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Ante la promoción de un portal digital que plantea ‘quiero ser becario’

Mejor ser trabajador con derechos que becario sin ellos

Fuentes: Rebelión

El despliegue para pervertir el mercado de trabajo se realiza a plana luz del día, con periodistas y fotógrafos. Los únicos que miran hacia otro lado, parece, que son las gentes del Ministerio de Trabajo y sus allegados del Ministerio de Economía. Hay continuas ofertas laborales dentro de la prensa y de los portales de […]


El despliegue para pervertir el mercado de trabajo se realiza a plana luz del día, con periodistas y fotógrafos. Los únicos que miran hacia otro lado, parece, que son las gentes del Ministerio de Trabajo y sus allegados del Ministerio de Economía.

Hay continuas ofertas laborales dentro de la prensa y de los portales de internet que reclaman a jóvenes para que realicen múltiples tareas laborales bajo la etiqueta de ‘becas’. Esta degradación, periódicamente denunciada, tiene ahora un nuevo impulso protagonizado por la Cámara de Comercio de Madrid, presidida por el Presidente de la patronal empresarial CEIM, integrado en la CEOE, en consorcio con la Fundación Universidad Empresa, al crear un nuevo portal específico con el nombre nada equívoco de ‘quieroserbecario’. Prometen que sólo estarán en él, las becas remuneradas y se dirige a estudiantes y titulados y a las empresas que demanden este tipo de ‘contratación’.

En este ejercicio de prestidigitación se quiere pues la contratación de ‘becarios’ por las empresas, saltándose en muchos casos la legislación laboral y la social.

La legislación laboral recoge las distintas formas de inserción laboral, los contratos de formación y prácticas. Esos contratos específicos recogen los supuestos para que los jóvenes aprendan oficios o realicen prácticas tras su titulación académica, pero todos ellos son contratos con derechos, con seguridad social, cotización por accidentes, incluidos los provenientes por transporte desde y hacia el centro de trabajo. Incluso recogen la posibilidad de tener una diferenciación salarial con respecto al trabajador formado que compense la menor productividad.

Por el contrario, las becas son compensaciones económicas dentro de una política de igualdad de oportunidades, para que estudiantes con limitados recursos puedan realizar los estudios académicos. Los estudiantes beneficiarios serían los becarios. Hay, pues, una diferencia grande entre trabajador con derechos y estudiante becado.

La inserción laboral de los jóvenes es un objetivo positivo y unánimemente compartido y las prácticas laborales dentro del curriculum escolar, tuteladas por el centro académico, previa a la titulación pueden ser una fórmula adecuada. Pero lo que plantea genéricamente la Cámara de Comercio y pioneramente la patronal madrileña con esa promoción, en la práctica, nos tememos es sustituir los contratos laborales de inserción laboral, con derechos, realizados como contraprestación a una actividad productiva, beneficiosa para la empresa ‘contratadora’, dependiente y remunerada, por unas ‘becas alegales’ que carecen de los derechos sociales y laborales de la normativa laboral: Trabajar ‘en prácticas’ sin contrato y sin derechos sociales.

Si en Francia hubo una revuelta y en nuestro país por intentar hacer una legislación de contratos sin derechos hubo una huelga general, la iniciativa paraempresarial debe provocar una reacción firme. Porque quieren ‘vender’ un producto, las becas, con la imagen de preocuparse por la inserción laboral cuando lo que pretenden es dar un golpe a la legalidad laboral. Legalidad bajo mínimos porque la Inspección no funciona y las propias administraciones son cómplices de estas ilegalidades cuando contratan ‘becarios de colaboración’ cuando debieran ser contratos a tiempo parcial o promueven las denominadas becas de investigación -con Seguridad Social- cuando desde nuestro punto de vista debieran ser sustituidas por contratos por obras y servicios o de prácticas.

Por todo ello, entendemos que la Inspección de Trabajo y los Ministerios de Trabajo y el de Economía deben de parar esa promoción de un portal que promueve la precariedad laboral.

De otro modo, la precariedad laboral, el exprimir a nuestros jóvenes, habrá dado un paso de gigante, logrando la patronal una contrarreforma laboral sin aparente coste alguno.

En ese caso, si se mantiene la iniciativa empresarial en los términos anunciados, los sindicatos y la propia juventud insumisa para defender los valores de un trabajo digno deberemos dar alternativas a esa política patronal.

* Santiago González Vallejo. Unión Sindical Obrera