaciones de capital vía CorpBanca millonarias inversiones de Ricardo Claro, dejándolo con una parte importante de las acciones de COPESA. He llegado a la presente investigación siguiendo el dinero de la Fundación Neruda y su compra de bonos por más de 2 millones de USD a Cristalerías de Chile (propiedad de Ricardo Claro)***, por más extraño que suene, el poeta Pablo Neruda está financiando al fascismo trasnacional, mediante la triangulación de inversiones (con la compra de bonos y fondos mutuos).
Ricardo Claro y Alvaro Saieh Bendeck son los nuevos albaceas de la Fundación Neruda. Ricardo Claro es el mismo empresario que facilitaba su infraestructura para la instalación de centros de tortura, recibe más de 2 millones 300 mil dólares de los derechos de autor de Neruda (sólo en 2004) y Alvaro Saieh Bendeck funcionario de la dictadura de Pinochet se beneficia con la participación bursátil que conserva la Fundación Neruda en COPESA.
Chile, un país sin libertad de expresión
La dictadura de Pinochet destruyó más de 5 millones de libros, sólo en las bodegas, de la editorial Quimantú, hizo desaparecer al diario de mayor circulación del país, hasta el 11 de septiembre de 1973, El Clarín de Chile. Pinochet envió al exilio a las prestigiadas publicaciones El Siglo (del Partido Comunista), y Punto Final (que en el destierro, emprendió su edición mexicana). Un genocidio cultural en todo el sentido de la palabra. Durante el retorno de la democracia han silenciado a los medios de comunicación: La Epoca, Fortín Mapocho, Apsi, Cauce, Análisis, Pluma y Pincel, Hoy, Plan B, El Portal del Pluralismo, el semanario Siete más 7 (comprado por COPESA) y la extinta revista Rocinante (1998/2005).
Ya en «democracia» la prensa independiente sigue acosada, el duopolio del El Mercurio y La Tercera controlan todo el mercado de la información en Chile, ambas tribunas de la ideología Neonazi/Opus Dei son recompensadas por la»democracia». Un ejemplo siniestro, es la compra anual que hace el gobierno de Ricardo Lagos en publicidad a favor de sus ministerios y empresas estatales. Ricardo Lagos gasta 500 millones de dólares en espacios de publicidad. Sólo en El Mercurio nadie puede competir contra esos 500 millones de dólares. La Tercera (COPESA) indirectamente está recibiendo más de 2 millones de dólares por parte de la Fundación Neruda. Las ironías de la vida: Ricardo Lagos sería embajador del gobierno de Salvador Allende en la China Comunista de 1973 y Pablo Neruda, poeta comprometido con las causas sociales y embajador de la Unidad Popular en París… ellos son, los principales socios del triángulo de proxenetas del periodismo en América.
Agustín Edwards/Ricardo Claro/Alvaro Saieh Bendeck lavan su dinero ensangrentado, que chorrea a diario, entre las hojas de sus rotativos. La mayor inconsistencia histórica de la humanidad será la retribución al fascismo sobre las tumbas de nuestros héroes.
Notas:
*Sobre Miguel Enríquez, leer las palabras del Subcomandante Insurgente Marcos (EZLN), del 8 de octubre de 2004, en el Estadio Víctor Jara, de Santiago de Chile, en homenaje a la caída en combate de Miguel Enríquez http://www.fzln.org.mx/displayarticle1100.html
** Quimantú significa «Sol de sabiduría» en mapudungún (lengua de la comunidad indígena mapuche del sur chileno y argentino), como editorial, Quimantú llegó a publicar 800 mil ejemplares mensuales a precios populares entre los sindicatos y kioscos de periódicos.
*** La Fundación Neruda convocó a una rueda de prensa el pasado 21 de agosto, en el diario La Tercera, para confirmar mi investigación exclusiva sobre los más de 2 millones de dólares a Cristalerías de Chile de Ricardo Claro, de hecho el presidente de la Fundación, Juan A. Figueroa declaró que «Neruda habría estado totalmente de acuerdo con la inversión».